20. Familia reunida.

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Lucas Harris.

No te vas a escapar de mí Leia.
Me siento furioso y también herido.
No quiero que se aleje de mí, ella siempre tiene que estar conmigo. Es mía. Mi luna.

Tenemos que controlarnos.

Me subo a la camioneta para dirigirme a su casa. Vamos a darle una pequeña sorpresa.

¿Cómo se atreve a huir de mí? No entiende que lo hago por nosotros. Nadie puede tocarla, ningún macho. Nunca en mi vida me he contenido tanto para no destrozar a alguien, no puedo creer que no haya matado a Langford en frente de todos.

Minutos después estoy afuera de su casa con los guardias que no me dejan pasar por órdenes de Leia. ¿Cómo demonios llegó más rápido que yo?

—Muchas gracias, avísele que llegaré en la noche —el guardia me mira, asiente serio e ingresa por el gran portón.

No sabes lo que soy capaz por ti mi luna. Modo acosador activado. Conduzco mi camioneta por unas cuadras lejos de la casa. Camino hacia su casa, como los guardias son unos inservibles, escalo el muro que está cerca del árbol.

¿Dónde está? Olfateo en el aire detectando que está en el piso de abajo. Suelto algunas ramas para bajar. Tengo que ser muy silencioso porque hay dos perros excavando un zapato viejo.

Mmm lasagna. Sin duda era su comida favorita.

Algunos guardias están con los otros perros jugando ¿No deberían estar trabajando? y otros están vigilando el sector. Me agradan, pero no tanto, no se han dado cuenta que estoy aquí. Tenía que llevarme a mi luna a un lugar más seguro, mis guardias la protegerían incluso darían su vida por ella. Cuando un guardia pasa debajo del árbol, donde puedo ser visto, salto para escalar su balcón e ingresar a su habitación.

Bienvenido al paraíso.

Cuando ingreso el aroma de mi luna golpea fuertemente. Toda la habitación huele como a los Dioses divinos.

Bajo sigilosamente las escaleras, sonreía feliz, ella no puede evitarme, ingreso a la cocina, la veo sentada en la isla dándome la espalda, parece que está comiendo algo. Si, está comiendo.

Esa sexy figura de su espalda, me vuelve loco y su largo cabello ahora recogido enseñando la marca y desprendiendo su deliciosa aroma a coco y melón. Puedo conmigo.

—Que bella vista mi luna— mi luna comienza a toser por el susto, y voy a su rescate, pero cuando me acerco pone una mano y se golpea el pecho para apaciguar la tos.

—¿Qué haces aquí? — me mira asustada y ruedo los ojos. Deja su plato de cereal con leche y como si fuera la peste se va al otro lado de la isla a picar vegetales.

—¿Pensabas que te ibas a alejar de tu Alpha controlador?—ella niega con la cabeza tratando de no sonreír, ya no está muy enojada creo ¿O es una sonrisa asesina? La vuelvo a mirar para identificar por qué sonríe — No mi amor, donde tu vayas ten seguro que iré por ti—deja de picar y me mira seriamente. No, no está feliz.

—Hablemos como los adultos que somos—deja el cuchillo en la tabla—Vamos a la sala.

Se da media vuelta y la sigo. Que trasero.

Leia se sienta en un sillón individual sin darme espacio. Que astuta.

—Que no se vuelva a repetir lo que le hiciste a Peter.

—No me pidas eso mi luna. No voy a quedarme parado viendo como habla idioteces de tí.

—Lo sé, pero sé como arreglármelas, y no es con violencia ¿Prométeme que no va a pasar de nuevo?

Mi Bella LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora