KAGEYAMA 15

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Estaba en casa de Takako. No quería volver a casa, pero tampoco podía dormir. Me imaginaba tumbado en mi casa, esa cómoda cama y recordarme del día hablando con Hinata por mensaje, diciéndole que estaba mi padre y mi hermano. Me giré de lado izquierdo. Veía la cabellera negra de Takako despeinada y brillando por la luz de la luna, era muy bonita. Estuve tentado en tocarla, cerré los ojos antes de tocarla y de repente, debajo de mis pupilas, mi imaginación se fue a una mata de color naranja. Abrí los ojos y me giré hacia el otro lado. En la mesita de noche tenía el móvil, lo cogí. Como tantas noches había hecho, entré en el contacto de Hinata y le miré la foto de perfil y sin querer sonreía. No había otra forma de reaccionar. El botón de llamada estaba tan cerca, pensé en todo lo que le podía decir, pero... ¿Que era lo que él había escuchado? Ahora él sabía que me gustaba ¿Y que se suponía que iba a hacer?
Intenté cerrar los ojos, pero mi móvil no paró de vibrar al lado de mi cojín. Tenía la sensación que no había dormido nada, pero en algún momento de la noche, pensando en él, había caído en un sueño profundo. Iba a ignorar la llamada porque seguro que era de mi madre, pero al ser tan insistente, miré la pantalla y era Oikawa. Había algo que me daba mala espina. Takako seguía durmiendo. Antes de contestarle, le hice una foto y la colgué en una red social poniendo un <<incluso durmiendo no pareces un angel 🤪>>. Salí de la habitación y me dirigí a la terraza que tenían al cruzar el comedor, estaba sola en casa la mayoría del tiempo. Para no decir siempre, así que nunca había tenido problema en quedarme a dormir a su casa después de noches de resaca.
— ¿Que quieres? Es muy temprano.
— Tobio Kageyama.- Se escuchaba molesto.- Me enteré de todo lo que pasó anoche, no quiero escuchar nada sobre el respeto. Antes de reñirte por eso, tengo una buena y una mala noticia.
— Siempre que me llamas es para decirme una buena y una mala noticia y no me convence...
— Perdona, pero funcionó muy bien, mira donde estás. Bueno, escúchame atentamente, es muy importante.- Su voz se volvió seria, un escalofrío recorrió toda mi espalda y yo me puse tenso.- Aquí va la mala, tienes que volver al Karasuno. Espera antes de decir algo. Te han cogido para el campamento de la selección de Tokyo, si lo haces bien podrías entrar en el equipo y formar parte de la selección del país.
— Vaya Oikawa, no sé que decir, pero yo... no entiendo por que lo del Karasuno.
— Tu ficha deportiva se está tramitando de un colegio a otro y cuando te vieron a ti, estabas en el Karasuno y te van a visitar allí. Así que tendrás que ir a los entrenamientos allí, una vez estés en el campamento, ya podremos cambiarlo todo al Aoba. Bueno... si es que quieres volver.
— ¿Por que no querría?- Estaba en shock.
— Hombre, porque ayer te declaraste, de la forma más pésima, al cabeza zanahoria.
— No le llames así, solo yo puedo.
— Bueno, tranquilo. Empiezas mañana en el Karasuno, ellos ya lo saben.
— ¿Cómo has conseguido que...?
— Vamos Kageyama, soy Toru Oikawa, no hay nada que no pueda conseguir.- Sonreí por culpa de su actitud, le di las gracias y colgué.
¿Cómo se supone que iba a poder verle la cara después de eso?
Cogí el móvil y entré para ver quien había visto la foto y allí estaba, el pelo zanahoria el primero y sin seguirme.

Estaba mirando por la ventana de clase, cada vez quedaba menos para ir al Karasuno y me sentía nervioso. Más nervioso que cuando fui al Aoba Johsai como candidato a estudiante y ahora tenía que volver para poder quedarme. Recordé las palabras que le había dicho a Hinata, ¿Él era mi sueño? quizá había sido muy impulsivo al decirlo. En ese momento, me sentía dolido y enfadado. Era cierto que sin él, sentía un vacío, pero no sabría decir que era lo que echaba de menos. Me miré las manos, hacía menos de 48 horas que había estado dándole empujones porque decía conocerme y en realidad no lo hacía. Me sentía frustrado, di un golpe contra la mesa y toda la clase se giró. Ni hice caso a lo que me dijo la profesora y pensé que lo echaba de menos, aunque yo lo había apartado de mí. En el fondo, no podía quererlo si yo mismo no me entendía. No estaba preparado para quererlo, no estaba listo para quererme a mi mismo. Lo mejor era que estuviera con otra persona. Shoyo necesita a alguien que lo quiera como él no se quiere a si mismo, aunque... no sabía si el no se quería, a lo mejor el cabeza zanahoria si que se quería mucho a si mismo y el que necesitaba quererse era yo. Yo necesitaba encontrar a alguien que me quisiera tanto como me faltaba a mi.

And His Smile Is So Fucking Cute |Hinata y Kageyama|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora