Alenka, se encuentra sentada frente a nosotros y su cara de molestia casi nos incinera. Así se encuentra desde que llegó y el solo vernos los rostros golpeados, siguió su camino hasta besar a sus nietas e ignorándonos por completo.
Ella es un amor llena de bondad, pero cuando está molesta, es una digna Ivanov y se de sobra que nos espera una buena reprimenda. Una que será peor que la que Antonella nos dio, nada más vernos.
—¿Y? —Interroga esperando una versión del porqué de nuestros golpes.
La sonrisa del idiota de Bruno se hace más grande, mientras Carlos trata de contenerla.
—Madre, no se te hace que ya estamos demasiados grandecitos, como para dar explicaciones—. Responde mi clon, y esos ojos violetas se achican en forma amenazante.
—Pues entonces compórtense como tales —se pone de pie con su nieta Emma en brazos —¡¿Ya se dieron cuenta como se dejaron?! —Grita furiosa y tenemos la decencia de apretar los labios para no responder.
—Fue un juego, tía, solo decidimos recordar nuestros entrenamientos juntos y se nos pasó la mano—. Respondo para tranquilizarla, solo que ahora no le vale nada.
—¿Crees que nací ayer? —Bruno se acomoda mejor, con los codos sobre su rodilla para no desperdiciar ningún detalle—. Eso no se lo creen ni ustedes. ¡Si tú, Franco, te quejas de tu costilla cada movimiento y, tu, padre ejemplar, ¡tienes la mandíbula tan golpeada que podría jurar se encuentra fracturada!
«Eso es obra de mi gatita, sí que pega fuerte la felina»
Comienza a gritar y de inmediato Carlos se acerca a ella para tomar la niña en sus brazos y llevársela con él. Antonella se encuentra con esos ojos de alcón observando gustosa mientras mi guerrera Chiara juguetea con los colores de su vestido.
—¡Esta bien! —Habla un Dante exasperado—. Nos agarramos a golpes, eso sucedió.
Un silencio se hace, esperando saber el por qué, y los que están en primera fila, son ese par que se dicen llamar amigos.
—Dante... Tocó a mi mujer—. Los ojos de mis tías se abren con exageración.
—¡Lo sabía! —Exclama Bruno, mientras da un golpe con sus palmas.
—¿Qué?, ¡¿Qué tu hiciste que, Dante Ferretti?! —Grita Antonella y Alenka se deja caer en el sillón.
—¡Fue una confusión! —Se defiende de inmediato —yo creí que era mi mujer, pero eso ya quedó aclarado—. Aseguró molesto.
—Joder, de lo que me salvo al no tener un doble —dice el idiota de Bruno, rompiendo el incómodo silencio. —Lo siento por mis princesas—. Las observa con ternura, en realidad todos hacemos lo mismo. Ese par, nos traen locos.
—Mis hijas, no tendrán que equivocarse, ya que ellas jamás tendrán parejas—. Bruno junta su entrecejo meditando sus propias palabras, para después asentir de acuerdo con Dante. Yo por mi parte jamás le había dado tanto la razón a mi clon y Carlos observa a Emma, para después asentir.
Mis tías ruedan los ojos exasperadas, pero es que, el solo imaginar a mis guerreras ya hechas todas unas mujercitas, siento que ya quiero matar a cuanto imbécil le ponga los ojos encima.
—Dejen a mis nietas tranquilas, y solo espero que de verdad haya sido una confusión —nos señala con su dedo índice —, ustedes con ese ego de machos van a perder a las únicas valientes que se atreven a echarse el paquete que son ustedes dos. —Sentencia molesta y tanto Dante como yo, nos removemos incomodos por sus palabras—. Son machos dominantes, celosos, sobreprotectores, posesivos, tercos, tienen un carácter de los mil...
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Pequeña Tentación
RomansPertenezco a este mundo desde que tengo uso de razón. Me temen por ser un maldito cabrón de Perra en los negocios. Para llegar a la cima; que es donde estoy "eres el cazador o eres la presa". Sólo una palabra importa para mi...Mi Familia y esa, no...