-Narra Vegetta-
No me podía creer que hubiera llegado tan lejos, hasta el punto de haber guiado hasta nuestra casa a un completo desconocido. Hasta el punto de haber traído al hogar que juntos habíamos creado a una persona ajena a nosotros. Hasta el punto de haber correspondido su beso, hasta el punto de haber mancillado nuestro territorio de la peor manera. Me ponía todavía más furioso que con él todo parecía menos grave, me miraba con su cara de niño travieso pero inocente y entonces me hacía sentir culpable, aún cuando él tenía todas las culpas esta vez. ¡Y lo distinto que habría sido todo de haber estado yo en su lugar! Él era celoso desde siempre, me había celado incluso antes de darme cuenta de sus sentimientos, siempre se mostraba celoso cuando yo hacía caso a alguien que no era él. Jamás se me hubiera pasado traer a una completa desconocida y besarle en el mismo sitio donde nosotros lo habíamos hecho. Willy me habría hecho sentir el peor ser humano del planeta de haber hecho eso, en cambio, ahora lo había hecho él y con sus extremidades temblorosas me hacía sentir igualmente lo peor por rechazar su mano. Era realmente injusto. Ya no solamente se trataba de que hubiera desvelado nuestro hogar a ese estúpido extranjero, que pudiera habernos metido en problemas graves. ¡Le había correspondido! Estaba tan encolerizado cuando observé a través de la mirilla que me costó un esfuerzo abismal retener mis ansias por abrir la puerta y pegar un puñetazo a ese idiota. No solamente estaban besándose.. prácticamente le estaba magreando, se estaba apretando contra su cuerpo como si le fuera la vida en ello. Nunca antes me había sentido tan enfadado, y tampoco tan decepcionado. Hasta podía entender que poco después de nuestra ruptura él me cambiara por un tipo más musculoso, comprendía perfectamente que buscase ser feliz.. pero no en casa, no en un sitio donde yo pudiera verlos, eso era pasarse de egoísta. Casi me asqueaba pensar que ahora los labios del menor tenían el sabor de los del rubio. ¿Serían novios ahora? Él le había dejado marcarle. ¡Había dejado marcar su cuello por esa asquerosa boca! Tenía un chupetón enorme, un círculo morado ensuciando su pálida piel. Se había dejado marcar como si fuera ganado por un hombre que apenas conocía, yo que le consideraba inocente, virgen, puro. Agarré la almohada con fuerza, furioso conmigo mismo por darle más vueltas al tema de que le hubiera besado que al tema de que hubiera desvelado nuestra ubicación. No pensaba tolerar que volviera a traer a nadie a casa, y si volvía a hacerlo entonces yo me vengaría. Encima le escuchaba sollozar tras la pared de mi habitación, y eso me enrabiaba todavía más, eso me llenaba los ojos de lágrimas.
Media hora después escuché como sus pasos se dirigían a mi habitación, y en unos segundos como sus nudillos golpeaban contra la puerta.-Vegetta.. -Usó esa tonalidad en su voz, ese murmuro suplicante al que sabía que yo no podía resistirme. No respondí, corrí hasta el baño para lavarme la cara y mirarme en el espejo. Tenía los ojos algo rojos, pero había bajado su hinchazón. Me quedé unos segundos mirándome, sintiéndome patético.. hacía años que no me ponía así, pero aunque las apariencias engañen yo siempre me había considerado alguien muy sensible. Las cosas personales no me afectaban con facilidad porque yo era dado a encerrarme en mi propio mundo fantástico e ignorar al resto de personas, pero ahora que él formaba parte de ese mundo.. yo le había permitido entrar, y ahora tenía el poder de hacerme cuanto daño quisiera.-Vegetta.. perdón, tienes razón, perdóname..-Seguramente se había cansado de llamar, simplemente me hablaba detrás de la puerta. En otra ocasión hubiera apreciado el detalle, porque Willy era una persona muy orgullosa y sus disculpas algo poco frecuente, pero el asunto era demasiado grave como para que le perdonara por algo tan simple. Dudaba que pudiera volver a confiar en él, acabaría por meternos en problemas.-Porfavor.. quiero hablar, te entiendo. He sido insena..insensato, lo sé.. ¿Puedo pasar?.-Suspiré.-Te he traído almendras..-Procuré no sonreír, no, no quería que me hiciera sonreír en un momento así. Caminé hasta la puerta y la abrí. Él estaba sentado en el suelo, seguramente al cansarse de tocar se había sentado y me hablaba así.-¿Qué?.-Pregunté y él se levantó, abriendo mucho los ojos, como sorprendido de que hubiera abierto. Me dio el paquete de almendras y ambos pasamos dentro.-Me arrepiento mucho de haberle traído a casa, de verdad.-Me senté en la cama, pero él no parecía atreverse a hacerlo también. No se lo ofrecí.-Podrías haberlo pensado antes, nunca lo haces.-No podía dejar de mirar el chupetón en su cuello. No dudaba que de no ser por el calor él se lo habría cubierto con una bufanda o un jersey de cuello alto,pero además él no tenía ese tipo de ropa. Su vestimenta solía ser sencilla. Le delataba que constantemente se frotaba el cuello con la mano, como queriendo cubrirlo.-Sé que hay veces que solamente pienso en divertirme e ignoro el resto. Pero estoy acostumbrado.. hubo un tiempo en que tenía que ignorar lo malo porque era tan sensible que me afectaba demasiado.-Suspiré, intentando calmarme. Intentar no pensar en como lucía cuando otro le había besado.-¿Crees que a mi no me afecta? Pero eres un adulto, no puedes ignorar todo lo malo, eso no hará que desaparezca.. sé realista, debes afrontarlo.-Se recostó contra la pared, asintiendo con la cabeza tras escucharme.-Yo intento pensar siempre en todo, porque si los dos pensáramos solamente en lo bueno nuestra vida sería un caos. Y vienes tan.. tan positivo en unos aspectos, que no puedo evitar sentirme rematadamente solo en esto, como si yo llevara el peso de la realidad por ambos.-Suspiré, necesitas decir esto, realmente era así. Willy había pensado solamente en lo bueno de conocer a un chico, no en las cosas malas que esto podría traerles.Willy se divertía con los comentarios positivos sobre nuestra serie, mientras que yo tenía que leer los negativos o las críticas para responderlas o remediarlas. Willy había pensado simplemente en estar juntos, mientras que yo no había podido disfrutar de estos deseos por pensar en el odio de la gente, en que podíamos perder nuestro trabajo o incluso que podrían intentar atacarnos. Me gustaba que fuera adorable.. de verdad, pero estaba cansado de ser el único adulto, el único que le protegiera. Porque yo también necesitaba que alguien me abrazara y que enfrentara los comentarios negativos por mí, que me consolara cuando fuera necesario.. yo también quería que él cuidara de mí, pero era demasiado egoísta para darse cuenta. El menor no tenía ni idea de lo que era una pareja, seguramente cuando quiso salir conmigo se imaginaba que yo le abrazaba y consolaba constantemente, que yo le cuidaba, dispersaba sus inseguridades.. y estaba bien, quería hacerlo, pero no habría pensado en él abrazándome o consolándome de igual manera, no.. él desconocía que el sacrificio en una pareja debía ser mutuo.
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Sentimientos Latentes (Wigetta)
FanfictionEs difícil convivir con tu mejor amigo cuando descubres que tus sentimientos hacia él no son únicamente amistosos. Eso le ocurre a Willy, que tras las reiteradas indirectas de su compañero de piso, empezará a sentir por primera vez lo que es estar e...