—¿Crees que papá se moleste? —preguntó Sowie.
—Lo más probable es que sí —ella tenía cara de culpa—. Pero no puede culparnos Sowie —dije para que se tranquilizara.
—¿Acaso no te das cuenta? ¡Gastamos demasiado!
—Creo que ese era el motivo por el que mamá nos dio la tarjeta de papá. Que ingenioso de su parte ¿no crees? —Sowie sonrió.
—Tienes razón —parecía más calmada.
—No digo que esté bien, pero creo que por hoy es pasable.
Al entrar a casa vamos directo a la cocina, ahí se encontraba mi madre.
—¿Ya llegaron? —ella levantó la voz lo suficiente como para que mi padre la escuchara.
—Encontramos vestidos muy hermosos. —dijo Sowie mientras levantaba las bolsas que traía en sus manos.
—Me encantaría verlos —mamá se secó las manos y se acercó a nosotras.
—Vaya, ya llegaron —papá entró a la cocina. Al vernos con las bolsas en las manos trató de decirnos algo, pero mamá habló antes que él.
—¿Por qué no van a sus habitaciones? La cena será a las 6 —dijo mi madre. Sowie y yo salimos de ahí y nos fuimos a nuestras habitaciones.
No estaba emocionada con aquella cena. Es más ni quería estar presente. No era algo tan importante para mí, así que no tenía sentido que me esforzara demasiado. Me puse los audífonos y empecé a escuchar música mientras arreglaba mi habitación.
A eso de las 5:25, alguien tocó mi puerta. Le dije que entrara y vi que era mi madre. Ya se encontraba lista para la cena. Ella llevaba puesto un vestido color vino que le llegaba a los tobillos y unos zapatos negros que le hacían juego. Las ondas de su cabello rubio cobrizo resaltaban sus bonitos ojos verdes. En el cuello llevaba puesto un collar de diseño lluvia y en su mano estaba el anillo plateado de matrimonio que tan orgullosa lucía.
—¿No te has preparado Bree? —dijo más con dulzura que con reproche.
—Pensaba hacer eso mismo ahora —dije mientras me quitaba los audífonos.
—No tardes mucho hija, los invitados no tardarán en llegar.
—Está bien mamá —ella salió de mi habitación.
No tenía ni la más mínima idea de qué me pondría.
—¿Lista? —Sowie entró sin siquiera tocar la puerta. Pero al verme se puso seria— ¿Qué esperas Breeze?
—¿No pudiste tocar antes de entrar?
—Soy tu hermana, no puedes pedirme que respete tu privacidad —dijo como si de algo obvio se tratase—. Dime por qué no estás lista.
—No sé que ponerme —dije con sinceridad—. Pero mírate, tú estás bellísima —mi hermana llevaba puesto un vestido plateado, que era ceñido. Sus aretes y pulsera tenían pedrería negra. Llevaba puesto unos zapatos negros (los cuales eran míos), le quedaban bien al conjunto. Su cabello rubio estaba recogido en una cola al costado.
—Gracias, pero tú también debes lucirte —se acercó a las bolsas que estaban al lado de mi cama. Las mismas que había comprado en el centro comercial ese día.
Ella rebuscó en las bolsas, hasta que dio con un vestido y me lo mostró.
—¿Qué te parece este? —dijo con una sonrisa.
—Bonito, pero no estoy segura de querer usar vestido —estaba siendo sincera.
—No tienes opción —me aventó el vestido. Resignada cogí la prenda y le saqué la lengua.
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You... my beginning
Teen FictionTodos tienen un pasado, un secreto que esconden en su interior. Muchos buscan enterrarlo, otros lo superan, pero a otros los atormenta por el resto de su vida. ¿Y si la historia de tu vida hubiera sido una completa mentira? Teniéndote al margen con...