47. No somos dos.

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Leia Baltimore.

Cinco años después

— Tienes que colocarlo más a la derecha — le dije a Max, mi nuevo amigo, me estaba ayudando a colocar mis obras en la pared perfectamente.

Hoy día era mi primera presentación para mis obras, estaba muy nerviosa, era mi primera muestra de la galería.

Con los años pude terminar mi carrera de bellas artes, todo con el apoyo y paciencia de Lucas.

Estos cinco años había sido de lo más único. Lucas y Hades han sido de lo mejor que me ha pasado en la vida. Siempre ha estado atento a mis necesidades, que esté cómoda y feliz. A través de los años Lucas y Margarita la mamá de Lucas me han guiado para ser la luna que mi manada necesita. Aprecio a cada uno de ellos, son mi manada y haría cualquier cosa por ella.

Ha habido algunos problemas con algunas manadas pero nada que no se pueda solucionar, hace dos años, algunos cazadores quisieron invadirnos, eran pocos y fue muy fácil que Hades los asesinara él mismo.

He terminado mi carrera con pasión y esfuerzo y no puedo estar más feliz de que hago lo que me gusta, hoy día sería mi primera exposición y quería a mi Alpha aquí conmigo.

No lo he visto hace dos semanas, ya que se ha ido con algunos exploradores de la manada a una expedición en Alaska en busca de unas piedras que no entendía para que servían.

En estas dos semanas con su ausencia ha sido de lo peor, solo nos hemos podido comunicar tres veces. Me he enfermado del estómago la semana pasado y no se me pasa.

Tengo unas náuseas horribles y quiero estar durmiendo todo el día. Extraño a mi Alpha tanto que en las noches lloro por su ausencia, lo quiero conmigo con sus grandes brazos rodeándome y sus besos comiéndome por todos lados.

Exijo a mi Alpha de vuelta, no se cuando volverá. Y espero que pronto.

— Leia, pero está perfecto — Max tenia que estar cansado, ha estado toda la mañana conmigo acomodando los cuadros.

— Te dije que solo un poco más a la derecha.

— Has estado muy exigente hoy día e irritable — movió el cuadro un poco a la derecha.

— Un poquito, pero solo un poquito más — Max rodó los ojos e hizo lo que dijo — ¡Ahí! ¡Justo allí! Gracias — me lancé para abrazarlo, habíamos terminado y en pocas horas empezaría mi exposición, tenía que ir a casa a descansar, estaba muy cansada.

— Joder Leia, estaba punto de dejar tu cuadro allí nada más, tengo que ir a recoger a mi hermana.

— En serio muchas gracias, Max — besé su mejilla y agarré mi bolso, tenía una cita con mi cama.

— No hay de que, pero si vuelves hacerme esto de nuevo te dejaré sola con ellos — señaló todas mis obras, había quedado todo simétricamente.

— Ya calla y ve por tu hermana. Y de nuevo muchas gracias — Palmeé sus mejillas y salí corriendo del museo para irme a mi carro.

Coloqué nuestra canción favorita con Lucas, paradise city, lo quería sentir cerca. Canté a todo pulmón y aceleré para llegar más rápido, la música quedaba con el momento.

20 minutos después estaba subiendo las escaleras corriendo y cuando llegué a mi habitación me tiré a mi cama.

— Dulce hogar y cómoda cama. Hay que casarnos — me saqué el abrigo y mis zapatos para después cubrirme con la cobija que tenía un ligero olor a Lucas.

Mi Bella LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora