Penetrame, ¡ahora! [NamJin]

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En la pequeña cabeza de Jimin ocurrían tantas cosas... Tantas preguntas que no sabía cómo responder, tantas dudas, tantas ganas de dejarlo todo y solo dormir un poco más.

Y así se quedaban, en ganas de querer hacer algo y no hacer nada como resultado. Como cuando piensas en cumplir alguna meta en el día pero simplemente no puedes ejecutar ningún plan, es como si su cuerpo le impidiera levantarse de aquella cómoda cama en la que había estado reposando desde el día anterior.

-Si sigues así pronto tu cuerpo se fusionará a las sábanas.- protestó su madre pasando por la puerta abierta de su habitación.

Jimin no respondió. Había estado así desde el día anterior, cuando corrió calle tras calle con un chico pálido en zapatos rojos detrás de él.

-¡Jimin! ¡Deja de correr, no es divertido!

-¿¡Crees que quiero divertirme!? ¡Déjame en paz!

-¡No me evitaras por siempre!

-¡Deja de seguirme!

Tal vez la modo de actuar que estaba tomando el menor no era la más madura, pero estaba cansado de solo jugar con todos. Le gustaba sentirse querido y adorado, pero ahora él buscaba algo más.

Buscaba comprensión, confianza, amor... Buscaba aquello que creyó encontrar en Yoongi. Creyó que tenía que ir lento. Qué el mayor correspondía con lo que pensaba.

Pensó que fingiendo esa relación pronto él se enamoraría de su ser, qué harían eso en serio y vivirían aquel noviazgo con el que siempre soñó, pero todo fue de nuevo una falsa mentira de amor.

¿Por qué Yoongi lo tomaría enserio?

Una risa amarga se escuchó de sus labios mientras envolvía sus piernas en la almohada, haciéndose bolita en su lugar.

Tal vez era su culpa, el siempre dio esa imagen. Tan pegado a todos, teniendo tantas relaciones casuales. Quizás el mismo se buscó la mirada de burla y el poco valor personal que poseía.

Tal vez es su culpa.

-¡Jimin!- su mamá volvió a gritar estaba vez deteniéndose en la entrada.- Vístete, tienes 10 minutos.

-Si, mamá.-

Tal vez solo debía olvidarlo, quizás las relaciones serias no eran lo suyo. Quizás Yoongi no era lo que buscaba.

****

-Juro que percibí el olor a tabaco de tu boca.

-¡Qué no fume ni tome nada anoche! Hyung, por dios. ¿Ahora qué, debo llamarte Mamá Hoseok?- rodó los ojos el moreno ante las insistentes preguntas y regalos de su pelirrojo amigo, quien no paraba de reclamarle su tardía llegada a casa la noche anterior.

-Estaba preocupado, bien. No contestabas tu celular y ya eran más de las dos de la madrugada. ¿Con quién te fuiste?-

-Con quien más.- hablo el mayor de todos.- El auto de su adorado Jin lo dejo en la acera anoche.

Las palabras salían lentamente de los finos labios del pelinegro, su semblante lucía deprimente y su postura demostraba cansancio. La noche para el no había sido sanadora como creyó, a cada hora seguía repitiéndose la misma pregunta cómo tortura.

»¿Park y yo vamos en serio?«

Quizás estaba dándole demasiadas vueltas al asunto. Jimin nunca había tenido una relación seria desde que lo conocía. ¿Quién, habiendo estados dos años sin tener una relación duradera, de pronto quisiera iniciar una con el chico con el que solo peleaba día y noche?