You... my beginning

15. DYLAN

«No te preocupes, no tengo interés en Dylan. Es más, lo quiero bien lejos de mí al igual que a ti y a Cecile...»

Ya habían pasado 3 días desde que lo había dicho, pero aún así las palabras de Breeze resonaban en mi cabeza. Una y otra vez. No entendía lo que estaba ocurriendo.

—¿Me dirás qué te sucede? —dijo Logan.

—No puedo sacarla de mi cabeza.

—¿A Ashley?

—No.

—¿Entonces? —me miraba con el ceño fruncido. Me examinaba.

—Breeze.

—¿No la detestabas?

—Por eso mismo.

—No entiendo.

—Yo tampoco Logan, no se qué es lo que está ocurriendo —me callé por unos segundos—. Todo está haciéndose complicado.

—Lo siento Dylan, pero no logro comprenderte.

—Todo se ha complicado desde que llegó ella.

—Respóndeme Dylan, ¿por qué la odias? Breeze parece una buena chica.

—Yo...

—¡Logan! —Adriana ingresó, la hermana menor de Logan. Era una niña de 4 años— ¿Podemos ir al parque?

—Ahora no puedo Adri.

—Por favor, por favor.

—Lo siento, pero tengo que hablar con Dylan.

—¿Quieres ir a jugar al parque? —me preguntó.

—No lo creo.

—Dylan, puedes, puedes, puedes... —no dejaba de insistir.

—De acuerdo enana, pero esta me la debes.

—¡Sí! ¡Iré al parque con mi hermano! —salió corriendo.

—Eres de voluntad débil Dylan —dijo Logan.

—Es que ella me recuerda a alguien. Alguien a quien nunca pude decirle que no.

—¿Una niña? —levantó las cejas.

—Eso no importa, vamos o Adriana vendrá a buscarnos —dije.

—¿Qué tanto escondes Dylan? —preguntó.

—Eso es pasado, no sirve de nada desenterrarlo.

Adriana salió saltando de casa. Jalaba a su hermano de la mano. Al llegar al parque Logan y su hermana fueron a los columpios. En tanto me quedé viendo como ella obligaba a Logan a cargarla sobre sus hombros.

«Alguien a quien no pude decir que no...»

Hace mucho que ya no pensaba en eso.

«—Hola, ¿cómo te llamas? —recuerdo esa alegría reflejada en sus ojos.
  —Mi nombre es D...»

Entonces sonó mi móvil interrumpiendo así mis pensamientos.

—Quién habla.

—Soy yo Dylan —dijo Eleanor del otro lado.

—Dime, para qué me estás llamando.

—Hoy habrá una fiesta en casa de Monica, y quiere saber si vendrás.

Ya habían pasado 3 dias, hoy era viernes, y como siempre cada fin de semana se realizaba una fiesta en casa de cualquier persona del instituto. Necesitaba relajarme y despejar todos los problemas de mi mente.

—Iré.

—Bien entonces nos vemos esta noche.

—Adiós Eleanor.

Logan estaba jugando con su hermana, cuando de pronto empezó llover. Adriana seguía jugando en medio de esta.

—¡Logan, ven, mira es divertido! —gritaba.

—Regresa aquí o enfermarás —la llamó él.

—Yo no me enfermo —dijo ella.

—Lo mismo dijiste cuando comiste los chocolates.

—No quiero volver a casa —ella corría en medio de la lluvia.

—¡Enana! —la llamé— ¿Quieres ir por chocolate caliente y una tarta de fresa? —logré captar su atención.

—¿Chocolate?

—Si no vienes iré yo solo.

—¡Quiero chocolate! —vino corriendo a mí.

—De acuerdo, pero primero debes cambiarte de ropa.

—¡Sí, chocolate! —dijo muy emocionada.

—Le agradas —comentó Logan.

—No hay nada que no se solucione con chocolate —respondí.

—Por cierto, Luke llamó. Dice que tu padre te espera en casa. Quiere hablar contigo.

—No tengo nada de que hablar con él.

—¿Me dirás que ocurrió?

—¿Ya te cansaste de tenerme en tu casa?

—Dylan.

—Lauren está embarazada.

—Vaya, eso no lo esperaba.

—No me importa ese asunto —dije—. Hoy habrá una fiesta en casa de Monica, seguro Kate irá —cambié de tema.

—Sí, ella me envió un mensaje.

—Lleva a Adriana a tomar su chocolate y su tarta. Yo iré a caminar —dije y me fui para el lado contrario.

Las calles estaban vacías, nadie caminaba en medio de la fuerte lluvia que caía.

«¿Por qué todo tenía que ser tan complicado?»

Entonces todo sucedió muy rápido. Estaba pasando por una esquina cuando de pronto alguien chocó conmigo. Perdió el equilibrio y estaba a punto de caer. La sostuve de la cintura, la vi a los ojos y me perdí en ellos. Y entonces comprendí que no podría librarme de ellos.