17. DYLAN

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Verla en la fiesta me dejó impactado. Con un atuendo que no iba para nada con ella.

«Mentira... si que le quedaba bien ese vestido».

¡NO! Pero qué demonios estaba pensando. Yo la odiaba, y no dejaría de hacerlo.

«El collar».

Su collar era algo único, jamás había visto algo similar. ¿Se la regalaría Liam? ¿Oh sería su ex? Ahora que lo recordaba, cuando la encontré en la tarde iba conversando por teléfono con un tal «Jacke», ¿seria él?.... ¿Y por qué habría de importarme?

Liam y ella salieron de la cocina, juntos, ella tenía un vaso en la mano y riendo por algo que Liam había dicho. Breeze me miró y sonrió.

—¿Lo ves? Si soy capaz de tomar por diversión —ella llevó el vaso a sus labios—. No vuelvas a hablar de mí como si me conocieras, tú y yo no congeniamos, Dylan, tenlo presente para la siguiente.

—Ya veremos si no te conozco en realidad, Breeze —dije viéndola a los ojos—. Bien, te doy la razón, tú y yo jamas nos llevaremos bien. Tampoco te conozco, pero tengo una noción. Es fácil decifrarte, Breeze —ella frunció el ceño—. No te preocupes, no me interesa relacionarme contigo, solo no te cruces en mi camino en lo que resta de la noche.

—¡¿Crees que me interesa encontrarme contigo?!

—Pregúntatelo tu misma, Breeze —le sonreí y me fui, dejándola con la palabra en la boca. Ella sabía que no me gustaba que me dieran la contra, sin embargo lo hacía para fastidiarme.

Pasé un buen rato sin encontrarme con ella, y ese simple hecho hacía que disfrutara la fiesta al máximo. La música estaba a todo volumen, había gente borracha ya, que bailaban solo para disfrutar el momento. Incluso habían personas que se aventaban a la piscina.

Fui a la cocina para servirme otro trago, y de pronto se me acercó una chica. No recordaba haber tratado jamás con ella.

—Dylan, ¿por qué tan solo? —se me acercó y pasó sus brazos por mi cuello —¿Dónde está Ashley?

—No lo sé —respondí.

—Pues así es mejor, ¿no crees? —no respondí nada— ¿Te parece si nos divertimos? —se acercó y me besó, por supuesto que no la rechacé.

Su boca sabía a vodka y algo de tabaco. Llevó sus manos a mi cabello, y comenzó a tirar de ellos. Luego bajó sus manos por mis hombros.

—Vamos... a otro... lado —dijo entre suspiros. Estábamos en la cocina, y al parecer a nadie le importaba si dos personas se enrollaban en frente de ellos.

—De acuerdo —ella (ni siquiera sabía su nombre) me tomó de la mano y salimos. Entonces algo llamó mi atención, mejor dicho alguien.

—¿Qué pasa? —dijo al ver que me detuve.

—Adelántate, yo te alcanzo.

—No te demores —ella se fue.

Me dirigí al sofá.

—¿Por qué Liam no está aqui? ¿Acaso te dejó por otra? —me senté a su lado.

—Qué quieres Dylan.

—Oye, vengo a hacerte compañía y tú me tratas así —dije.

—No, tú vienes a fastidiarme, es tu propósito de vida.

—Bueno, si es lo que tú crees. ¿Me dirás que es lo que te ocurre?

—¿Dylan preocupado? Eso no lo puedo creer —entonces noté que había estado bebiendo.

You... my beginningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora