Capitulo 35

6 1 0
                                    

Al llegar a casa solo podía pensar en lo sucedido anoche, sentía vergüenza cada vez que una enfermera o doctor me hacia el interrogatorio y tenía que responder una y otra vez lo sucedido. Varias enfermeras de la tercera edad me aconsejaban denunciarlo pero mi temor era mayor, Dan era un hombre poderoso y sé que me buscaría al salir de donde lo tuviesen recluido y me mataría luego.

Quito esos pensamientos de mi cabeza y decido prepararme algo de comer ya que no había comido nada en todo el día, solo cuando voy a mi cocina me percato de que debo ir al market ya que solo tengo un poco de jugo de naranja y leche que podría combinar con algún cereal y eso hago.

Luego de terminar mi cereal tomo una ducha y me recuesto en mi cama hasta que Morfeo me rodea con sus brazos y caigo en un profundo sueño.

El sonido de mi teléfono hace que me despierte indicándome que es hora de levantarme por que pronto se hará la hora de irme al trabajo, algo llama mi atención en mi teléfono, notificaba que hoy era el cumpleaños de Dan y repentinamente un nudo se forma en mi garganta. Decido dejar mi orgullo a un lado escribiéndole un lindo mensaje para felicitarlo en su día.

-Taylor (Tlf): Hola cariño, buen día, te deseo un feliz cumpleaños guapo, recuerda siempre que te quiero y te querré cariño mío.

No quise decirle mucho más porque palabras me sobraban pero mi dolor por lo sucedido ayer aún no desaparecía, minutos después mi teléfono suena indicando la entrada de un mensaje.

-Dan (Tlf): Buen día preciosa, realmente te agradezco, esta noche paso buscándote para celebrarlo juntos.

-Taylor (Tlf): Nada me gustaría más cariño- aunque hay un poco de mentira en esas palabras las digo-.

No obtengo una respuesta por lo que decido tomar el poco jugo que queda y salir a toda prisa a la cafetería. El dolor en mi entrepierna era un poco menos por lo que decido irme caminando y así ahorro un poco más para pagar el alquiler de mi departamento. Llego un poco tarde por lo que todos me miran extrañados ya que no es usual en mí, siempre soy de las primeras en llegar. Rápidamente Benjamin se dirige hacia donde estoy.

-Benjamin: Buen día Tay.

-Taylor: Hola mi querido Ben ¿Qué tal estas?

-Benjamin: Todo bien preciosa, aunque no puedo decir lo mismo, luces pálida Tay- sabía lo pálida que estaba, el doctor me había mencionado que era normal estarlo luego de perder tanta sangre pero que en unos días recuperaría mi color normal-.

-Taylor: Quizás sea el clima que me hace lucir así Ben- ladea la cabeza hacia un lado y mira hacia afuera y luego me mira de nuevo y se encoje de hombros-.

-Benjamin: Las mujeres y sus cosas- dicho esto se va de mi lado-.

Seguí mi camino hacia los vestidores, dejo mis cosas como de costumbre y cuando me dispongo a salir me encuentro con Mary con cara de pocos amigos, pero al ver mi palidez cambia su rostro y se ve preocupada.

-Mary: Tay, ¿Qué sucede contigo? Estas del color de una hoja de papel.

-Taylor: Una historia larga Mary, si en algún momento tienes un poco de tiempo puedo contártela- me toma por los hombros y su cara refleja tristeza-.

-Mary: ¿Por qué dices eso cariño?

-Taylor: Últimamente siempre estas ocupada para salir o atender mis llamadas Mary.

-Mary: Cariño lo siento ¿sí? Sabes que soy un poco distraída con el teléfono- sé que miente porque Mary vive pegada a su teléfono todo el día, pero la dejo que piense que me creí su mentira-.

-Taylor: Si seguro tienes razón.

-Mary: ¿Qué harás esta noche? ¿Podemos pasarla juntas si gustas?

-Taylor: Hoy es el cumpleaños de Dan, quedo de venir por mí al salir, puedes quedarte mañana en mi departamento si no tienes planes.

-Mary: Si claro! Mañana entonces- besa mi mejilla y se aleja hacia la parte de las mesas-.

No entendía la actitud evasiva de Mary, quiero devuelta a mi amiga, la que se quedaba un día si y el otro también en mi casa, la que estaba para mí siempre fuera bueno o malo, la que bromeaba sobre cosas sin sentido hasta que nuestro estomago dolía, quito esos pensamientos de mi cabeza y me dispongo a comenzar mi jornada de trabajo; como todos los días atender mesas, limpiar desastres de niños y aceptar la poca propina que me dejaban.

Al finalizar me dirijo hacia los vestidores y al tomar mi teléfono noto que en mi bandeja hay un mensaje de Dan.

-Dan (Tlf): Estoy ansioso por verte cariño, te espero afuera.

Mi corazón se arrugaba un poco, Dan no se disculpó ni me pregunto siquiera si estaba bien o si me había lastimado. Era una tonta, quizás ni recordaba lo que había sucedido.

Al salir estaba allí, apoyado en su auto luciendo como todo un galán, mi corazón quería salirse de mi pecho y abrazarlo. En cuanto me ve su sonrisa ilumina mis ojos y me siento perdida en ella por lo que sonrío también.

-Taylor: Luces precioso cariño- beso sus labios tiernamente- feliz cumpleaños-

Le extiendo una cajita que había comprado meses antes pensando en dársela un día como hoy. Dentro de ella había un reloj, quizás no muy lujoso como el estaba acostumbrado a usar pero si era uno realmente lindo.

-Dan: Gracias preciosa, no te hubieras molestado.- besa mi frente y me tiende su mano que no dudo ni un segundo en tomar-.

-Taylor: ¿A donde piensas ir en tu día cariño?

-Dan: Iremos a mi casa cariño, te presentare con mi madre- casi me ahogo con mi propia saliva al escuchar eso-

-Taylor: Pero como con tu familia, Dan mi atuendo apesta y huelo a todo tipo de comidas.

-Dan: No te preocupes cariño, solo estará mi familia, no hace falta que vistas algo excesivamente elegante.

-Taylor: Eso no me hace sentir del todo bien pero lo hare por ti cariño.

Dan solo me sonríe y pone en marcha su auto. Al llegar mis ojos casi salen de su órbita, esto sí que era una casa grande y como de costumbre por todos los rincones había más de un hombre caminando y asegurándose de que todo estuviese tranquilo. Luego de un par de segundos Dan detiene el auto frente a una puerta descomunalmente grande, me ayuda a bajar del auto y poco después una pareja sale de la impetuosa puerta de madera.

-Dan: Mamá, papá les presento a Taylor, mi novia- mis mejillas ardían pero les tiendo la mano cordiamente- Tay ellos son mi madre Ella y el señor que ves aquí es Jerry-.

-Ella: Un gusto cariño, eres realmente hermosa.

-Taylor: Muchas Gracias señora, el placer realmente es mío.

-Jerry: Un gusto hija- hace una semireverencia- a sus órdenes- cosa que hace que me sonroje aún más.

-Ella: No le hagas caso cariño, ven pasemos.

No dude un segundo y la seguí pero al mirar hacia atrás me extraño que Dan no estuviese allí. Supuse que había ido a su habitación o a buscar algo que había olvidado en algún lugar. Ella era la mujer más agradable del mundo, me hacía sentir como en casa.

-Taylor: Disculpe que sea así de atrevida pero me gustaría prepararle algo de cena a Dan, si usted está de acuerdo.

-Ella: Claro cariño me parece una idea genial, ¿que se te ocurre?

Vuelvo a caerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora