Penetrame, ¡ahora! [NamJin]

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Cálido, se sentía cálido y reconfortante. Se sentía bien, se sentía correcto.

-Y bien...- llamó la atención del mayor.- ¿Me dirás por qué estabas despierto a estas horas, y por qué me llamaste asustado?

Jin elevó la vista de nuevo, alejando de sus labios el trozo de carne que estaba comiendo, carraspeó un poco intentando no verse incómodo y sonrió.

-Ya te lo dije... Estaba haciendo algunos trabajos de la universidad. ¡Y no estaba asustado!- el ambiente dentro de la tienda era agradable a comparación del frío aire del exterior.

Ambos jóvenes se encontraban sentados en una de las mesas dentro del local que al parecer también servían algunos típicos platillos para la comodidad de sus clientes que en ocasiones, cómo está, se sentaban a conversar sobre qué producto comprar de la variedad que existía dentro. El reloj marcaba las 1:35 a.m. cuando ambos se sentaron a comer un poco de sopa para recuperar el calor corporal después de pasear alrededor de la tienda, comprando uno que otro objeto que parecía divertido cagar como adorno en sus hogares.

-No te creo.- respondió el moreno mirándolo de frente.- Hyung, nunca desde que nos conocemos me haz llamado, y ahora me pones está excusa.

SeokJin bajó la mirada comiendo en silencio, el ambiente pronto perdió la calidez que poseía. Los autos en la calle pasaban lentamente y las luces de los locales cercanos uno a uno iban apagándose. La música de la tienda pronto se convirtió en una tenue melodía que en lugar de relajar solo hacía la visita más pesada.

-Hyung.

-Iba a encontrarme con mi ex...- lo interrumpió, apartando su plato ahora vacío y conectando la mirada con el menor de nuevo.- Estaba a nada de llegar y me puse nervioso así que llamé a la única persona que se me ocurrió en ese momento, después me di cuenta de que era ridículo y colgué. Esa es la verdad, ¿Contento?

-Sí, la verdad si.- El castaño suspiró en alto con molestia tomando su vacío tazón de comida y levantándose de su lugar.- ¿Tan difícil era decirme eso y ya?

Protestó NamJoon quien aún estaba sentado, en tanto el mayor mordía su lengua para no decir nada estúpido y no aumentar la mentira que poco a poco parecía formarse en su mente.

-¿Por qué te interesa?- bufó volviendo a su asiento despues de limpiar su lugar.

-Porque tú me interesas.- NamJoon se levantó esta vez dejando su tazón en la mesada central, volvió con SeokJin y posó una mano sobre su cabeza.- Y debo preocuparme si el chico que nunca me da atención derepente me llama a mitad de la noche.

-¿Entonces debo preocuparme si el chico que me acosa me invita a salir a mitad de la noche?- NamJoon sonrió con los labios cerrados tomando las bolsas llenas de chucherías que habían decidido comprar entre bromas y juegos, y luego estiró la mano hacia el mayor.

-Sí, deberías preocuparte.- Jin, con el ánimo más elevado, tomó la mano que NamJoon le ofrecía y salieron del local, siendo las últimas personas dentro del lugar.

Al salir de la pequeña edificación un golpe de frío los hizo temblar a ambos quienes en silencio, y tomados de la mano, se dirigían al auto estacionado a unos metros de la acera.

-¿Y...- mordiéndose el labio, NamJoon se debatía internamente si preguntar aquello o no, seguro se veía ridículo quedándose en silencio luego de intentar preguntar

-¿Y?- en cambio SeokJin, un caso tan parecido, sentía molestas cosquillas en su estómago.

"Porque tú me interesas"

No estaba preparado para oír tal cosa, pero de todas formas se sintió malditamente bien que alguien lo mirará con ese aprecio en los ojos.

De pronto cayó en cuenta de lo que hacía, ese día fue el día más largo de su vida, pasando desde la confusión, a la decepción, a la calidez, al temor... Y ahora a la paz. Sentía una paz interna, como si lo que hiciera no estuviera incorrecto en ninguno de los sentidos.