Mi primer día en el Aoba Josai había sido mejor de lo que esperaba. Oikawa me había dejado en el despacho del director y allí la presidenta estudiantil me enseñó todo el instituto y las instalaciones de éste. Me llevó hasta la residencia donde pude dejar mis cosas, que eran pocas. Al entrar, me encontré con cinco pares de uniformes y tres camisetas y pantalones para entrenar. Al lado descansaba el chandal que era una chaqueta y un pantalón largo, pero al lado había el mismo pantalón, pero en corto. Me dio también material escolar a juego con los colores blancos y azul turquesa que diferenciaba al Aoba del resto de equipos, como el naranja y el negro diferenciaban al Karasuno. Me dió mi horario y me dejó tiempo para que me pusiera el uniforme.
La parte de arriba era una camisa blanca de manga corta que tenía el escudo del instituto en el lado izquierdo. Los pantalones eran marrones con líneas azules haciendo quadros. En el pack también había unos calcetines blancos con dos tiras azul turquesa alrededor de los tobillos. En el baño había tres pares de mocasines, dos por estrenar y unos ya usados. Me había fijado que tenía otra cama en la habitación, pero en ningún momento pensé que tendría que compartir habitación con alguien. Me puse los mocasines que eran duros porque nadie se los había puesto antes. Me miré en el espejo, esos colores me sentaban bien.
La puerta del baño se abrió y entró un chico moreno con los ojos verdes. Me sobresalté y él volvió a cerrar la puerta. Era mi compañero de habitación. Decidí que necesitaba conocer gente. Abrí la puerta poco a poco para no asustar al chico del otro lado. Era un chico alto y robusto que estaba en el equipo de taekondo, como me explicó en una de muchas noches que nos quedamos envela sin poder dormir. Su nombre era Hiroto Suwa. Se dio cuenta de que mi corbata seguía en la cama y me ayudó a ponerla. De cerca y al darle el sol de primera hora se le veían trazos de color naranja en el pelo. Me lo miré, era un chico guapo, seguro que era muy popular.
Hablamos muy poco, pero lo suficiente como para que me dejara a ir con su grupo de amigos a pasar los tiempos libres. Ellos no sabían quien era, ellos no me juzgaban. Podía crear un nuevo yo en el Aoba Johsai. Después de ir con los amigos de Hiroto a tomar algo, me fui a la habitación para ir a entrenar y ver que iba a pasar allí.
La semana se me pasó rápido, como Huwa y sus amigos también estaban en la residencia, me pasé todo el fin de semana con ellos y por unos días me olvidé del Karasuno, del equipo y de él. Por unos días, sentí que formaba parte de algo y era feliz.
Ya era viernes, el día siguiente ya era el torneo y tenía ganas de jugar. Había estado entrenando lo mejor que podía y parecía que todo había ido como lo esperábamos. Oikawa estaba muy contento y eso me reconfortaba.
Después del entreno, nos pidieron que nos ducháramos y fuéramos otra vez al pabellón. Allí nos hicieron fotos, con la camiseta del Aoba Johsai, que iban a estar en el torneo para que la gente supiera quienes eran los anfitriones. Nos hicieron una grupal y luego otra por equipos, poniéndome a mi en el medio.
Después del entreno, el viernes por la tarde, fuimos todos a tomar algo juntos y a pesar de que había compañeros con los que había tenido algún problema en el pasado, parecía olvidado. Eso era reconfortante. Mi sitio era allí y no en el Karasuno. La última vez que miré el móvil fue para ver una foto que me habían mandado mis padres con mi hermano, estaban todos en la ciudad. Iba a ser un buen torneo, un buen fin de semana.Al volver al instituto nos mandaron a un hostal donde estaban todos los equipos y casi todo el instituto celebrando el inicio del torneo. Allí me encontré a Suwa y a todos mis nuevos amigos y me quedé con ellos. Sentía que la gente me miraba, los jugadores de otros equipos me miraban preguntándose que hacía allí sin el Karasuno o como me podía estar relacionando con gente, pero sentía que el nuevo instituto me había cambiado. Suwa y sus compañeros se fueron para la residencia y yo me quedé un rato más hasta que acabó la presentación. Pusieron un vídeo que habían grabado durante los entrenos y yo no me había dado cuenta, en casi todos salía yo. Salía un momento en una pequeña entrevista que me hicieron y luego en un vídeo donde yo estaba al otro lado de la red, no iba con el equipo anfitrión, sino con el equipo que no había sido invitado. Se me removió el estómago, pero antes de que pudiera sentir culpa o remordimientos, una mano se posó sobre mí. Me giré y era Oikawa con todos los del equipo, ellos me sonreían. Era parte de ellos.
Al llegar a la habitación, Suwa estaba durmiendo. Intenté entrar haciendo el mínimo ruido posible, pero nada más cerrar la puerta se despertó. Su mirada estaba perdida por la habitación a causa del sueño. Solo me sonrió y me dijo que salía muy guapo en el cartel del pabellón 1. Me quedé sin palabras, me apuntó al ordenador. Se había mandado un difundido al correo de todos los alumnos como un recordatorio de las actividades que se iban a hacer ese fin de semana y yo salía al final del blog.
Antes de acostarme puse el móvil a cargar, pero no lo encontraba. Luego recordé que se lo habíamos dado a Oikawa para que nos relacionáramos entre todos y no estuviéramos antentos a los teléfonos. Aunque tampoco debía tener ningún mensaje importante.
ESTÁS LEYENDO
And His Smile Is So Fucking Cute |Hinata y Kageyama|
FanfictionVoley, su pasión. Su pasión, su competitividad. Su competitividad, su unión. Su unión, su fuerza. Su fuerza, su triunfo.