33. Luna de la manada.

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Leia Baltimore.

— No entiendo ¿Por qué no lo besas de una buena vez? — Laura está jugando con el agua del pozo distraída, mientras yo estoy esperando su respuesta de la misma pregunta que le he estado haciendo estos últimos minutos. Yo pensaba que ella quería encontrar a su compañero.

— Es... complicado — me sonríe tristemente. Observo su redondo rostro afligido. Laura siempre está con una sonrisa en su rostro, generalmente sus ojos pasan todo el día achicados por sonreír.

— Estos días que he tratado con Dominik, me ha caído muy bien, se ve que es un buen sujeto — ella asiente, pero sus ojos no derrochan otra cosa que no sea tristeza.

Han pasado cuatro días desde que Laura y Dominik se encontraron. Laura y el se la pasan peleando todo el día. Laura es la que lo evita y Dominik enfurece. El trata de acercarse a ella, pero Laura lo impide.

¿Saben las cantidades de veces que Dominik la ha secuestrado? Ufff. No me preocupo porque sé que si Laura quiere defenderse lo hubiera hecho hace rato.

— Dominik es maravilloso. Un buen Alpha, un enorme macho que llena todas mis expectativas... supera todos mis estándares, altera mis hormonas. Es tan dulce y lindo... — su voz se agudiza y lleva las palmas de sus manos a su frente.

— Pero...

— No lo entenderías.

— Déjame entenderte.

Ella sale del río y se sienta al lado mío. Suelta un dramático suspiro y me mira.

— Desde hace una semana exactamente, he tenido sueños en dónde aparece mi... Dominik, es como si la naturaleza me haya avisado de su aparición.

— Mira tú, los ancestros te avisan que tu Alpha iba a llegar — ella sonríe sin ganas.

— Me avisan para decirme que me lo van a quitar.

— ¿De qué estás hablando?

— He soñado desde ese día con mi alma gemela, nunca me mostraba su rostro, solo se que es él, lo sentía, toda las noches aparecía en mis sueños persiguiéndome, cuando lograba encontrarme, de la nada una fuerza aparecía para ver como lo mataban frente a mis ojos — sus ojos ya se encuentran enrojecidos, está a punto de llorar — Se lo que eso significa. Nunca nos tendremos. No me puedo apegar más a él para que el vínculo crezca. Los dos sufriríamos, si yo me alejo de él, evito que lo qué hay entre nosotros crezca... aunque yo ya siento que lo amo — coloca sus manos en su rostro y suelta un sollozo — también puede ser que sea una señal donde me digan que me aleje de él para que el puedo seguir viviendo.

— Oh Laura...

— Siempre quise a mi Shalar ¿Por qué no lo puedo tener?— llora abrazada a sus rodillas.

No puedo creerlo. Mi cabeza procesando todo lo que dijo, eso no puede tener sentido.

— ¿Por qué harían eso? ¿Qué sentido tiene? Encontrar al amor de tu vida para después quitártelo, no tiene sentido — Laura sollozaba fuertemente agarrándose el pecho. No me puedo imaginar el sofocante sentimiento de perder al amor de tu vida. Me acerco más a ella y la abrazo.

— La diosa luna no rige mis creencias, Leia. Yo solo soy una pionera más de la naturaleza, no provengo de ella.

— Pero Dominik si. Créeme que todo va a estar bien — ella sonríe y me abraza.

— Mis visiones no suelen fallar, lo siento tan real. No quiero perderlo, aunque nunca estemos juntos, yo quiero que él viva.

Me sobresalto al ver dos enormes lobos blanco y café caminar hacia nosotras. Casi me muero del susto, son los chicos.

Mi Bella LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora