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Shut Up, Show me your money.

La noche llegó entre conversaciones esporádicas y abrazos fuertes. El sol caía entre los árboles cuando los siete jóvenes se encontraban caminando por el estrecho sendero hacia la salida del aquel bosque que les habían brindado seguridad.

–A pesar de todo... Fue interesante.– habló el segundo menor rompiendo el silencio incomodo que se habia creado desde que Kai salió de aquella cabaña.– Podriamos contarle esto a nuestros nietos y decirle que somos heroes o algo asi.

–Si, claro. Les diremos que también había un virus matando a media población sin control alguno para agregarle sabor a la trama.– Se burló el menor de todos quién iba a su lado.

–Sería aburrido si no.– concordó el pelinaranja acercándose a ellos para empezar a reír.

Los cuatro mayores los miraron elevando una ceja con reproche mientras los pequeños cesaban las carcajadas poco a poco.

–Yah, debemos ir superando esto. El está muerto y se lo merecía. Lamento que haya sido desde tu parte, Jin hyung. Pero piensa en el daño que te hicieron. Prácticamente es venganza.– Dijo Jimin palmeando el hombro del contrario.

–No se siente tan bien como pensé.– rodó los ojos tomando la mano de su novio quién beso su mejilla con cariño.

–No atormente a hyung.– renegó pateando despacio al pelinaranja.– Dejemos de hablar del tema.

–¿Y, no te vendrán a buscar o algo?– preguntó Hoseok volteando, pues era el el que iba delante de todos.– Digo, dos personas "importantes" murieron.

–No.– contestó inmediatamente.– Yo... Prácticamente no existimos. Todo lo que pasó fue muy... Inteligente, a decir verdad.– confesó mirando a su chico.– Nosotros estamos limpios.

–Esto pasa como un ajuste de cuentas. Alguien informó al jefe Yang que Bang y ZiaThen planeaban confrontarlo, este llegó a la ciudad, los asesino y se fue. La policía no se mete en sus asuntos, y nosotros no existimos.

Un suspiro de alivio colectivo se dejó escuchar al tiempo que entraban a la camioneta que los esperaba estacionado entre las hierbas para salir de ese lugar, subieron con Jin siendo piloto, NamJoon a su lado y Hoseok junto a Yoongi en los asientos traseros. Mientras que los más jóvenes se montaban en la carroza atrás, parados esperando sentir el viento fresco en el rostro.

–Si alguien cae y muere me dicen.– gritó el mayor acelerando en el camino de tierra, arrancando gritos entre los chicos quienes también reían a carcajadas.

Sentirse libre era increíble, pensaba SeokJin, sentirse parte de una familia también.

***

–No será difícil, solo necesito que traigas estos documentos para hacer la transferencia y ya.– concluyó el castaño mayor entregándole una hoja de papel a la fémina quién sonreía entusiasmada.

–Wah. Estoy emociona, al fin estaré a tu lado, oppa.– dijo mirando hacia NamJoon quién sonrió asintiendo.– ¿Cuándo puedo iniciar?

–Yo te llamaré, no me llames.– rodó los ojos.– ¿Donde está Kai?

–Kai está liberando a las pobres almas en desgracia del almacén.– se cruzó de brazos apoyada en la puerta de la tienda.– Debe explicarles que si nos denuncian morirán, así que está los está convenciendo.

Jin entre cerró los ojos dejando ir aquello, ya no quería preocuparse de nada, suficiente había tenido en el día con todo lo ocurrido.

Los otros cinco chicos se encontraban aún en la camioneta esperando para irse a sus hogares, también estaban cansados y lo único que deseaban era volver a sus estudios. Aunque jamás creyendo eso posible, estaban artos de vivir sin hacer nada.

Penetrame, ¡ahora! [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora