Vuelvo a caer

Capitulo 40

Habían pasado dos semanas desde que Taylor estaba en el hospital, hace dos días había despertado cosa que agradecía infinitamente. Pero no sabía cómo decirle que lo que había pensado de mí no era lo correcto Dan me había amenazado que si revelaba que era él quien le vendía la droga a su madre y a quien le debía mucho dinero, mataría a mi madre por lo que decidí alejarme lo más posible de Tay, lo sé, merece que le explique pero no quiero que a mi madre le pase algo malo o que la basura de Dan atente nuevamente contra la vida de mi mejor amiga.

Taylor's pov...

Despierto con un terrible dolor en mi cabeza, y a decir verdad en todo mi cuerpo, me cuesta acostumbrarme a la luz pero voy abriendo mis ojos poco a poco hasta lograr ver un cuarto que no es habitual para mí, miro hacia los lados y solo veo máquinas y cables que salen de ellas hacia mi cuerpo. Hago el intento de levantarme pero un fuerte dolor a nivel de mi abdomen me lo impide por lo que dejo de insistir, me sentía débil y cansada.

Poco tiempo después llega una enfermera que, al verme despierta enseguida llamo al personal médico para que evaluaran. Al parecer todo se encontraba bien.

-Tim: Hola, soy el doctor Tim, ¿puedes decirme cómo te llamas?

-Taylor: Taylor Scott.

-Tim: Muy bien Taylor, ¿sabes dónde te encuentras? Y ¿Por qué llegaste aquí?

-Taylor: Al ver todo esto supongo que estoy en un hospital, y sí, se la razón de estar en este lugar, me dispararon mientras me encontraba en un club nocturno.

-Tim: Taylor, tu estado no es el mejor, sufriste tres impactos de bala que hicieron mucho daño a su paso, pero es un gran avance que recuerdes lo que te paso, tendrás que quedarte un buen tiempo aquí hasta que tu cuerpo pueda soportar todo lo que conlleva la vida allá afuera- no sé qué me impresionaba más si el estar aquí gracias a personas que no conocía o que me tuviera que quedar más tiempo porque mi vida aun corría peligro-.

-Taylor: ¿Mis padres saben que estoy aquí?

-Tim: Por supuesto señorita Scott, lleva casi tres semanas internada en el hospital- mi mandíbula de repente se desencaja y trago un nudo bastante grande-.

-Taylor: ¿Puedo verlos?

-Tim: En este momento será transferida a una habitación donde está su familia y amigos esperándola.

Solo de pensar que Mary o Dan puedan estar allí mi cuerpo se estremece y mis lágrimas brotan de una manera inesperada, no quería verlos, se habían burlado de mi Dios sabe cuánto tiempo, todo era una completa mentira, dos de mis personas favoritas me habían fallado y habían destruido cada cosa positiva que sentía hacia ellos, me sentía traicionada y usada por ambos, me sentía tranquila y feliz estando con cada uno de ellos pero ¿de verdad era felicidad?

Sé que con Mary mi felicidad siempre era plena, que todo lo que hacía por ella era sincero y de corazón, siempre fue así. Pero ¿realmente con Dan era feliz?

Creo que no, eso no se podía llamar felicidad, eso de estar siempre buscando la manera de hacerlo feliz, de agradarle, de ser suficiente para él, de hacer cosas que a él le gustaran aunque a mí no, de estar con la gente que él prefería estar y no con quien yo realmente quería pasar un rato divertido, de dejar a mi familia a veces a un lado solo por irme a pasar un rato con él.

De camino a la habitación Tim me mira extrañado, quizás sea por mis lágrimas que no cesan pero yo no le doy importancia, al entrar a la habitación noto que mis padres y mis hermanos están allí y mis lágrimas aumentan y ellos sin dudarlo se acercan a mí y sus sollozos eran audibles en toda la habitación.

-Sara: Oh cariño, estas aquí, mi niña preciosa pensé que te perdía, no vuelvas a darme un susto así- mi madre se veía un poco más vieja de lo usual, tenía bolsas oscurecidas bajo sus ojos, estaba un poco más delgada al igual que mi padre y mis hermanos-

-Taylor: Lo siento mamá- digo y bajo mi cabeza-

-Mitch: Dime ¿Quién fue el idiota que te hizo esto enana? Juro que voy a hacer pagarle muy caro lo que hizo.

-Andrés: Creo que se quién pudo ser.

-Sara: Basta ya ustedes tres, aquí nadie que no pertenezca a la policía hará algo al respecto- mis hermanos contestaron al unísono un "si mamá" y mi papa luego de tensarse un poco contesto un "está bien cariño".

No me había percatado que detrás de mi familia había alguien sentado en una de las sillas por lo que le doy me atención y veo que se trata de Benjamin, cuando nota que lo estoy observando se acerca.

-Benjamin: Tay ¿Cómo te encuentras?

-Taylor: Ya un poco mejor Ben- a decir verdad no esperaba verlo aquí, Ben era un gran amigo pero jamás pensé importarle tanto como para venir a verme aquí-.

-Benjamin: No nos vuelvas a dar un susto así Tay, juro que casi me muero al enterarme de lo que te paso, todos en la cafetería te mandan un gran abrazo y te compramos unas flores pero el personal me dijo que sería peligroso para ti así que tuve que dejarlas en recepción- dice un poco decepcionado

-Taylor: Gracias por estar aquí Ben, y agradéceles a todos por ese lindo detalle.

-Benjamin: ¿Puedo abrazarte Tay?

-Taylor: Claro, ven y dale un abrazo a tu querida Tay- mi comentario hace que todos en la sala se rían y Ben me da un gran abrazo-.

3 semanas después

Los días habían pasado y por fin había salido del hospital, mamá había insistido en que fuera a casa para que ella me cuidara un poco mejor por lo que accedí. En todo ese tiempo no obtuve noticias de Dan o de Mary, había preguntado si iban cuando estaba dormida pero mi familia lo negaba, en cuanto a Ben, iba todos los días al salir del trabajo a contarme como había estado su día y hacerme reír. Quería ver a Mary, le había pedido a Ben que le dijera que viniera pero para mi sorpresa Mary ya no trabajaba en la cafetería y me preocupé, la llamé a su teléfono varias veces pero me enviaba a su buzón, decidí no insistir más pues era ella quien me había fallado en consecuencia era ella quien debía buscarme, yo solo quería una explicación del por qué me había mentido.

Benjamin se había vuelto un gran amigo, había sido ese salvavidas que me había ayudado a no hundirme más de lo que ya me sentía, había intentado hacerme olvidar lo mal que me la habían hecho pasar. Cada día extrañaba más a Mary, sus chistes, su risa, su compañía y todo de ella. Dos personas que consideraba importantes para mí se habían ido, en un momento catastrófico en mi vida, cosa que no espere en lo absoluto, pero, así es la vida ¿no?, personas que son tus mejores amigos se vuelven unos completos desconocidos, y aquellas que no conoces aún llegan de pronto a tu vida y se quedan allí, ocupando un lugar y haciéndote sentir que no todo está perdido.