Cupido | Markhyuck

9. Plan C (de Celos) [pt.2]

Mark vio desconcertado a la pantalla de su teléfono, leyendo el mensaje que había ahí una y otra vez, sin entender nada. Era un mensaje de Donghyuck.

Hyuckie ☀️:
Lo siento mucho, hyung.
Pero hoy no podremos ir
juntos.

No lo entendía. Quería, pero realmente no podía.

¿Qué había pasado para que el menor tan repentinamente le dijera que no irían juntos?

Nunca había pasado algo así, al menos no en mucho tiempo.

La última vez que pasó, fue cuando se le ocurrió decir que EXO era flop (una broma, claramente). Donghyuck se enojó tanto que no le habló por dos semanas, hasta que se disculpó y hasta le obligó a hacer una de sus coreografías. Fue el día en el que sufrió más. Y tampoco sabía porqué lo había hecho, realmente.

Volviendo al punto, se apresuró a preguntar el porqué de tan repentino cambio. Lo único que recibió fue un "tengo algo que hacer, lo siento".

Aún con esa molestia en su pecho, comenzó a prepararse para ir a la escuela.

Cuando estuvo listo, salió lo más rápido posible de su casa, ignorando los llamados de su madre. Al llegar a la entrada, lo que vio no le gustó ni un poquito.

¿Qué mierda hacía Lee Jeno acompañando a su soleci- es decir, a Donghyuck a la escuela? ¿Esa era la cosa tan importante que tenía que hacer?

Oh, no. Donghyuck no se salvaría de esa.

[...]

Por su lado, Donghyuck estaba escuchando hablar a Jeno sobre quién sabe qué cosa. No estaba prestando demasiada atención, ya que estaba demasiado nervioso (y asustado) por haber dejado solo al canadiense.

Estaba empezando a arrepentirse, y no porque Jeno fuera una mala compañía (aunque sus bromas si lo fueran), sino porque le preocupaba el hecho de que Mark podría haberse enojado con él.

Sí, el amor lo hacía tan estúpido.

Pero... no era posible que Mark se enojara por algo así, ¿no?

La voz de Jeno lo sacó de sus pensamientos. —Ahí viene... — dijo con una pequeña sonrisa que el moreno no notó.

Estaba por preguntar a qué demonios se refería, cuando de repente alguien tomó su muñeca y lo arrastraba a quien sabe donde, demasiado rápido para su gusto.

Sus intentos por hablar fueron en vano, hasta que llegaron a la parte trasera de la escuela, justo donde estaba el árbol bajo el que él y Mark solían almorzar.

—¡¿Pero qué demonios te pa-?! — empezó a reclamar, quedándose mudo al ver al canadiense frente a él, con los brazos cruzados y expresión seria.

¿La había cagado?

—Necesito una explicación, Donghyuck. — habló con firmeza luego de unos minutos en silencio. —¿Qué hacías con Jeno?

Donghyuck tragó saliva. Mark lucía- no, definitivamente estaba enojado.

¿Qué debía decir? ¿Dónde estaba su cerebro cuando lo necesitaba? Ni siquiera Jungwoo estaba cerca.

«Estoy observando, te lo prometí.»

Donghyuck rodó los ojos. ¿De que le iba a servir ahora si no podía hablarle sin lucir como chalado?

—¿Y bien? — volvió a hablar el canadiense ya un poco más calmado.

Donghyuck tomó su muñeca haciendo una mueca de dolor, un puchero formándose en sus labios. Esa era su última carta para salir de esa, o al menos conseguiría tiempo para inventar algo. Era eso, o decir la verdad. —Eres un bruto, Makku. — reclamó con voz lastimera.