Capítulo 10

10.2K 263 29
                                    

                                                                              10

Sólo han pasado unas horas desde que Megan se ha ido y ya la echo de menos. Intento ocupar mi mente con papeleos de la empresa, pero ni siquiera eso hace que pueda olvidarme de ella.

- ¿Puedo pasar? -pregunta Ariadna.

- Claro.

- He estado investigando lo que me ha pedido, pero no he encontrado nada. Esos números pueden significar cualquier cosa; una contraseña, una cantidad de dinero...si fuera algo importante Andreotti no los dejaría a vista de todos, ¿no cree?

- No lo sé, pero si esa cifra aparece en todos los archivos será por alguna razón. No creo que esté ahí por casualidad.

- Déjeme que siga buscando. Si esos números esconden algo, lo encontraré.

Asiento.

Puede que todo esto no tenga ninguna importancia, pero me ayuda a mantener el pensamiento ocupado...

Cuando salgo de trabajar Daniel me está esperando en la puerta.

- Tenemos unas copas pendientes.

- Hoy no me apetece. Sólo quiero llegar al Doge y meterme en el jacuzzi.

- ¿Vas a estar así hasta que Megan vuelva? Te recuerdo que ha sido ella la que ha decidido irse, nadie le ha obligado. Demuéstrale quién es el Lucas Martín que yo conozco.

- ¿Para qué?

- Ella está confiada porque sabe que vas a estar esperándola hasta que decida volver, pero si haces algo que pueda poner en peligro vuestra posible relación, la atraerás hasta aquí como si fuera un imán.

- ¿Y cómo lo hago?

- Muy fácil, sólo tienes que ponerla celosa. Vamos a ir al Chancy.

- No voy a ir a ese lugar.

- Escúchame. Te comportarás en actitud cariñosa con una de las chicas, y yo mientras os haré fotos a escondidas. Tienes que conseguir que parezca que te la vas tirar. Después bastará con enviárselas a Megan por correo electrónico de manera anónima.

- Tu plan no tiene ningún sentido, cuando las vea sólo sentirá odio y rechazo hacia mí.

- Te equivocas. Si te ve cerca de otra mujer se dará cuenta de que puede perderte. Eres libre de hacer lo que quieras con tu vida, ha sido ella la que se ha negado a estar a tu lado. Para Megan tú eres su plan b. Ahora mismo está sola, pero sabe que si algún día decide que quiere empezar una relación contigo, aceptarás sin pensarlo. Eres su marioneta particular.

¿Y si Daniel tiene razón? Para Megan yo soy su comodín, pero ¿qué pasaría si perdiera ese comodín?

- Está bien. Vamos a ir al Chancy y le voy a demostrar a la señorita carácter que sigo en el mercado y que estoy más en oferta que nunca -respondo.

Al llegar al club mis nervios se disparan. Quién iba a decirme que me sentiría así en un lugar lleno de mujeres desnudas dispuestas a hacerme cualquier cosa.

- Ya sabes cuál es el plan -dice Daniel-. Voy a estar escondido detrás de esa columna. Sólo tienes que tontear un poco con alguna de ellas. Haz que las fotos hablen por sí solas.

Me acerco a la barra y pido una copa del mejor vino. Mientras, Daniel se coloca en posición y me da la señal.

- Es tu turno -me dice mi subconsciente.

Una de las chicas se acerca hasta mí y apoya su mano en mi rodilla.

- ¿Estás solo, cariño?

- Y no soy el único -le cojo la mano y la llevo hasta mi miembro erecto.

INDECENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora