Leia Baltimore.
— ¡Dos! ¡Tres! — Ángela trata de golpearme de nuevo, pero yo los esquivo rápidamente.
— ¡Mierda...! — ella era muy buena en combate. No he podido ni tocarla.
— ¡Vamos! Tienes que ser más rápida, no he dado casi nada de mí y ya te estás cansando — ella seguía saltando de un lado a otro como si no hubiese entrenado más de dos horas sin parar.
— Déjame... descansar... solo dos minutos.
— ¡Vamos, Leia! Tú puedes, no has utilizado la ventaja de tu nueva naturaleza.
— ¿De... de qué hablas? ¡Llevamos dos horas! — siento mis músculos adormecidos.
— Por supuesto que no lo está haciendo, ¿no te das cuenta? — Ian se acerca a nosotras vestido con ropa de hacer ejercicio. Estos hombres tienen unas espaldas que hacen que tus ojos se queden allí sin darte cuenta.
— Lo sé... — Ángela me mira negando.
— ¿De qué hablan? — me acerqué a tomar agua.
— Sigue actuando como una humana — Ian le dice a Ángela.
— Soy humana ¿No?
— No. Eres una luna, querida — Ian me sonrió falsamente.
— ¿¡Y si hacemos que me golpeé como una Alpha!? — de repente Ángela gritó entusiasmada.
— ¿Por qué siento que estaré muy involucrado en esto? — Ian acaricio su cabeza y resopló.
— Porque si, tú no le temes a nasa. La cosa es ¿Cómo?
Ian colocó sus manos en sus caderas y me miró analizándome.
— Ella tiene sangre Alpha en su sistema, vamos a ver si se activa contra otro Alpha.
— No creo que sea buena idea, Ian — Ángela lo miró preocupada.
— Hazme caso. Ella es fuerte, solo la ayudaré... un poco. Leia debe sacar su fuerza de luna.
— Mi hermano te matará.
— Leia ¿Confías en mi? — no sé que responder y no sé que va a pasar.
— Lo hago — creo — ¿Qué me vas a hacer?
— Que VAMOS a hacer — me corrige — Vamos a pelear.
— Me harás puré en menos de tres segundos.
Ian levanta una ceja aburrido, da un sonoro aplauso y se gira de inmediato a Ángela con una sonrisa.
— No te lastimaré. Ángela asegúrate de que Lucas no entre.
— ¿Será buena idea?
— Por supuesto — Ian bufa — Me lo agradecerán todo el mundo.
Ángela se dirigió a la puerta del enorme gimnasio y nos hizo una seña de que toda va bien.
— Empecemos. Trata de golpearme — Ian mueve su cuello de un lado a otro, se posiciona en modo defensa.
— ¿Qué se supone que tiene que pasar?
— Golpéame.
— Pero solo quie-
— ¡Golpéame, niñita
Traté de moverme rápido y pegarle en el rostro. Pero él solo movió su cabeza como si fuera lo más fácil.
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Mi Bella Luna
Werewolf- Leia, eres todo lo que necesito y quiero - murmura Lucas sobre mi cuello, erizando mi piel. Un Alpha enamorado de su humana. Una humana descubriendo lo desconocido. EDITANDO