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–Hyung, yo puedo manejar, ¡en serio!– chilló por quinta vez el niño de sonrisa cuadrada hacia Yoongi que le negaba cada vez el derecho a manejar el auto estando ya casi a medio camino.

–Taehyung, ya estamos llegando. No es necesario.– bufó mirando por el retrovisor a Jimin y JungKook profundamente dormidos y a un Hoseok al otro lado con el ceño fruncido.

Había logrado conversar con él y convencerlo de que lo mejor era ir a ver cómo estaba la situación, y si era tan peligroso como les decían. Hoseok a regañadientes aceptó pero no había dicho ni una palabra desde que salieron de casa esa mañana, y en ese momento, siendo las siete de la mañana se encontraban a un par de kilómetros de la tienda en la carretera que NamJoon les había indicado para que terminaran de recibir instrucciones.

–¿Quién bajará a preguntar?– alzó la voz el pelinegro suspirando cansado por manejar tanto y desde tan temprano, aunque no quería admitirlo, tenía mucho sueño.

–Puedo ir yo.– sonrió Taehyung saliendo del auto. Yoongi miró por el retrovisor como Jimin y JungKook se tallaban los ojos despertando a penas, volteó un poco al escuchar la puerta trasera abierta, era Hoseok quién caminaba tras Taehyung en silencio.

–Sigue molesto...– escuchó el lamento del menor del grupo y este le sonrió con los labios cerrados.– No queríamos causar esto, lo siento...

–No es tu culpa, bobo. Vamos a salir de esta.– le ánimo Jimin revolviendo su cabello con cariño.

–Hoseok no está enojado, solo tiene miedo. Todos tenemos miedo.

–Perdón de nuevo.

Negó con la cabeza dirigiendo la mirada hacia enfrente en donde rió con diversión al ver como Taehyung saltaba en su lugar al ser alcanzado por Hoseok quién pasó de largo hacia la tienda, ignorando al peliverde quién siguió caminando con una mueca asustada tras suyo.

–Solo necesita consuelo.

El sonido de la campana sobre la puerta alertó a la muchacha quién se asombró al ver tales rostros ingresar por la puerta de su pequeño local.

–Buenos días.– saludo Hoseok con la mirada sería,mientras que el chico detrás le sonrió amablemente recorriendo el lugar con ojos cansados pero bonitos.

–Vaya, últimamente mucha gente guapa viene a mi tienda. ¿Son escritores en Wattpad? Digo, son lindos.– les guiño perturbando un poco al menor quién forzó su sonrisa al ver su exorbitante forma de presentarse.– Me llamo Mei, ¿en qué puedo ayudarles?

–La cabaña en el bosque, ¿Cómo podemos llegar a ella?– preguntó Hoseok rodando los ojos por la mirada coqueta que ella le dirigió.

–Lamento decirles que por ahora está ocupada.

–Lo sabemos, ellos nos llamaron.– dijo Taehyung tomando unas gomitas de la mesada de muestras a su lado.– Nos necesitan.

–Cuatro chicos en una cabaña en medio del bosque, me pregunto en qué necesitan ayuda aquellos dos...

–Somos siete en realidad, no nos conocemos hace mucho pero todos son agradables, deberías conocerlos, están por allá en el auto de la-

–Solo dime la dirección, llevamos el tiempo contado.– lo cortó Hoseok al ver la cantidad de información innecesaria que estaba brindando, este mirándolo ligeramente molesto se alejó de su lado dispuesto a mirar que había en la tienda, además de que alimentaba la enferma mente de aquella muchacha con tanta palabrería.

–Bien, les diré la dirección, pero deben ofrecerme algo a cambio.– mordió su labio inferior molestando al mayor quién sacó su billetera.– No, no... El dinero no es necesario, me gustaría más un contacto íntimo entre tú y yo.

Penetrame, ¡ahora! [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora