Lucas Harris
Zeena no había cambiado ni un poco desde que lo vi hace 20 años. Era raro verlo tan tranquilo sentado sin hacer alguna estupidez. Eran de irritar a todo el mundo hasta que lo rogaran que parara. Sigue teniendo los mismos gestos y el mismo aspecto. No me sentía tan cómodo.
— ¿Lucas, dejarás de mirarme? — dejó sus bocadillos de queso a un lado y me miró sin rastro de burla.
— Esto es muy... raro para mí — fijé mi visión en el lugar donde Leia se ha ido. La quiero a mi lado para abrazarla, que se esté demorando me está irritando.
— Define raro. No me digas que siempre has sentido cosas por mí ¿Acaso estás enamorado de mí? — me da una sonrisa pequeña. Se me hacía extraño verlo reír cuando sus ojos se veían vacíos, me daba un mal aire.
— Para ti raro es estar sentado y tranquilo sin estar jodiendo a alguien a tu alrededor — Zeena se encoge de hombros y sigue comiendo. Era incómodo también, estar frente a él, tener a un examigo con el que has pasado tu infancia con él, y que ahora tenerlo frente a él... éramos desconocidos.
Podría recordar algunas cosas de él, pero ya no lo conocía.
Solíamos trepar árboles, era la mejor parte del día. Algo dentro de mí se alegra de que él haya podido crecer fuera de esa familia destructiva, aunque él se haya alejado de mí.
— Es muy linda tu Luna... — habla de la nada. Lo miro nuevamente.
¿Crees que no lo sé?
— Por supuesto que lo sé. Dime algo que no sepa.
— La Diosa luna tiene cabello rojo...
¿Qué?
— ... Todos ustedes creen que ella es blanca como la nieve. Nada que ver.
— ¿La has visto? — nadie ve Dioses, solo Dioses.
— Puede que si, puede que no — metió un puñado de papas a su boca ¿Desde cuándo comía de esa manera?
— Leia tiene un nombre que me gusta. Me he acostado con dos llamad-
— Por la Diosa. Cállate.
— ¿Tiene hermanas? — niego — ¿Primas? — niego — ¿Hermanos? — y ahí está su sonrisa juguetona.
— Si, pero todos tienen parejas, ¿Desde cuándo le vas a ese camino? — se encoge de hombros y se recuesta en el respaldar.
— Sexo es sexo, Harris — se burló.
Leia aparece en el comedor con un short y una corta blusa verde, mostrando todo su liso abdomen bronceado, ese que me encanta pasar mi lengua y besarlo, donde posiblemente alberguen a mis cachorros muy calientitos.
Se ve increíblemente sexy, pero no puedo permitir que los demás la vean así. Ella es mía.
— No — ella me mira confundida y detrás de ella viene Laura con una amplia sonrisa — Leía No.
Necesitamos calmarnos.
— ¿Leía no que Lucas? — coloca brazos de jarras.
— Si Lucas ¿Leía no que? — Laura adopta la misma postura de Leia.
— Si Lucas ¿Leia no que? — Zeena decide meterse.
— Todo lo que estás vistiendo está... muy corto.
— Pues claro, chucho. Está haciendo un calor que te mueres — Laura le sonríe a Leia y acaricia su brazo.
— Es lo más cómodo que hay y lo único que me está manteniendo fresca.— no puedo verla con esa ropa. Ella es irresistible y mi perdición. Zeena que seguía comiendo mientras miraba su cuerpo.

ESTÁS LEYENDO
Mi Bella Luna
Hombres Lobo- Leia, eres todo lo que necesito y quiero - murmura Lucas sobre mi cuello, erizando mi piel. Un Alpha enamorado de su humana. Una humana descubriendo lo desconocido. EDITANDO