Sentimientos Latentes || Fanfic || Yaoi || Wigetta || 25

38.5K 2.5K 374
                                    

-Narra Vegetta-

Cuando terminé el directo, eran las dos de la mañana. Lo había hecho sin poner la cámara, pues esta apuntaba hacia mi lecho, donde Willy descansaba desde hacía ya unas horas.Estuve todo el directo susurrando para no despertarlo, afortunadamente su sueño no se vio perturbado. Cuando le propuse dormir en mi cama, olvidé por completo que aquel día me tocaba hacer directo, y demoré esto el mayor tiempo posible. Tenía la cabeza ocupada en preocuparme por su bienestar, pero finalmente parecía que había sido un revoltijo en el estómago, al comer esos extraños fideos que nunca antes habíamos comprado. Apagué el ordenador y me quedé mirando mi cama, con ciertas dudas sobre si quedarme en ella o irme a dormir al cuarto del menor. Entonces abrió los ojos, visiblemente adormilado.-Hm.. ¿qué hora es?.-Preguntó entonces, no entendía como se despertaba ahora que me había callado y no mientras hablaba en el directo, aunque mi voz fuera apenas audible.-Es.. tarde, vuelve a dormir.-Aconsejé, pues se notaba que estaba más dormido que despierto. Se quedó un rato callado, lo que me hizo pensar que me había obedecido, pero después me dijo que durmiera, como si estuviera preocupado por mi desvelo. Tenía los ojos cerrados, las mantas le cubrían hasta los hombros y su mejilla se aplastaba contra la almohada. Ofrecía una imagen tierna y vulnerable, que me llenaba de deseos y ansias por protegerlo. Su móvil en la mesita de noche volvió a vibrar, como tantas veces había pasado ya. Lo fulminé con la mirada, tenía ganas de coger el aparto y tirarlo por la ventana solamente de pensar que era aquel estúpido guiri del gimnasio quien estaba acosando a mensajes a mi pequeño. Aún no comprendía como el insensato de Willy había dado su número de teléfono a aquel robusto desconocido, que bien podría ser un psicópata o algo similar. Cada vez me sorprendía más su inexperiencia, seguramente ni se le había ocurrido pensar que aquel hombre solamente quería una cosa de él, una cosa que le hubiera dado a cualquier otro que hubiera correspondido su mirada voraz.Consideraba que aquel estúpido solamente se había interesado por el menor por su aspecto dulce, porque un extranjero aquí llamaba la atención, pero no le conocía, desconocía por completo lo especial que era Willy, y tampoco le importaba. Este tipo de personas que flirteaban con cualquier desconocido eran promiscuas a más no poder, y a mi compañero de piso no le convenía la compañía de semejantes personas. Ignoré la vibración, y él pareció no escucharla. Me quité la camiseta y cuidé de quitarme los pantalones, como normalmente hacía, para no incomodarlo. Tuve que quedarme con ellos puestos, aunque afortunadamente eran elásticos, y así me metí en la cama.

Me tumbé a una distancia de seguridad, de modo que nuestros cuerpos no tuvieran que tocarse en ningún momento. Pensaba mantenerme así pero él se revolvió entre las sabanas y dejó caer su cabeza sobre mi hombro desnudo. Sentí un cosquilleo en la zona, y su aliento rozándome la piel.-Porqué tan lejos?.-Preguntó, y advertí que él todavía estaba adormilado, posiblemente se volvería a quedar dormido enseguida, Willy jamás diría algo tan directo sin tartamudear estando en pleno uso de sus facultades mentales. Exhalé una bocanada de aire, quizá había llegado el momento de intentar ser sincero.-No es que no quiera acercarme.. pero no quiero volver a hacerte daño.-No sé porque estaba susurrando, si ya ambos estábamos despiertos. Gustosamente hubiera abrazado al menor bajo las mantas de mi cama, pero temía darle esperanzas que mi confusión no pudiera alimentar, temía evocarle recuerdos de nuestra melosa semana juntos y que volviera a ponerse triste. Así que, en este caso, lo mejor que yo podía hacer por él era mantenerme alejado.-Me.. me.-Balbuceó, quedándose callado después, como si su mente estuviera demasiado adormilada para asimilar lo que quería decir. Tras unos segundos completó la frase.-Me duele también que no te acerques.-Concluyó finalmente, y yo noté una punzada de dolor en el corazón. ¿Acaso no comprendía en que encrucijada me estaba metiendo? Si obedecía mis deseos más egoístas y me acercaba, le lastimaría. Si, en cambio, me fastidiaba permaneciendo lejos para no causar molestias, le lastimaba igualmente. Ya no sabía que hacer, que era lo correcto, para satisfacer a Willy y para satisfacerme a mi mismo. Giré el rostro para mirarle, continuaba apoyado contra mi cuerpo, con los rasgados ojos prácticamente cerrados. Obedecí sus deseos y pasé el brazo por debajo de su cuerpo, apoyando la mano en su cadera y acariciándola de vez en cuando con el pulgar.-¿Sabes Willy? Estoy muy confundido. Mis sentimientos son muy contradictorios, mis pensamientos todavía lo son más. Sé que me gustas, nunca he dudado de eso, pero no consigo aclararme. Estoy convencido de que no me gustan los hombres, y por mucho que me gustes no puedo imaginarnos caminando por ahí de la mano, o cenando juntos en plan.. en plan pareja ¿Tú puedes? Sería raro.-suspiré, mirando al techo, o eso haría si las luces no estuvieran apagadas. Agradecí que no me interrumpiera, continué hablando.-Sé que piensas que soy culpable de todo, y a veces yo mismo me lo considero. Pero es que tú.. me gustaría que compartieras el peso conmigo, el de preocuparte por las etiquetas que nos pongan, por el odio que nos rodea.. no porque debamos dar importancia a esas personas sino porque puede llegar a ser nocivo para nosotros, por el que dirán tanto la gente que queremos como la que no. Por el futuro.. porque soy el único que lo hace, y lo siento como una carga. Porque sé que tú solo piensas en el presente y en estar juntos, ojalá fuera tan fácil como crees que lo es.. de verdad ojalá fuera así, me haría muy feliz, pero no lo es.-Me humedecí los labios.-Al principio no quería que compartieras ese peso porque te haría sufrir, porque a mi me hace sufrir saber que está ahí, que existe.. pero los dos somos adultos, y quizá es mejor que los dos pensemos en todo, así podremos consolarnos mutuamente, como un equipo o como.. una pareja.-Suspiré, no quise ser muy específico. Me cuidé de mencionar los comentarios de odio que nos llegaban directamente, los vídeos que existían sobre nuestra supuesta relación y lo que opinaba la gente de ella. Estaba bastante triste, llevaba tiempo conteniendo todo lo que pensaba sobre esto, y esperaba que Willy no tomara como un acto egoísta que no soportara llevar todo el cargo de la responsabilidad y que quisiera repartir un poco con él. ¿Me hacía eso egoísta? Quizá sí, pero no aguantaba más, necesitaba su consuelo.. su opinión. Agaché la mirada hacia mi hombro, donde yacía apoyada su cabeza. Dormido. Se había quedado dormido, quizá incluso antes de llegar a la mitad de mi susurrado discurso. Suspiré.-O bueno.. nada, déjalo.-Besé su frente como pude y cerré los párpados, intentando quedarme dormido pese al abatimiento que albergaba mi corazón.

Sentimientos Latentes (Wigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora