Me despierto con el ruido de mi teléfono y el dolor que salía de mi cabeza era descomunalmente espantoso. Tomo mi teléfono y tengo varias llamadas enviadas al buzón de Mary así que decido devolverle la llamada. Luego de dos tonos atiende.
-Mary (Tlf): ¿bueno? ¿Taylor?
-Taylor (Tlf): Hola Mary- digo con mi voz apagada y medio adormilada-.
-Mary (Tlf): Oye recibí tu mensaje ¿está todo bien?- ya no tenía ganas de hablar con nadie pero como siempre, contarle mis problemas a Mary era una de las costumbres que no había perdido-.
-Taylor (Tlf): Te necesito May, mi mundo se vino abajo ayer- dije conteniendo mis lágrimas-.
-Mary (Tlf): Dame unos minutos y voy a tu casa cariño.
Dicho esto cuelga y yo solo me limito a levantarme de mi cama para prepararme algún té y tomarme algún analgésico porque mi cabeza sentía que iba a explotar. Media hora después ya mi cabeza había dejado de doler un poco pero sentía como mi pecho ardía y estaba más vacío que nunca. Espere por un buen tiempo a Mary pero nada que aparecía.
Dos horas después mi timbre suena y por más tonto que suene espere que fuese Dan, arrepentido de todas las cosas espantosas que me había dicho ayer pero no, se trataba de mi vieja amiga Mary quien al verme, todas las bolsas que traía en sus brazos cayeron al suelo, derramando a su paso todo lo que había dentro de ellas.
-Mary: ¿Pero qué rayos Tay? Dime que no has pasado toda la noche llorando por ese idiota.
-Taylor: Lamento decirte que si May, gracias por venir- dicho esto intento recoger las cosas que se le han caído pero ella me detiene-.
-Mary: Déjame y lo hago yo- recoge las cosas lo más rápido que puede y le hago señas para que pase-.
-Taylor: ¿deseas comer algo o tomar algo en específico?- mi voz se escuchaba más apagada de lo normal y mi tristeza era algo que se notaba a kilómetros-.
-Mary: No solo deseo que me cuentes que te hizo ese idiota ahora, juro que por tu estado ya quiero ir y quemar su lindo lugar de trabajo.
-Taylor: Cálmate May, no merece la pena.
-Mary: Cuéntame entonces yo luego veré que hare o no.
Empiezo contándole todas y cada una de las cosas que pasaron ayer, me detenía algunas veces por mi voz se cortaba del nudo que se formaba en mi garganta y gracias al llanto que salía de mí, jamás pensé que amar doliera tanto, pero no amar a la ligera, yo me refería a lo grande, a entregarle todo lo bueno de ti a una persona y que esa persona pagara de la peor manera. Justo cuando estaba a punto de terminar de contarle todo a Mary, levanto mi cabeza para mirarla a los ojos y veo su cara de consternada y alguna que otra lagrima que se escapa de sus ojos.
-Taylor: Eso a grandes rasgos fue lo que paso.
-Mary: Juro que quiero matarlo Tay, como has podido soportar tanto de alguien como Dan, no merece la pena cariño, mereces el cielo y más, no que te digan esas cosas, no sabes cuánto me duele que hayas tenido que escuchar todo eso, tu eres perfecta, incluso con tus debilidades lo eres, no necesitas a nadie como el para poder saber que tanto vales porque está claro que quien no vale nada es él.
Intento decir algo pero no puedo, Mary tiene todo la razón, no merezco que me traten de esa manera, ni que me humillen solo porque tiene muchos más beneficios económicos que yo. Mary me atrae hacia ella y no dudo en abrazarla fuerte, mis lágrimas caen sin parar, a lo que Mary me susurra que todo estará bien y quiero creerle pero ojala fuese tan sencillo como ella lo dice.
No sé cuánto tiempo pasó pero no me separe de ella por un buen rato, el sonido de su teléfono hace que ella se separe un poco por lo que yo suelto mi agarre y me dispongo a levantarme del sofá, Mary me hace señas de que aguarde unos minutos y se pierde detrás de la puerta de la cocina. Al volver no tiene muy buena cara.
-Mary: Tay, debo irme cariño, mi madre me necesita en casa- era de esperarse siempre debía hacer algo pero agradecía que por lo menos me había escuchado y había estado allí para mi-.
-Taylor: No te preocupes cariño, gracias por escuchar a tu vieja amiga - digo con una media sonrisa-.
Dicho esto Mary tomó sus cosas y antes de marcharse me dio un gran abrazo de esos que yo quisiera nunca terminaran pero mi amiga debía marcharse. Me dirijo hacia la cocina y me preparo un sándwich pues no tenía muchas ganas de cocinar algo más elaborado.
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Vuelvo a caer
RomansaTaylor es una chica acostumbrada a estar tranquila, llena de trabajo y responsabilidad a pesar de su corta edad, hasta que conoce a Dan, el chico de sus sueños, o eso era lo que ella pensaba. Al principio todo era amor, risas y juegos pero luego Ta...