Bajo las escaleras, sintiendo mi cuerpo con mucha energía el día de hoy. Desperté muy temprano y me ejercité en mi habitación en falta de salir a correr.
Hoy decido usar unos short negros que se ajustan demasiado a mi trasero y llegan a media pierna. Una blusa manga larga que se ajusta a mi cintura y brazos. Esta, es de un estampado precioso, en tonos amarillo, verdes y negro.
«Bueno, bueno. ¡Para mí lo es! Y al que no le agrade, que se joda»
Complemento mi atuendo, con unas plataformas corridas de color amarillas, en combinación con el estampado de mi blusa. Ato mi pelo en una cola alta con uno que otro pelo rebelde cayendo por los lados, solo delineo mis ojos con un lápiz negro, y sin faltar mis anteojos.
No creo que salgamos por la mañana, según escuché; Giulia, Carlos y Bruno. Estarán aquí por la mañana y nos marcharemos al nuevo piso, por la noche, cuando pasen por nosotras a la casa de Miller. Ya que este, ofreció su mansión para pasarla de lo lindo en un salón que tiene, disponible completamente para nosotras.
Bajo las escaleras admirando todo, este lugar es asombroso y la vista es de ensueño. No culparía si Alanna, decide no mudarse de aquí nunca.
Escucho voces y la risa de Bruno Ferretti hace eco en el lugar. Ese hombre de verdad es tan sensual. Si, tiene su porte intimidante y seguro de sí mismo. Pero tiene cierta chispa que lo hace diferente.
—Buenos días—. Saludo al entrar en la sala.
Todos fijan su vista en mí y, Giulia de inmediato se pone de pie con una de las gemelas en brazos, para saludarme.
—Hola, preciosa—. Besa mi mejilla.
—Enserio, hermosa, ¿No te agradaría salir conmigo esta noche? —Bruno sujeta los laterales de mi cintura con sus dos manos y besa la comidita de mis labios.
«Joder, estos hombre no se andan con rodeos»
—Con una mierda, Bruno, ¡Suelta la! —El dueño de la humedad de mi vagina se pone de pie enfundado en unos jeans ajustados en color azul zafiro, camisa blanca y su pelo sujeto en un moño flojo. Y por si le faltara algo, con la otra gemela en sus brazos.
—¿Qué?, no puedo dejar pasar a esta hermosura—. Me guiña un hijo.
—¡Niñas! —Carlos reprende a este par y de inmediato mi vista lo busca.
Su porte rígido, serio y formal, como cada vez que lo miro. ¿Me pregunto si sonreirá a menudo? Como ya es de esperar, la sensación al ver sus ojos, me inquietan. Pero decido no tomar más en cuenta eso y no quiero que Giulia o él lo malinterpreten.
—Buenos días, señorita Tylor—. La voz gruesa me hace sentir como si me estuviera reprendiendo.
—Buenos días, señor Miller— Es raro que, a él, no lo corrija para que solo me llame por mi nombre.
—Hola Dhana— Dante sale de la cocina hasta mí y besó mi mejilla, para después sentarse junto a Giulia.
«Lo dicho, ¡esta familia está loca!»
—Hola, Dany. ¿Qué tal tu noche? —. Aly, me mira en complicidad mientras sale de la cocina limpiando sus manos y con un delantal puesto.
—Bien, gracias—. El idiota de mi jefe, el rusito, solo sonríe divertido.
—Cariño, tú, sí nos dirás, ¿Qué fue lo que ocurrió para que este par traiga el sexy rostro, así? —Giulia me interroga—. Y de paso, me dices donde puedo conseguir una blusa así.
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Pequeña Tentación
RomansaPertenezco a este mundo desde que tengo uso de razón. Me temen por ser un maldito cabrón de Perra en los negocios. Para llegar a la cima; que es donde estoy "eres el cazador o eres la presa". Sólo una palabra importa para mi...Mi Familia y esa, no...