And His Smile Is So Fucking Cute |Hinata y Kageyama|

HINATA 14

Me fui a dormir a las 6 o eso intenté, pero no pegué ojo hasta las 7 y largo. Cuando me levanté eran las cinco de la tarde. Yachi ya estaba despierta. Cuando salí de su cuarto, me la encontré sentada en la mesa del comedor toda parada con sus vasos, cubiertos y comida que tenía una pinta excelente, pero su rostro era algo triste. La miré un rato, era realmente bonita, pero creo que nunca podría verla con los mismos ojos que ella me miraba a mi.

Entré sonriendo, fingiendo una sonrisa porque en realidad estaba triste porque echaba de menos a Kageyama y no quería ir a la cena con los del equipo. No quería verlos después de leer lo que habían dicho. Si Tobio siguiera en el grupo, hubiese dicho algo como: Sois unos pesados o que más os da. Incluso sería capaz de decir que solo él se puede meter conmigo. Dejé mis pensamientos a un lado y me puse enfrente de Yachi. Me sonrió y me acercó el plato. Eran unas tortitas y chocolate, pero parecía ya estar fríos, esperaba que no estuviera esperando allí por mucho tiempo.

— Te fuiste a dormir tarde, ¿verdad?- Apartó la mirada.- Pensando en él.- Ahora fui yo quien la apartó.- Shoyo... no lo entiendo. No entiendo como puedes seguir con esto.
Suspiré, no sabía que decirle la verdad. Ni yo mismo entendía por que seguía insistiendo, supongo que cada vez que me daba por vencido él volvía y me daba otra chispa de esperanza. Y vivía dentro de ese juego, pero era un juego que al final me gustaba. Me sentía bien dentro de ese juego de sube y bajas, de ese seesaw. Volví a la realidad y la miré. Como había pensado antes, yo no podía darle aquello que ella quería.
— Respóndeme, ¿por que sigues insistiendo con él?
— No lo sé...- dije en un hilo de voz. Me miraba muy fijamente y me ponía nervioso.- Yo...
— Tu que Hinata, ¡dime!

La miré perplejo, ella nunca me había levantado la voz, ni por cada momento en que no la escuchaba cuando me hacía clase. Nunca me había hablado así y nunca la había visto de esa forma.

—¿Por que tú sigues insistiendo? ¿Por que sigues aquí a mi lado? ¿Por que no te das cuenta que no tienes oportunidades?- Ahora era yo que la miraba fijamente.- Yachi... me gustan los chicos. Nunca podrás darme lo que él puede. Podré quererte de mil formas, pero no como tú quieres.
—¿A él le quieres? A pesar de todo lo que te ha dicho, sigues prefiriéndole a él.
— Yachi... no es una cosa que yo prefiera o no. Es algo que siento. Hay algo dentro de mí que cambia cuando lo veo. Siento algo raro cuando lo tengo cerca. A veces es algo malo, tengo una sensación rara, pero es lo que me excita de él. A su lado me recorre una electricidad tan especial y cuando me besó...

- Espera ¿Qué? ¿Te besó? ¿Os besasteis?- Se levantó de la silla y se puso delante mío. Me empujó suave, sin fuerza. Yo en ese momento no podía pensar que me dejé ir, choqué contra la pared y a pesar de todo, no sentía nada.- A pesar de todo lo que te ha hecho... ¿No lo ves? ¿No ve que está jugando contigo?

- No lo sé, no sé si está jugando conmigo, pero me gusta Yachi Me gusta pensar que hay veces que tengo oportunidad. Porque ese beso en la frente me quitó todas las preocupaciones que había tenido durante esas dos semanas.- Empecé a llorar, pero muy poco, mis lágrimas caían poco a poco.- Y durante una semana sentía sus labios en mi frente y estoy seguro que él también. Incluso esta mañana, cuando estabas durmiendo, no podía parar de pensar en ellos.

- Yo también te di un beso en la cabeza, que diferencia hay entre uno y el otro.- Me encogí de hombros.- El mío tenía sentimientos puros porque te quiero, Hinata Yo te quiero.

- Yachi, no vas a entenderlo, ¿verdad? Ese beso recorrió todo mi cuerpo, temblé de placer y de paz.- Suspiré.- Yachi, lo que os diferencia el beso es que él me estaba chillando todo lo que yo esperaba que dijera en voz alta, pero ninguno se atrevía y el tuyo... sentí que lo hacías para protegerme, pero no tuvo ningún significado más.