El mundo puede ser aun más pequeño de lo que uno se imagina. Incluso, dentro de los video juegos.
Nadie me creería si les digo que la persona que me desagradaba por completo en la vida, se había convertido en alguien tan indispensable para mí.
-¿Era...
Luego de estar un rato acostados, nos levantamos para poder vestirnos antes de que mi mamá regrese y encuentre a dos adolescentes desnudos en el sillón de su casa, después de haber tenido relaciones sexuales.
Me coloqué las prendas con algo de dificultad ya que mi zona intima no paraba de indicarme con grandes molestias que me dolía...y bastante. Terminé de colocarme la playera y sentí como los brazos de Jimin rodeaban mi cintura para después besar mi mejilla.
-Eres hermosa Sun-jung - pronunció el pelirrubio cerca de mi oído. Sus palabras recorrieron por todo mi cuerpo provocando un cosquilleo dentro de el y que mis mejillas se tornaran de color rojo de inmediato.
A veces me preguntaba realmente que era lo que veía Jimin en mi. Él era un chico realmente hermoso y todas las chicas de la escuela limpiaban sus babas que colgaban de sus bocas al verlo pasar por los pasillos. ¿Acaso me había ganado la lotería por fin?
Sonreí tímidamente y me dí vuelta para rodear su cuello con mis brazos y besar sus labios suavemente. El pelirrubio no tardó en reaccionar y continuó el beso de una forma muy delicada. Maldita sea, sus labios eran tan suaves y carnosos que era toda una satisfacción sentirlos sobre los míos. El ruido de la puerta hizo que nos separáramos de inmediato. Vimos a mi madre entrar por la puerta y junto al pelirrubio nos miramos mutuamente como los cómplices que eramos de nuestros actos pasados. Solté un leve risa y Jimin fue a ayudar a mi madre con todas las bolsas que traía de la tienda -nos salvamos por unos pocos minutos - pensé mientras veía ambos dirigiéndose a la cocina.
Después de ayudar a guardar todo, mi madre comenzó a hacer la cena mientras que platicaba... mejor dicho, interrogaba a mi novio.
Ayudamos a preparar la mesa y antes de sentarnos, el pelirrubio pidió permiso para ir al baño. Le indiqué en donde estaba y justo cuanto iba a volver a lo que estaba mi mamá dirigió su mirada hacia mí.
-¿Q-qué? - pregunté un tanto nerviosa.
-Espero que hayan usado protección - abrí mi boca de la impresión al haber escuchado las palabras de mi madre. ¿¡Nos vio!? Comencé a sentir como mis piernas comenzaron a temblar, pero esta vez de los nervios, mi vista se nublaba y comenzaba a tener dificultad para mantenerme de pie. Esta mujer me va a matar, me va a matar en cualquier momento.
Sin poder contestar aún, mi madre comenzó reír tras ver mi reacción y comenzó a negar con la cabeza divertida -Hay hija, no me digas que de verdad lo hicieron -rió mas fuerte. Por un lado, comencé a tranquilizarme, pero a la vez quería enterrarme bajo tierra y no aparecer más en este mundo.
-No he contestado nada - logré pronunciar por fin avergonzada.
-Luego hablaremos de eso - soltó mientras me guiñaba un ojo.
¿Cómo se había dado cuenta? ¿acaso las madres son adivinas ocultas? Que vergüenza estaba sintiendo, que vergüenza.
Jimin había regresado con nosotras y mi madre ya estaba por servir la comida en la mesa.
Mediante la comida, la platica entre los tres era bastante agradable después de aquél incómodo momento a solas con mi progenitora.
A veces sentía que mi madre se olvidaba quien era, ya que muchas veces solía comportarse como una adolescente. Si bien, me sentía bastante avergonzada por lo ocurrido recientemente, pero a la vez agradecía que mi padre estuviera de viaje de negocios, ya que ambos juntos la vergüenza iba a multiplicarse por dos.
Después de cenar, mi madre nos dio helado. Jimin al principio se negaba en aceptar ya que se había quedado satisfecho con la cena.
-Hay estas muy delgado, querido - habló mi madre - Un poco de helado no te hará mal. El pelirrubio rió leve y terminó aceptando.
-Gracias señora Lee - contestó el pelirrubio. - Además, quería agradecerle la cena. Y sobre todo, que me deje ser novio de su hija.
-Jimin-ssi, no agradezcas -sonrió con amabilidad mi progenitora - Me alegra que Sun-jung este con un chico como tú. -Claro... hace unos días me decía que te sorprendía que estuviera con un chico como él y que me imaginaba con alguien como Jungkook... me dueles mamá, me dueles.
-La verdad, me ha costado bastante recibir una respuesta de su parte -rió levemente Jimin - hasta que por fin lo hizo. Miré a mi novio haciéndome la ofendida y este sonrió ampliamente mientras tomaba mi mano. Amaba ver la sonrisa del chico que tenía a mi lado, se veía tan cálida y confortable que podría estar todo el día viéndolo sonreír sin culpa... y si, lo digo... lo admito, lo grito si quieren, me enamoré de Park Jimin, señores.
Los tres continuamos hablando hasta que se hicieron las once de la noche, mi madre le dijo a Jimin que se quedara esta noche a dormir, ya que era muy tarde. El pelirrubio la miró inseguro sin saber que contestar, pero ella insistió diciendo que se sentiría culpable si volvía a estar horas solo.
Apoyé la petición de mi madre y mi novio -me comenzaba a gustar llamarlo así - terminó aceptando.
-Puedes dormir con Sunnie -continuó mi mamá. -No soy ese tipo de madres estrictas que no los dejan dormir juntos -rió. Lo noté madre...lo noté hace un tiempo...
-Oh... si usted lo dice - contestó el pelirrubio.
-Ya Jiminie, tranquilo. Esta es tu casa también - mamá hasta a mí me pones incomoda.
-Gracias - sonrió nuevamente Jimin -Le avisaré a mis padres que me quedaré aquí. -Ambas asentimos y los dos nos dirigimos a mi habitación después de desearle las buenas noches a mi madre.
Después de cerrar la puerta de mi habitación, Jimin se sentó en la cama y tapó su rostro soltando un suspiro.
-¿Que ocurre? - pregunté con preocupación sentándome a su lado.
-Pensé que iba a ser mas dificil - reí levemente al escuchar sus palabras y negué con la cabeza.
-Yo agradezco que no me haya humillado en frente tuyo - al parecer él no había entendido ya que su expresión delataba que no había entendido. -Mi mamá suele avergonzarme bastante, cuando le tengas mas confianza, ya veras.
El pelirrubio rió levemente y paso uno de sus brazos por mi cintura para acercarme a él y besarme.
-No me importa lo que haga o diga sobre ti. Yo te seguiré amando a pesar de todo -soltó en un tono tierno.
No pude resistirme ante sus palabras, y tomé su rostro para besarlo. Este chico sabía como enamorarme con cada palabra y acción que hacia. Nunca había pensado que darle una oportunidad iba a ser la mejor decisión que haya tomado en mi vida.
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Quería subirles un cap antes del maratón! Así que, espero que les guste 💜
Los amo ❤️
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