Sowie y yo pedimos pizza para la cena. Nuestros padres no llegaban aún, y ambas teníamos tanto que ponernos al corriente en el Instituto. No teníamos tiempo para preparar algo. Asi que nos decidimos por lo fácil: pizza a domicilio.
Comimos en silencio, y después continuamos con los deberes.
El trabajo de Física me llevó 3 horas para terminarlo. Aún faltaba una semana para entregarlo, pero no iba a tener tiempo para hacerlo después. Como dije antes, había tanto que ponerse al corriente.Mientras realizaba el trabajo de Trigonometría, mi celular comenzó a timbrar.
—¿Diga? —respondí.
—Bree —era Monica—, se nos ocurrió ir al cine así que ve alistándote.
—Lo siento Monica, tengo mucho trabajo por realizar. Tengo que ponerme al día en las asignaturas.
—Mujer, ya tendrás tiempo. Sal y diviertete, eres joven.
—Te prometo que para la próxima, ¿vale?
—Está bien. Recuerda tu palabra —dijo y colgó.
Pasaron las horas y vi que Sowie se había quedado dormida sobre los libros.
—Sowie —le toqué el hombro para que despertara, pero nada—. Sowie, despierta.
—Cinco minutos más mamá —dijo aún con los ojos cerrados.
—Ya estás muy agotada, ve a dormir —dije.
—¿Mmm? —ella despertó— ¿Bree?
—Anda a dormir ya, estás con mucho sueño y así no podrás concentrarte.
—De acuerdo —se puso de pie y fue a su habitación.
Pasado ya un buen rato desde que Sowie fue a dormir, vi el reloj y ya eran las 3:07 de la madrugada. Los párpados comenzaban a pesarme. Así que decidí ir a descansar. Comencé a guardar las cosas, y de pronto escuché que la puerta se abría.
—Bree, cariño, ¿aún estás despierta? —dijo mi madre.
—Tenía cosas que hacer.
—Descansa ya hija, mañana tienes que ir a estudiar —dijo mi padre.
—Justo en este momento iba hacia mi habitación.
—Descansa querida —mi madre me dio un beso en la frente y luego subió las escaleras junto con mi padre.
Al llegar a mi habitación, me tiré sobre la cama. Y cerré los ojos. Tenía demasiado sueño. Me dormí en cuestión de minutos.
«Me sentía extraña. De pronto estaba en un parque, con jardines y juegos para niños. Este parque se encontraba en Boston.
De pronto vi a niños jugar: dos niñas y dos niños. Comencé a acercarme a ellos. Pero una voz me detuvo. Una de las dos pequeñas niñas se me había acercado. Era una niña de ojos verdes grisáceos la que estaba ante mí.
—Lo estás buscando ¿verdad?
—No busco a nadie.
—¿Entonces por qué estás aquí?
—No lo sé —respondí.
—Yo si lo sé—dijo canturreando con una sonrisa.
—¿Y podrías decirme entonces?
—Daniel.
—¿Qué?
—Buscas a Daniel.
—¿Quién es Daniel? —pregunté con el ceño fruncido. De pronto la niña se transformó... en mí. Parecía que yo estuviera de pie ante un espejo.
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You... my beginning
Teen FictionTodos tienen un pasado, un secreto que esconden en su interior. Muchos buscan enterrarlo, otros lo superan, pero a otros los atormenta por el resto de su vida. ¿Y si la historia de tu vida hubiera sido una completa mentira? Teniéndote al margen con...