El mundo puede ser aun más pequeño de lo que uno se imagina. Incluso, dentro de los video juegos.
Nadie me creería si les digo que la persona que me desagradaba por completo en la vida, se había convertido en alguien tan indispensable para mí.
-¿Era...
Los días habían pasado; Jungkook asistía a clases como siempre, pero había solo una diferencia... No me dirigía la palabra, ni siquiera para molestarme como solía hacerlo antes. Intenté de hablarle, pero tampoco me nacía hacerlo; realmente me costaba... Ayer quería ayudarlo con un ejercicio que había dado el profesor de matemáticas. Note que no lo entendía, pero sin embargo le pidió ayuda a Jimin, en vez de molestarme a mi.
Me dirigía hacia la salida de la escuela hasta que pude ver a mi primo del otro lado de la puerta, no evite sonreír al ver a Yoongi ahí, sinceramente necesitaba pasar el rato con él.
—¡Yoongi! —corrí a abrazarlo, pero este evitó que lo haga ya que me tomo de los hombros.
—Ni se te ocurra enana —dijo riendo mientras forcejeaba con él. Luego de un rato de quejas, me soltó y finalmente pude abrazar a mi querido primo.
—Tu de verdad alegras mis días — mencione sin soltarlo. —Tengo que contarte muchísimas cosas.
—¿Otra vez ese tonto de Jungkook? —Preguntó alzando una ceja.
—Algo así, pero no quiero hablar de él estando en la escuela... No quiero que nos escuche — terminando de decir lo que había dicho, el peli plata desvío la mirada para ver a lo que estaba detrás de mi y este soltó una leve risa.
—Me parece que él y su amigo el rubio vienen hacia aquí — el escuchar las palabras de Yoongi hicieron que me voltear mi vista a aquellos chicos que se estaban acercando a nosotros.
Realmente no quería saber nada relacionado con Jungook en estos momentos y menos estando con mi primo. Por lo que pude ver, Jimin lo traía a rastras hacia nosotros; lo que provocó que levantara ambas cejas de la impresión.
—¿Qué sucede? —pregunté con algo de frialdad. Yoongi rió levemente al ver como le hablaba a ambos chicos; rodeo mis hombros con su brazo y acercó más a él. Realmente amaba lo malo que podía ser mi primo a veces, tanto como para que ambos muchachos apartaran su vista de la incomodidad.
—L-lamento interrumpirlos —contestó Jimin con dificultad —pero, queríamos hablar con Sunnie unos minutos — miré a ambos chicos y mi primo alzó una ceja.
—Bien, hablen —dijo el peli plata sin moverse de donde estaba.
—Pero...—Yoongi interrumpió a Jimin.
—Sea lo que sea que quieras decirle será con mi persona presente — una de las cosas que amaba del peli plata era su forma de intimidar a la gente. Contuve mis ganas de reírme juntando ambos labios y formando una línea recta mientras hacia presión en ellos.
—Ya, no lo trates así —dije mirándolo a mi primo; Jimin por otro lado soltó un suspiro pesado de alivio.
—Solo queríamos saber con Jungkook si te conectaras más tarde para jugar —logró soltar el pelirrubio.
—Posiblemente después de cenar —conteste mientras me encogía de hombros —te mandaré un mensaje cuando lo haga, ¿de acuerdo?
Jimin asintió con una bella sonrisa y se despidió de mi y de Yoongi para después retirarse junto con su amigo.
—¿Juegas con ellos? —preguntó risueño el chico junto a mi.
—Es una larga historia... Aunque justamente eso iba a contarte hoy —conteste realizando una mueca.
—Bien, entonces iremos a comer mientras me cuentas tus extrañas historias de telenovela — ¿ya dije que amaba a mi primo? Pues si no lo hice, sepan que amo a este hombre por tenerme la paciencia que me tiene.
Luego del pequeño trayecto hasta el McDonald's, bajamos del auto y nos metimos rápidamente al local.
—Entonces, este chico Jimin los obligó a ambos a jugar juntos y ahí se dieron cuenta de que eran ustedes en el juego anterior—asentí ante las palabras de mi primo mientras que formábamos la fila para que nos atiendan. Sinceramente la forma de sintetizar toda la historia en una simple oración me impresionaba.
—Y después de eso Jungkook se comporta raro conmigo y yo... —hice una pausa para tratar de pensar en las palabras correctas para tratar de expresar lo que sentía al respecto, pero Yoongi se me adelanto.
—Te comportas igual de estúpida que él ya que nunca se te pasó por la cabeza que la persona que tanto odiabas en realidad era la que más querías — Touché.
No mencioné más nada y tomamos nuestros pedidos para después sentarnos en las mesas del piso de arriba. Una vez ya en nuestros lugares, antes de que mi primo empezara a comer hablo nuevamente.
—Debes hablar con Jungkook, ambos están en la misma situación; posiblemente el quiera hablarte sobre el tema, pero no encuentra la forma de hacerlo —menciono para después darle un mordisco a su hamburguesa.
Le di un sorbo a mi bebida y asentí levemente mientras procesaba los consejos del peli plata. —¿y que hago con la propuesta de Jimin?
—¿Te gusta? —preguntó.
—Es lindo conmigo, pero es el hermano de Sunhee... —mi primo se empezó a reír.
—No pongas excusas, ¿te gusta o no? — al terminar de hablar se acomodo en el respaldo de la silla —Pero por lo que te conozco, puedo decir que estas confundida por el tema de Jungkook.
—¿Estas diciendo que me gusta ese idiota? —solté en mi defensa.
—Estoy un noventa y nueve coma nueve por ciento convencido de que si —dijo riéndose mientras acercaba su boca bebida para tomarla — aunque puede ser que sea algún tipo de confusion momentanea.
—¿Entonces que hago doctor amor? —pregunte con ironía.
—Sal con Jimin, tal vez se te aclaren las cosas. Pero no descartes el hablar con Jungkook —no dude en hacer una mueca de confusión al escucharlo — si lose, suena contradictorio pero ambos deben aclarar sus dudas.
Solté un leve suspiro y asentí. Yoongi tenía razón; de alguna forma u otra debía aclarar mis sentimientos. Finalizamos de comer y emprendimos nuestro camino de regreso a casa, él se quedaría toda la tarde conmigo, y no quería usar la computadora cuando el peli plata estaba; realmente seria un gran momento para pensar bien las cosas e iba a aprovechar a que me de todos los consejos existentes para saber que hacer.
