Mi Bella Luna

6. Cabaña

Lucas Harris.

No lo soporto más.

Necesito llegar a la manada rápido, siento que me estoy asfixiando con el aroma de ella encerrado aquí. Ha olvidado su bolsa y el olor de su ropa me tiene embriagado.
Necesito marcarla para que esto no vuelva a ocurrir.

Hades había tomado el control en la playa, su cuerpo lo volvió loco, quería morderla por todas partes demostrando que era de nosotros.

Estoy conduciendo a toda velocidad, tuve que comportarme como un humano reprimiendo mis instintos. No lo puedo soportar mas, su aroma y su toque me tortura.

Al ser Alpha, mis instintos eran más dominates, y he aprendido sobrellevarlo.

Pero con Leia... era como si no estuviera cuerdo y mi parte animal quisiera poseerla, que nadie la mire, la huela, la toque.

Cuando pasé la frontera de mi territorio apagué inmediato el carro y me transformé, necesitaba cazar, desquitarme con algo, necesitaba sentir la carne rompiendo con mis caninos.

Por la Diosa, su olor la siento en mi hocico, necesito marcarla y aparearme con ella o me voy a volver loco. Era como sentirla en este momento frente a mi.

Asesiné a dos ciervos y un conejo. Mis encías dolía, esto no era suficiente.

Quiero su piel, mis colmillos en su cuello.

Había sido un error estar tan cerca de ella, había hecho lo imposible para que no ocurriera nada más que simple roces.

Rugí. Rugí en llamado a Jeff y Dylan, si no venían de inmediato iba a cometer una locura e íbamos a exponernos.

No la busques. No la busques. No la busques.

Gruñí furioso y con mi hocico empuja la tierra sobre mis patas.

Comencé a excavar en la tierra para que mis energías se agotaran, pero nada era suficiente.

La quiero.

Escuché los pasos y percibí el olor de ellos. Me transformé a forma humana, mi aspecto debía ser salvaje porque sentía mis colmillos listos para destrozar.

— Llévame a los calabozos y átame con las cadenas — mi autocontrol estaba apunto de terminarse e iba a ir a la ciudad a cometer el peor error de mi vida — ¡Ya! Estoy por buscarla — caí de rodillas y clavé mis garras en la tierra.

Ya no escuchaba nada más que mi corazón y su voz en mi mente. Esto dolía.

Me daría un infarto si no me sedaban.

Ya no supe que más pasó, sentí un picor en mi muslo y después mis músculos fueron recorridos por un hormigueo.

* * * *

— Alpha — sentí unos toques en mi cara — Alpha — ¿Qué estaba pasando? — Lucas — abrí los ojos lentamente, todo estaba borroso y tratando de enfocar mi vista, frente a mi estaba Jeff con una expresión de alivios — ¡Por la Diosa! Pensé que me había excedido con los milílitros.

Sentí unas manos debajo de mis brazos. Tenía un dolor en mi occipital que me hincaba.

Jeff me ayudo a sentarme, mi espalda tocó algo duro y húmedo, me guie con mi olfato.

Estábamos en la mazmorras. Mi cabeza palpitaba, iba a sobarla cuando sentí el metal alrededor de mis muñecas.

— ¿Qué demonios me pasó? — Mi visión volvió a la normalidad. Jeff me miraba preocupado y Dylan se encontraba de brazos cruzados.