KAGEYAMA 10

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Cuando salí de clase le mandé un mensaje a Oikawa preguntándole de que se trataba ese mensaje. No recibí contestación alguna a pesar que había leído el mensaje. Me decidí responder a Torako cuando mi móvil sonó, era Oikawa quien me llamaba.

-Tobio Kageyama, tengo una buena y una mala noticia.- Hubo un silencio detrás de la otra línea de móvil, no dije nada esperando a que siguiera.- ¿Cuál prefieres antes?
— Me da igual, viniendo de ti, seguro que todas son malas.- Escuché una carcajada proveniente del otro lado del teléfono. Suspiré. Miré a mi alrededor, el reloj enorme del pasillo marcaba que faltaban apenas 2 minutos para que volviera a sonar.- Oikawa, ves rápido que tengo clase en dos minutos.
— Kageyama, lo que te vengo a decir es largo. Tampoco puedo esperar la vida para contártelo, es importante. Sobretodo el papeleo.
— ¿Qué papeleo?- Suspire.- Está bien, deja que vaya a la azotea sin que nadie me vea. En 5 minutos te llamo. Adiós.
Y colgué el móvil, sonó el timbre y todo de masas se movieron por los pasillos yendo hacia las clases. Pasé por delante de lo que una vez fue mi clase y no pude evitar mirar a través de ese gran cristal. Me paré los suficientes segundos para verlo, para que me mirara con una cara confusa y para que Yachi le llamara la atención y apartara la vista. Salí corriendo y subí las escaleras hasta el siguiente piso. Su cara apartándome la mirada y sonriéndole a la chica rubia... de repente choqué con un muro, miré hacia arriba, era Tanaka.

— ¿Qué haces aquí Kageyama?- Me preguntó y no sabía que decir. Al lado tenía a Nishinoya que también me miraba con cara de circunstancias.- ¿Te encuentras bien?- Negué con la cabeza, en realidad no me encontraba bien del todo. Estaba sudoroso y jadeando a causa de la carrera que había hecho y con la rapidez que había subido las escaleras. Antes de que añadiera un comentario, me adelanté.
—Voy a la enfermería, no os preocupéis por mi. Id a clase, nos vemos hoy en el entreno.- Y me dirigí a subir más escaleras. Cuando los perdí de vista, empecé a correr y los escuché gritar que había una enfermería en su planta. Cuando estuve a punto de llegar a la tercera planta todavía corrí más para no encontrarme a ninguno de tercero. Miré por los pasillos y salí corriendo escaleras arriba.
Delante tenía la puerta de la azotea,  me iba a meter en problemas. Si llamaban a casa, no habría nadie, pero si llamaban al móvil de mi madre... eso ya lo arreglaría después. Cogí el móvil y llamé a Oikawa.

— Pensaba que te habías muerto u olvidado de mí. He estado a punto de ofrecerle la propuesta a otro.- Suspiré, siempre tenía que ser tan dramático.- No me resoples, no siempre aparece la oportunidad para estudiar en el Aoba Josai.- Iba a replicarle, hasta que recapacité lo que había dicho, ir al Aoba Josai. Estudiar en el Aoba Josai, como mi padre me había dicho, como mi padre soñaba. Como yo había soñado toda mi vida.- Esa era la buena noticia, quieren darte la oportunidad para que estudies en el Aoba Josai, pero con una condición que es la mala noticia para ti. Aunque tampoco tienes muchos amigos, así que tampoco te va a afectar tanto.
— ¿De qué estás hablando? ¿Estudiar en el Aoba Josai? No entiendo...
— Después de que viniera tu hermano a hacernos la charla, hablé con el director y le comenté que todavía había un Kageyama más en tu familia, como ya sabes han hecho historia los tres sacando buenas notas. Le dije que tú podrías ayudar al equipo a llegar a las finales de Tokyo y que harías cualquier cosa para entrar.
— Pero... ¿Por que harías algo así?- Me sorprendió esa actitud de Oikawa, nunca habría pensado que podría llegar a ser tan bueno.- ¿Qué sacas tú de todo esto?
— Nada, solo me aseguro un buen colocador para cuando yo no esté y a lo mejor me dan más créditos que me van a facilitar entrar a la universidad.- Suspiré.- Kageyama, todo tiene un precio. Para poder obtener esa posible plaza, tienes que venir cada día.- Tragué saliva, lo que iba a venir después iba a cambiar mi vida.- Tendrás que venir como si fueras un estudiante más, desde hoy hasta el día del torneo. Si lo haces bien estás dentro, sino seguirás en el Karasuno.- Susurré un suave "pero" y Oikawa parecía leerme la mente.- Si me dices que sí, todos los exámenes que tienes que hacer te quedarán las asignaturas aprobadas. Solo con un sí, vas a ir a Tokyo. Tentador ¿eeeh? Y no me preguntes como, por que no se como lo van a hacer.

Hubo un gran silencio, en cuestión de segundos podía hacer mi sueño realidad y el de mi padre, por un momento pensé solo en mi y lo que significaría ir al Aoba Josai, era un instituto con renombre que me ayudaría en el día de mañana. Era una decisión que había que reflexionar, no se podía tomar a la ligera, respiré. Tenía que pensarlo, pero mañana tendría que ir al examen y eso me podía quitar un peso de encima y... tenía que hablar con mis padres. Tenía muchas dudas. Suspiré. Respiré hondo y cerré los ojos. Vi su cara sonriéndome, me acordé de los mensajes que le había mandado ¿Podía hacerlo?

— Kageyama, ¿Sigues ahí?- Cogí fuerte el móvil, sabía que no le iba a gustar la respuesta y que gente importante iba a salir dañada, pero tenía que hacer lo que mi corazón dijera. Y le respondí.

And His Smile Is So Fucking Cute |Hinata y Kageyama|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora