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Megan lleva más de tres semanas trabajando sin apenas descanso. Mañana saldremos camino de la capital francesa, y nada puede fallar.
La Semana de la Alta Costura de París ha sido siempre un referente en todo el mundo por su calidad y derroche de estilo en lo que a moda se refiere, y es que la Alta Costura parisina funciona como un perfecto entramado de grandes agujas, emblemáticas casas de moda, modelos del más alto nivel y directoras de revistas.
Desfilar en una de sus pasarelas es una gran oportunidad para cualquier diseñador o casa de moda. Por todo ello, en estos últimos días la señorita 'me muerdo el labio para ponerte cachondo perdido' se ha distanciado demasiado de mí. Prácticamente sólo nos vemos en la cama, y no precisamente para follar.
― Te ha cambiado por un maniquí –bromea mi subconsciente, que se lo está pasando en grande con mi situación.
Sé que ahora mismo no tiene tiempo para mí, pero también sé que cuanto todo esto acabe nuestro reencuentro será por todo lo alto, y eso me excita mucho.
― Me voy Lucas, Caity me está esperando en la puerta –me informa Megan.
Caity Lance es la nueva ayudante de Mylane, y de no ser por ella hubiera sido imposible llegar a tiempo para mañana. Es una gran trabajadora, aunque nunca la he visto sonreír. En cierto modo me recuerda a mí cuando era adolescente.
― Creo que tienes en mente a mi futura esposa –asegura Daniel mientras me da una palmada en el hombro.
― Creo que tengo a mi lado al mayor fantasma que he conocido nunca.
― Pensaba que no creías en los fantasmas.
― Déjate de tonterías y ayúdame con esto –le señalo algunos de los maniquíes del salón-. Esta noche vendrán a recogerlos.
No podemos permitirnos ni un segundo de relajación ahora que el trabajo está casi terminado. Después de 23 días de preparativos, reuniones y viajes todo tiene que salir perfecto.
Éste es el sueño de Megan, y voy a hacer todo lo posible por conseguir que siga siendo así durante el mayor tiempo posible.
― Si con todo lo que te lo estás currando tu querida novia no te pide matrimonio, te juro que me caso yo contigo –dice Daniel en tono irónico, o eso creo-. Ojalá alguien hiciese algo así por mí.
― Pídeselo a Julia, puede que te sorprenda.
― ¿Qué le pida qué? ¿Matrimonio, o una demostración de su amor?
― No me hagas caso, cualquiera de las dos cosas son impensables en alguien como ella –admito.
― ¿Por qué le tienes tanto odio? En el fondo se hace querer, aunque muy en el fondo, tengo que decir a tu favor.
― Me ha insultado, me ha humillado, ha intentado separarme de Megan... ¿Quieres que siga? No me gusta su forma de ser. Y tampoco me gusta como mujer.
― Pero...
― No voy a hablar más sobre ella –interrumpo-. Y sé que soy yo el que la ha metido en la conversación, y por eso soy yo el que decido que se acabó nombrarla en esta casa.
― A veces puedes llegar a dar mucho miedo –afirma Daniel.
― Gracias –le respondo con mi cara de asesino en serie.
Al llegar la noche todo está preparado para facturarlo en el avión. Los hombres de Bruce se encargarán de nuestro equipaje.
Mientras tanto, intento acercarme a Megan aprovechando que está en el jacuzzi, pero el resultado no es el esperado.
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INDECENCIA
Teen FictionUna novela que no te dejará indiferente. Completamente adictiva. Si te gustan las historias en las que nada es lo que parece, está hecha para ti. La vida de Lucas cambiará por completo cuando le ofrezcan ser el director general de una de las empresa...