Las alas de la libertad

El plan

- Tengo que reunirme con los chicos, necesito idear un plan. - se incorporó y se sentó en la cama. 

- ¿Puedo estar presente? – pregunté.

- Sí, está bien, pero no voy a incluirte en el plan.

- En realidad, tienes miedo de lo que pueda llegar hacer, ¿verdad? - lo miré y esperé por aquella respuesta. 

- Tn, no sé cómo puedes luchar de esa manera, pero no quiero que nadie lo sepa, porque si alguien lo supiera, te convertirías en algo deseado. No serías tratada como una humana. - en ese momento supe que se preocupaba y por un segundo recordé el pasado, aquella vida, en la que solo me repudiaban.

- Lo sé, pero yo también quiero protegerte. - posé mi mano en su espalda y acaricié la misma. 

- Antes, protégete a ti misma. La furia de anoche no es algo que debas de mostrar a nadie más.

- Está bien, te dejaré cambiarte. – me levanté de la cama y fui hacia la cocina para tomar algo de desayunar.

- Señorita, ¿Qué hace aquí? – preguntaron tras mirarme.

- Quería algo de tomar, así que cualquier cosa estará bien. Hoseok, me dijo que esta tarde vendrán invitados. Así que por favor tengan todo preparado. – Agarré algo de comida y salí de la casa.

- Tn. – Jimin había llegado al castillo, fui hacia él y después sonreí ligeramente.

- Duquesa. – pronunció Suga por primera vez.

- Llámame Tn, después de todo somos compañeros. ¿Venís a la reunión? Hoseok me dejó estar durante la reunión.

- ¿Te dejó? – ambos parecían sorprendidos por aquella noticia, cosa que me sorprendió bastante.

- Sí, Después de todo soy uno de sus guerreros, es normal que me deje. -podía notar un silencio incómodo, aunque realmente no me interesaba. Caminamos hacia el despacho donde Hoseok ya estaba preparado y Tae estaba a su lado.

- ¿Qué haces aquí? – preguntó Tae tras verme cruzar aquella puerta.

- He sido yo el que la ha dejado asistir. – me senté en uno de los sofás mientras que el resto permanecía de pie.

- Al parecer, el  rey está siendo perseguido.

- Sí, él dijo que hay muchas personas que desean su muerte. – pronuncié. – Aunque no sabe exactamente quién es el que se atrevió a dar el siguiente paso.

- Debemos de averiguar quién está detrás de ese ataque y así sabremos quién está detrás de esos hombres.

- ¿Cómo haremos eso? – preguntó Suga.

- Debemos de acercarnos a las personas cercanas al rey. - expresó Hoseok

- O puedes acercarte al rey. - me levanté y los miré.

- ¿A qué te refieres? – preguntó Hoseok tras mirarme.

- Hay un dicho que dice, si no puedes con tu enemigo únete a él. Eso es lo que está haciendo ese hombre. Esta cerca del rey, para asegurarse de todos los movimientos y en base a eso, él decide actuar. Así que, si te acercas al rey, te acercas a esa persona y desde esa posición, no solo proteges al rey, sino que averiguas quién está detrás de ese ataque. Así que uno de nosotros tendrá que infiltrarse y quedarse a su lado.