Penetrame, ¡ahora! [NamJin]

60

–¿Por qué me llamaste?– preguntó cruzándose de brazos.– Dejé muy en claro la última vez que nos vimos que ya no quería saber más de ti.

–Umh, reprobé entendimiento racional en el colegio.– SeokJin rodó los ojos cansado de las bromas que Ken hacía con él, era de noche, todo el día se la había pasado caminando de aquí para allá en la universidad, y cuando al fin pensaba regresar a casa y llorar junto a su hermano la perdida de su abuelo, el chico con auto caro lo obligó a irse con él a quien sabe donde, pues en ese momento Jin se encontraba encerrado en el auto junto al contrario.– Tranquilo, Jinnie. No te busco a tí.

–¿A no?– Ken negó confundiendo al mayor al mismo tiempo que asustandolo.– Entonces, ¿qué quieres?

–Quiero a Kim Taehyung, él es tu boleto de libertad. Lindo, ¿No crees?

***

–Entonces espérame sin ropa sobre la mesa de la cocina...

–¡Hyung! No digas esas cosas.– Se sobresaltó Jimin golpeando el hombro del mayor.– Se supone que la primera vez que hagamos esto debe ser lindo.

–¿Es la primera vez que lo haces?

–No, pero igua-

–Ves, tienes que ser rudo. Vamos.– tomó su mano intentando llevarlo a dicho lugar.

–¡Yoongi!– volvió a llamarlo, está vez si estando molesto, quitó su mano con fuerza y cruzó sus brazos en su pecho.

–Mocoso, es broma.– el pálido sonrió achinando los ojos mientras pasaba los brazos por la cintura del menor abrazándolo contra su cuerpo.– Solo quería sacar la tensión de tu cuerpo, te ves muy nervioso.

–Tus bromas son estúpidas.– murmuró haciendo un puchero mientras sentía el enojo irse poco a poco de su sistema.– Y no estoy nervioso, solo que no sabía cómo empezar... Digo... Tu no querías ni besarme al inicio, y ahora de pronto... Quieres estar así conmigo, no lo sé... Siento que vas a huir cuando empecemos y no quiero asustarte.

El tono de voz que manejaba Jimin poco a poco bajo de estar a molesto a estar completamente en silencio, avergonzado por lo que confesaba en ese momento frente al pelinegro quien sonreía besando se frente con cariño.

–Te quiero, Park jimin.– El pelinaranja levantó la vista  encontrándose con una mirada tan sincera que parecía gritarle que le creyera, que se dejará llevar y dejará de pensar en los "tal vez", una mirada que le inspiraba confianza y le brindaba aquel deseo de estar unido a él por siempre. Una mirada.– Y recién me dí cuenta de eso.

–Yo también te quiero, hyung.– Jimin levantó el mentón pegando sus labios a los de Yoongi, quién inmediatamente correspondió el beso, lentamente fueron caminando hacia el pasillo que daba hacia las gradas.

El menor tomó la mano de su hyung y lo estiró hacia arriba, corriendo hacia su habitación mientras su teléfono en el bolsillo sonaba interrumpiendo su alegría, lo sacó y contestó al mismo tiempo que Yoongi lo atrapaba entre la puerta de su habitación y su cuerpo. No sabía qué diablos decía la persona al otro lado de la línea ni mucho menos quién era por lo que después de dos palabras terminó colgando y tirando el celular en algún mueble ya dentro de la habitación.

–Hyung, hyung... ¿Ya haz hecho esto antes, no?– Yoongi lo empujó con su cuerpo hacia la cama en donde los dos cayeron recostados entre risillas agraciadas.