Leia Baltimore.
Estás en la casa del chico que te gusta.
Estoy en la casa de Lucas. En su baño.
Respira y tranquiliza tus hormonas.
Estoy en el baño duchándome, Ángela ya me dio la pijama, consiste de una delicada bata color rosa. Era muy delgada para mi gusto.
Por Dios. Ya sé sus intenciones.
Me coloqué frente al espejo, mi cabello estaba atado en una bola, no entendía porque hacía mucho calor, siempre hace frío en las noches, y esta casa parecía estar subiendo la temperatura.
¿O era yo?
Me desnudo e ingreso a la ducha, regulo que la temperatura esté fría. El agua cae de mis hombros hasta los pies. Relajante.
Esta casa tiene algo, estoy segura. Porque siento mis manos como si fueran las suyas, y ahora solo quiero que ese hombre de dos metros ingrese al baño y me empotre con la pared.
Si, quiero eso. A un Lucas salvaje que me parta en dos.
Estaba tan caliente cuando Lucas estaba a mi alrededor. Pero vamos, Lucas está buenísimo. Era un hombre dulce y caliente. ¿Saben la potente combinación de eso?
Salgo del baño enrollada en una toalla. Me seco el cuerpo, y me cambio de ropa.
Dios, esto me quedo muy corto y apretado.¿Debería decir Gracias Ángela?
¿Cómo voy a salir con esto? No estoy en mi casa para hacerlo. Por suerte que estaba sola en la habitación.
Utiliza tus armas.
Me paseo por la habitación en busca del espejo. Me camino en frente de el simulando varias poses sensuales.
Le estaba agradeciendo a Ángela en estos momentos. Me giro dándome la espalda frente al espejo.
Se me ve un buen culo con esta bata. Cacheteo mi nalga y me acomodo la bata para salir.
Lucas se fue a las fronteras a supervisar los límites con los guardias. Me dijo que no había nadie en casa, Ángela se fue con Milo a la casa de la playa, y los trabajadores de él a esta hora estaban en su casa.
Salí de la habitación tomando confianza, estaba sola, y Lucas me dijo que podía hacer cualquier cosa que me apetezca.
Mi casa es tuya, luna. Todo lo es. Hasta yo. Me llevó a un pasillo y comenzó a besarme a su antojo, yo recibí gustosa sus besos.
Los pasillos de arriba también habían cuadros de varios lobos. Eran asombrosos. Mostraban el poder que sus posturas poseían.
Había un cuadro enorme antes de doblar hacia las escaleras de una pareja de lobos, blanco y café abrazados con sus cuellos.
Es que ya viendo este tipo afectos entre animales, hacia que mi piel se erice.
Lucas era un hombre lobo, estaba dentro de una manada, era una "compañera" de un Alpha. Ahora que estaba sola pude pensar detalladamente lo que acababa de ocurrir.
Todo lo que creía que existía, era algo pequeño a comparación con el mundo que acabo de conocer.
En la mañana pensaba que todo lo que me rodeaba era lo que conocía, y ahora resulta que la nueva persona que entró a mi vida es alguien que pertenece al mundo de fantasía, que no es tan fantasía. Es real.
Por supuesto tenía mis sospechas sobre estas criaturas, pero estar dentro de este mundo y ver las cosas de frente.
Parecía un sueño ¿se imaginan y estoy soñando?
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Mi Bella Luna
Werewolf- Leia, eres todo lo que necesito y quiero - murmura Lucas sobre mi cuello, erizando mi piel. Un Alpha enamorado de su humana. Una humana descubriendo lo desconocido. EDITANDO