HINATA 1

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Nunca he estado tan nervioso en mi vida, llevaba puesto el uniforme de color granate, era un chandal simple con la parte de arriba con un cuello a rayas blancas y negras. El nombre del colegio en el lado izquierdo.

Estaba listo para poder formar parte del equipo de voley del Karasuno. Poder formar parte de un equipo de voley y competir en pistas de verdad. Poder convertirme en un jugador de verdad, poder mejorar y ese tipo de cosas. Pero tenía en mente un objetivo que nadie me iba a sacar de la cabeza, nunca. Quizá había pasado mucho tiempo, un año o algo parecido, pero no pensaba rendirmer. Iba a ganar, a dejar por los suelos al Rey.


Cogí la tira de mi bandolera de un color marrón muy extraño y apreté mis puños, estaba listo para ello. Subí las escaleras del pavellón, entre por esa puerta. Esa puerta, La PUERTA que iba a cambiar mi vida, o eso al menos eso pretenía. Levanté la cabeza y el mundo se me calló encima. Sabía que algo no tenía por qué suceder tal y como quería, pero mi objetivo de ese día era entrar. Era algo que iba a luchar e iba a conseguir, pero eso era aún peor. Ninguna de mi parte del cuerpo supo como reaccionar, excepto mi boca.

-¡¿PERO QUÉ HACES AQUÍ?¡ - la bola que había tirado al aire para poder sacar cayó de golpe y empezó a botar por el suelo. Su cara de atónito fue, quizá, peor que la mía cuando lo vi tras entrar.- NO SE SUPONÍA QUE TENDRÍAS QUE ESTAR AQUÍ, TENÍAS QUE ESTAR EN EL AOBA JOSAI. NO EN EL KARASUNO.- Me acerqué a él, tras reaccionar de esa verdadera mala notícia, con los puños cerrado y con una postura que parecía como la de un gorila, pero no tan cerca del suelo. Cuando estaba delante de él. Me puse de puntillas. Lo miré a los ojos y no pareció immutarse, pero seguí con mi discurso.-SE SUPONÍA QUE IBA A GANARTE, A APLASTARTE REY. IBA A GANARTE ¿QUÉ HACES AQUÍ?

-No me vuelva a llamar así, no me vulevas a llamar Rey.- Entonces si me miró, un rayo de maldad, la rabía le invadió, suavemente me fuí apartando mientras me iba encogiendo. Daba más impresion ahora que tras una red. Mi plan era tenerlo al otro lado, jugar CONTRA él, no CON él.- Por cierto, ¿tú quién eres cabeza de zanahoria?

Aprete mis puños todavía más, tenía las uñas demasiado cortas para podérmelas clavar; tengo que admitir que me las como por los nervios, pero es algo que no puedo evitar; lo volví a mirar, clavé los ojos en él. Abanzé otra vez hacia él con grandes pasos y clavándolos muy fuerte contra el suelo y le grité:

-Si no puedo batirte, si no puedo destruirte desde el otro lado de la red. Lo haré en la de mi lado. Pienso ser mejor que tú. Hacerlo mejor.- Había vuelto de su enfado a ni immutarse por la mínima mota de polvo ni el máximo huracan que podría pasar por aquí.

-Ya me acuerdo de quién eres.- Sonreí.- Antes de decir que eres mejor que yo, primero aprendre a jugar a voley. Ahora, largo que tengo que entrenar. Quiero, necesito entrar en el equipo.- Se calló, pensó un momento y añadió.- No sé ni por qué te estoy contando ésto. Vuelve a casa. Este sitio no está hecho para ti.

Se giró, me dio la espalda. Era el chico que más odiaba del planeta. Nunca iba a perdonarle éso. Haberme humillado de esta forma, iba a demostrale lo que yo valía. Y así se arrepentiría de todo lo que me había hecho.

Lo prometo, vas a recordarme. Para siempre.

And His Smile Is So Fucking Cute |Hinata y Kageyama|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora