Sentimientos Latentes || Fanfic || Yaoi || Wigetta || 21

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-Narra Vegetta-

Pensaba que haber hablado un poco con él conseguiría relajar el carácter adusto y vengativo con el que me había pagado los últimos días. Pero no estaba en lo cierto, y después de haber compartido la cena siguió comportándose de la misma manera despreciativa, o todavía peor.  Yo resistí con paciencia, tomándome con calma sus ofensas, las indirectas que tuve que escuchar en nuestro episodio y como cuando estaba infravalorando completamente todo lo que yo decía, tramaba alguna travesura para estropear mi trabajo. Yo le reprendía como siempre, en cierto tono cómico, aunque internamente empezaba a cansarme que me tratase de un modo tan cruel. Sabía que le había hecho daño, y yo me sentía culpable por eso ¿Pero justificaban mis acciones su maltrato? Solamente le había rechazado, y no con fines egoístas, le había rechazado porque quería ser sincero con él en todo momento y temía hacerle daño en un futuro si descubría que mis sentimientos hacia él eran un mero encaprichamiento producto de la desesperación y la soledad. Pero se comportaba como un niño inmaduro, que después de haber sido rechazado necesitaba martirizar constantemente al causante de su despecho. 

A diferencia de él, yo sí intentaba ponerme en el lugar del prójimo, y para ahorrarme discusiones quise comprender que estaba dolido porque esperaba que pudiéramos terminar juntos y yo le había roto aquellas esperanzas. El caso es que en ningún momento yo había pensado que Willyestaría cariñoso conmigo después de mi negativa, que estaríamos como siempre o que no me guardara rencor.Claro que no esperaba eso, pues no era tan ingenuo.. pero ¡Madre mía del amor hermoso! Tampoco esperaba que se convirtiera en un ser molesto y vengativo , que o me ignoraba, o me miraba con el mayor desprecio del mundo o se dedicaba a intentar molestarme constantemente. Ya lo había hecho varias veces durante la semana que atravesábamos, descolocaba o ensuciaba intencionadamente, me reprendía sobre las cosas que yo decidía comprar cuando él se negaba a acompañarme a hacer la compra. Y yo aguantaba, mientras pensaba que iría al cielo de cabeza por soportar esas impertinencias sin alzar la voz contra mi compañero de piso para no continuar hiriendo sus sentimientos.

Pero todo empeoró cuando después de comer, Luzu me preguntó si quería jugar a Gta con ellos. Yo accedí de buen agrado, aún sabiendo que el pequeño despechado también estaría jugando en nuestro mismo servidor. Estábamos prácticamente todos, alex y frank también, y empezamos a jugar. Al principio quise ser gentil con Willy tanto para que no se notase en el vídeo que estábamos enfadados, como porque ansiaba tener buenas conversaciones y consideré que aquel era un buen indicio. De esa manera no dejé de hablar con él, mostrándome amable, ofreciéndole mi coche y recogerle, preguntándole que deseaba hacer y secundando sus ideas, poniéndome de su parte. Pero  no resultó, el menor me ignoraba cuando le hablaba, tenía que repetir su nombre mil veces y decirle nuestros amigos que yo le estaba llamando para que me respondiera, y lo hacía de una forma tan fría y antipática que se me quitaban las ganas de seguir buscándole. Con ese pésimo intento desistí en querer llamar su atención, ante su ignorancia decidí corresponderla para no armar revuelo y simplemente me dediqué a prestar atención a los otros jugadores. ¡Pero que chico más malo! En cuanto empecé a ignorarle, me buscó él. Claro que no me hablaba, pero no me dejaba conversar con otros. En cuanto me divertía con Luzu o con cualquiera se dedicaba a hacer volar por los aires a mi personaje y sus vehículos, molestándome de todas las formas posibles para que no pudiera jugar tranquilo. Yo empezaba a perder la paciencia, pues estaba dejando que nuestros problemas personales interfirieran en los vídeos e hicieran sentir incómodos a nuestros amigos. Aún así me lo tomé con humor para que no se notase mi irritación, continué ignorándolo pero tras la quinta muerte consecutiva reprendí su actitud en la conversación de Skype, frente a todos.-Tío, ya está bien ¿No? Déjame jugar tranquilo.-Exclamé enfadado. El resto dijo cosas como ”Uuuh, salseo” Y no eran conscientes de lo que verdaderamente pasaba entre ambos. Escuché al menor reírse, de una forma bastante cruel.-Ya Pringetta, deja de llorar.-Exhalé una gran bocanada de aire, mientras reunía todas mis fuerzas para no ir a su habitación y empotrar su cabeza contra la pantalla del ordenador. Alexle rió el comentario, y yo les ignoré mientras seguía jugando. Todo habría quedado ahí si él hubiera parado, pero me mató unas tres veces más, y perdí por completo la paciencia. Apagué el Skype, cerré todo, me levanté y fui directamente a su cuarto, notando como mi cuerpo hervía de la rabia contenida durante estos días en los que había aguantado pacientemente toda su bordería.

Sentimientos Latentes (Wigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora