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-¿K-ken?-

NamJoon se sentó en la cama, empujando levemente a Jin hasta sus rodillas, confundido chasqueó los dedos enfrente del mayor.

-Y-yo...

-Me llamaste Ken. ¿Quién es el?- preguntó sintiendo su cuerpo tensarse por las razones incorrectas, el mayor miró sus ojos, con lentitud se alejó de el, sentándose en el extremo contrario de la cama.

-Lo siento, no fue mi intención.- bajo la cabeza revolviendo su cabello, se levantó de la cama y empezó a caminar por la habitación, sintiendo las claras imágenes de aquel cuerpo, aquella sonrisa, aquellos labios, plasmados tan fuerte en su memoria.- No fue mi intención.

-¿Quién es Ken?- preguntó de nuevo, mirando al chico piel de porcelana caminar angustiado, como si quisiera quitarse algo de encima, como si no pudiera soportar su propia mente.

-Nadie, no es nadie.-

-Si fuera nadie no lo hubieras mencionado.- contestó NamJoon levantándose de la cama, con calma busco su abrigo en el suelo, al encontrarlo lo tomo y miró a Jin.- ¿Estás bien?

-¿Te irás?- el moreno sonrió mirando el suelo, no estaba decepcionado... ¿O si?

-¿Debería quedarme?- Jin se acercó a él y tomó su mano.

-Si.- musitó. Sus ojos rotos, doblegando a Namjoon como siempre, pedían comprensión.- Necesito cobrar ese favor.

-¿Jin, te sientes bien, si o no?

-Si, si estoy bien. Cuando estás aquí, estoy bien. Mira, estoy sonriendo.- forzó una sonrisa en sus labios, aún con la mirada suplicante.- Estoy sonriendo, por favor...

-No llores...- NamJoon dejó caer su abrigo al suelo, acunando el rostro de SeokJin en sus manos.- No me iré...

-Ken no es nadie, no lo necesito. Olvídalo. No es nadie.- repitió mirando los ojos de NamJoon, brindándole una falsa sinceridad, convenciendolo con lágrimas plásticas, hablando con palabra rotas, de nuevo, estaba mintiendo por atención.

-No es nadie.- repitió NamJoon sonriendo apenas, no pudiendo soportar las pequeñas lágrimas en las mejillas de aquel juguetito pequeño.

-Aún no acabe...- dijo SeokJin, hablando de nuevo con aquella inocencia que enternecida a él menor.- ayúdame...- empujándose un poco para arriba atrapó el labio inferior de NamJoon entre sus dientes, disfrutando de la nueva cercanía, entre ambos, comenzó a besarlo otra vez, subiendo de nivel conforme el tiempo pasaba.

De nuevo, las manos traviesas del mayor acariciaron la tersa piel de NamJoon, estremeciendo cada zona de su cuerpo, motivándolos a seguir el juego, aunque no se sentía conforme con la anterior interrupción.

Preguntas rondaban la mente de NamJoon, pero el sabor de los labios de su adversario no lo dejaban pensar con claridad, dejándose guiar simplemente, dejando que tomara el control, pues el sentía no poder continuar con el ritmo de antes.

-Sigue.. hazlo, vamos a la cama.- jadeó Jin sobre sus labios, empujándolo lentamente hasta dejarlo sentado en la orilla, aprovechando la posición se sentó sobre sus piernas y movió sus caderas, empezando un ritmo lento y embriagante, que terminó dominando las acciones del menor.

-Ummh... No hagas eso...- NamJoon bajo la cabeza hacia el hombro de Jin, apoyando su frente en este mientras sentía el fuerte roce de su erección contra la tela que lo cubría.

-Aún tienes mucha ropa.- gruñó SeokJin, bajando sus manos hacia la hebilla del pantalón el cual desabrochó con dificultad, apartándola del camino junto al boxer, dejando salir al fin la punzante erección del menor, quien expectante acariciaba la espalda del mismo, cuidando que no cayera de sus piernas.

-¿Qué?- dijo NamJoon elevando una ceja ante el silencio del individuo sobre sus piernas.

-Es muy pequeñ...

-Termina la frase y hasta aquí la vida de tus bolas.- gruñó percibiendo la sonrisa divertida y extasiada del mayor.

-Esto no va a entrar en mi con facilidad.- se acercó al menor, tomando sus labios con fuerza, devorando cada parte de ellos sin permiso a tregua, sin previo aviso tomo la erección de NamJoon, masajeandolo de arriba hacia abajo, arrancando jadeos roncos en el menor.

-Quitate esto.- con manos apuradas tomó el dobladillo del bóxer de Jin y lo quitó de sus piernas con algo de dificultad.

-Es mi primera vez.

-¿¡Qué?!- se alejó un poco, mirando sin poder creer que tenía que ser lento cuando sentía que iba a explotar.

-Es increíble lo idiota que eres cuando me tienes enfrente.- contesto Jin agarrándose de los hombros de NamJoon, quien aún fastidiado por sus constantes burlas, no espero que Jin se sentará tan rápido y tan deprisa sobre su erección, quitándose él mismo un grito de dolor y éxtasis.- U-ummh... Te dije que no iba... A entras tan fácil...

Las manos de NamJoon tomaron fuerza sobre sus caderas aguantando su peso mientras reprimia jadeos de placer al sentir su interior, caliente y apretado, sobre su erección.

-Debiste... Prepararte.

-Mueveme...- ordenó besando el cuello de NamJoon, sintiendo el palpitar de la sangre en su cuello al tiempo que sentía el gran miembro de NamJoon irrumpir es su interior, llenándolo de una tensión exquisita que en lugar de doler no le era suficiente quieto.

Con dificultad comenzó el mismo a moverse, de arriba hacia abajo, sintiendo las gotas de sudor cubrir su frente, escuchando los roncos jadeos de el menor, su mente parecía volar en otro mundo, desconectandose de todo, tan solo sintiendo el calor que lo rodeaba.

-A-ah... Nam...- gimió moviéndose más rápido, sintiendo la fricción aumentar en su cuerpo, tensandose completamente cuando los dientes del menor rasgaron la piel de su cuello, bajándolo de golpe contra su pelvis, sintiendo arder su trasero por los golpes que el mismo propinaba.

Una y otra vez sintió espasmos en su cuerpo, apretando su agarre en los hombros de NamJoon, abriendo la boca y dejando escapar una guerra gemidos incontrolables cuando sentía su punto débil ser tocado de es manera.

-V-voy a correrme.. a-ah... Ummh...- sintiendo el agarre en su cadera aumentar, aumentando también la fricción en su entrada, sintiendo aquel punto exacto ser tocado tanto que, sin poder aguantar más, se corrió entre ambos, manchando el estómago de NamJoon con su esencia blanquecina.

-agh... Jin, joder.- maldijo el menor, sintiendo su erección ser apretada tanto por el cuerpo de Jin cuando se corrio, dejándolo en blanco por un tiempo, en el que Jin aprovecho para seguir moviéndose, dejándolo liberarse dentro, sintiendo su propio interior caliente con la esencia de NamJoon llenándolo por completo.

Sus respiraciones, agitadas y ruidosas fueron los únicos retumbando en el interior de la habitación, llenando el agradable calor que abrazaba a ambos cuerpos, cansado lentamente, Jin, se levantó de las piernas de NamJoon, ambos dejándose caer sobre la cama sonrieron en silencio. Cada uno con distintos pensamientos, pero con un solo porque.

-Mañana... Tengo que ir a pagar esa... Cuenta que tengo.

-¿Quieres que te acompañe?-

-¿Podrías?- SeokJin se recostó de lado, apreciando el perfil del menor, su piel tostada bañada en sudor, sus labios rojos y brillantes, su cuello con marcas tan notorias que lo hacía lucir como un trofeo.

-Mirar fijamente es de mala educación.- sé sintío interrumpido con el comentario del menor, que sin siquiera voltearlo a ver sintió la pesada mirada encima.

-Entonces...

-Me deberás un favor, Kim SeokJin.- sonrió volteando el rostro, para conectar ambas miradas.

-¿Estás mal en tus estudios?

-¿Quien habló de estudios?

















Penetrame, ¡ahora! [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora