Un día con Hazel y los hermanos Harris.
— ¡Hazel! ¡Ya pasó media hora! ¿Estás lista? — Luca gritó recostado en su camioneta esperando a su hermana. Ya estaba impaciente, su hermana le había dicho que esperara cinco minutos, lo había hecho esperar casi una hora. ¿Cuánto se tarda en vestir esa mujer? Se estaba comenzando a enojar. No debió a comprometerse a llevarla a la escuela, pero no quería que ningún macho esté sobre ella, aún era la princesita de la casa.
Hazel terminó de imprimir el ensayo que había hecho en menos de una hora, no debió ir a esa fiesta a noche y dejar sus deberes a lado, porque si entera su hermano Luca, se enojaría con ella y ya no la llevaría al colegio.
Necesitaba aprender a conducir.
— ¡Hazel! — rugió Luca enojado, impaciencia era su segundo nombre.
Hazel agarró su bolso, lo llenó de sus cuadernos y se colocó un poco de chopstick de naranja en los labios. Lista.
Bajó las escaleras con rapidez saltando los escalones, iba tan distraída que si no fuera por su hermano Mason, se hubiese caído de boca.
— Hey Hey — la agarró de la cintura antes de caer y la estabilizó — No corras en las escaleras así, Hazel. Te lastimarás, ya te lo he dicho — revolvió el cabello de su hermana.
— Lo siento, voy apurada. Luca me espera.
Mason asintió y le sonrió. Le deseó suerte y se fue al despacho de su padre.
— Por la Diosa — suspiró Luca tratando de no gritarle a su hermana — Tu... — la señaló furioso — Por la Diosa Hazel. Que sea la última vez que me haces esto — se dirigió a abrirle la puerta del carro a su hermana — ¡No tengo todo el tiempo del mundo!
— ¡Entonces no me lleves! Le puedo decir a algún guardia.
— Lo siento por gritarte, pero me dijiste cinco minutos, Hazel.
¿Quien demonios se cree que en "cinco minutos" alguien está listo?
— Lo siento mucho, estaba ordenando mi habitación — le dijo inocente con una sonrisa. No le diría que estaba haciendo deberes porque o si no le iría de chismoso a sus padres y ahí si no la dejarían salir jamás.
Se subió a la camioneta porque no quería escucharlo.
— ¿Por qué diablos ordenas tu habitación a las siete de la mañana? — accidentalmente sin medir su fuerza cerró la puerta del copiloto muy duro asustándola. Rodeó la camioneta y se subió.
— Ya sabes, Quiero estar relajada a buena mañana un lunes.
— ¿Arreglar tu habitación te relaja? ¿Un lunes?— resopló irónico — Claro — se burló.
— A mi si — Hazel trató de no sacarle las cosas en cara porque estaba en su camioneta. Luca arrancó — Deberías a hacer lo mismo, no deberías dejarle a Rosa que ordene tu habitación, ya tienes 21 años, muy grandecito por cierto.
Luca la miró acusadoramente.
— Yo lo haría si pudiera, pero estoy ayudando a mi padre con la empresa — tenía un punto, fue el único de los cuatro que estuvo dispuesto a involucrarse más en el mundo humano.
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Mi Bella Luna
Werewolf- Leia, eres todo lo que necesito y quiero - murmura Lucas sobre mi cuello, erizando mi piel. Un Alpha enamorado de su humana. Una humana descubriendo lo desconocido. EDITANDO