Amber.
Era una mujer extraña.
Tendida sobre una de las mantas de lana de Kate sobre una camilla en la enfermería parecía la princesa de un cuento de hadas. Y aquello no tenia nada que ver con su belleza -De hecho, no era lo que se dice bonita- Tenia mucho que ver con sus ropas. El vestido de cuero era de un tono marrón viejo y desteñido, y sus zapatos eran sumamente extraños. Parecian sandalias, pero de un cuero resistente, llamativo y brillante que le envolvía las piernas hasta mas arriba de las rodillas. Lucia un cutis perfecto y un pelo rojo fascinante y largo que, aun trenzado, le llegaba hasta las posaderas. Luego estaban esos extraños collares que le envolvían el cuello, aun no entendía cuales eran sus propósitos, pero esperaba descubrirlo pronto. Uno de ellos me llamaba mucho mas la atención que los otros... Era de plata y tenia un colgante rojo. Era precioso. Solo esperaba poder interrogarla lo antes posible.
— No creas que sera muy pronto, — murmuro Paul, cuando salí de la enfermería — No creo que despierte hoy, ni esta semana.
— ¿Qué le sucedió?— pregunto Andrew, desde el sofá — ¿Tan fuerte la golpeaste?
— No, — respondí, haciendo una mueca apenada —Una de sus flechas le dio en el abdomen.
Un silencio espasmódico cubrió a todos mis amigos. Mire el techo melancólicamente y cerré los ojos para escuchar los suaves sonidos que Mehgan producía al dormir en mi habitación. Parecía que llevaba siglos sin hacerlo. Paul comenzó a explicar que estaba analizando la flecha y lo que tenían en las puntas... Una especie de liquido transparente. Cuando volví a abrir los ojos y puse toda atención a mis amigos, descubrí que Edward y Paul estaban riñéndole a Andrew con intensidad.
— ¡Pudo haber salido herida! ¡muy herida! — repetía Paul, una y otra vez.
Edward solo narraba a lo loco a Nathan como se lo había encontrado en medio del bosque:— ¡Y tenia una cara de tonto que daba pena!
Andrew se llevo las manos a la cabeza— Los odio a todos.
Kate le puso una mano en el hombro, y llevo la otra a una de sus sienes, suspirando. — Tranquilo, Andy. Por fortuna todo salio bien.
— Me perdí de un montón de cosas, —se quejo Andrew, mirándome — ¿Qué sucedió con O'Donnell?
Le respondió Cameron:— No nos esperaban, el liquido funciono; oculto nuestra esencia por completo. No supieron que estábamos allí hasta que los tuvimos rodeados. Ni siquiera llevaba mucha seguridad.
Me mantuve callada, Cameron tenia razón solo en una cosa; Los habíamos tomado por sorpresa. Pero aun habían ciertas cosas que yo no entendía, como por ejemplo: la falta de seguridad de un heredero multimillonario, y el hecho de que no habíamos logrado ver ni una sola de las Erinias de frente; A excepción, claro, de la que yo había atrapado.
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Lycans II: Apocalipsis
WerewolfEl tiempo ha pasado. Una nueva guerra esta por iniciar. Los Lycans ya no están a salvo. El mundo ha cambiado... Y Amber también. Todos los derechos reservados. Secuela del libro Lycans: Eclipsis.