- Tn – Tae había interrumpido en el salón, por lo que al instante me levanté.
- ¿Qué pasa? – pregunté tras ir hacia él, sin embargo, el conde estaba lejos de concederme aquello, agarró mi mano con fuerza y evitó que siguiera avanzando. Por lo que un dudé en llevar mis ojos hacia él para que me soltera cuando me echó para atrás.
- Tenemos que irnos. Te lo explicaré por el camino. – me deshice de ese hombre y di un paso más hacia Tae.
- Como osas entrar aquí y abrir tu boca. Además, ¿Quién eres para llamar a la condesa por su nombre? Arrodíllate ahora mismo. – Tae me miró a los ojos y al instante se arrodilló.
- Levántate. – pronuncié tras alargar mi mano hacia Tae
- Sí, señora. – se levantó y agarró mi mano para levantarse.
- Nada de señora, soy Tn. Siempre seré Tn para ti, igual que para mí tu eres Taehyung.
- ¿Me estás desautorizando delante de un plebeyo? – fue a levantar su mano hacia a mí cuando para mi sorpresa el duque le frenó la mano.
- Puedes hacer lo que quiera con sus subordinados, pero jamás te atrevas a tocar a alguien que este bajo mi protección.
- Soy tu esposo me debes respeto.
- ¿Esposo? ¿Respeto? Alguien que planea la muerte de alguien por la espalda de otro, jamás será digno de mi respeto y mucho menos de mi mirada. ¿Hijos? ¿Prohibiciones? ¿Cocinas? ¿Sirvientas? ¿Planes ocultos? ¿Traición? Es todo lo que tienes para ofrecerme. No aceptaré casarme contigo, aunque el cielo me castigué por ello o aunque arda en el infierno. – en ese momento lo miré ferozmente.
- Tus padres aceptaron el trato. Tú eres mía. – me agarró con fuerza y me llevó hasta él.
- No te atrevas a volver a tocarla. – en ese momento Tae me protegió. El duque se había echado a un lado, ya que sabía que no podía meterse, pero al menos me había protegido antes de que me golpeará.
- No sabes con quién te metiste. – pronunció el conde mirando a Tae
- No lo sabes tú. – respondí tras empujarlo y apartarlo de Tae.
- Tn. – pronunció Tae al instante.
- Lo siento. ¿Podemos irnos? – pronuncié tras mirar al duque.
- Bueno, supongo que no podré darte mi bendición para esta unión. No creo que seas lo adecuado para ella. Deberás buscar a otra mujer, además no puedo dejar que un conde tenga más poder que el resto.
- Gracias. – pronuncié antes de inclinarme ante él.
Al instante Tae agarró mi brazo y después tiró de mí. Hoseok, estaba mostrando una sonrisa, por lo que en ese momento lo supe, estaba de mi lado.
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Las alas de la libertad
FanfictionTn, una chica que al abrir sus ojos se da cuenta de que ha renacido como una niña de una época de hace mucho tiempo. ¿La edad media? ¿Tal vez antes? ¿Tal vez después? Eso no parecía importar, no hasta que se da cuenta de que en ese mundo, la mujer...