26. Relleno.

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—No te muevas de ahí, ¿bien? Tienes que descansar.

Donghyuck puso toda su fuerza de voluntad para no decir lo ridículo que estaba siendo Mark. ¡Ya le había dicho lo mismo cientos de veces!

—No es como si estuviera deshauciado, exagerado. — bufó, cruzándose de brazos y acomodándose sobre la cama.

Empezaba a cansarse. Al principio, estaba más que encantado con los cuidados y atenciones que su casi-novio le daba, pero no le gustaba sentirse inútil. No estaba inválido.

—Dije que iba a cuidarte, y eso estoy haciendo. Es mi culpa que estés enfermo.

Donghyuck asintió, sin poder discutir ante eso. —Tienes razón. ¿Qué tan torpe tienes que ser como para tirarnos al río otra vez?

Mark rascó su nuca, avergonzado. —Lo siento. Vi algo y me asusté.

El moreno lo miró confundido. —¿Una ardilla?

Obtuvo una negación como respuesta. —Algo peor. — fue lo único que dijo, sin poder evitar que un escalofrío lo recorriera entero. No quería recordar eso.

—¿Qué tan malo fue como para hacer esa cara y caerte? Es ridículo.

Se preguntarán que está pasando.

Mark y Donghyuck fueron a otra cita hace un par de días. Curiosamente, pasaron por el río en el que tuvieron la primera. Mark vió algo "malo" (según él), provocando que, cuando pasaban por la orilla, ambos cayeran. A causa de esto, Donghyuck obtuvo un pequeño resfriado.

No entendía porqué Mark no había enfermado. Donghyuck creía que era un maldito suertudo.

En fin, Mark, sabiendo muy bien que fue su culpa (aunque también creía que no, porque realmente no fue su intención ver lo que vio), y como el buen novio que era, se ofreció a cuidar de su bebito enfermo (no le digan a Donghyuck que pensaba de esa manera sobre él, no quería quedarse viudo).

¿Qué hacia Jungwoo ahí?

La madre de Donghyuck le había llamado, sabiendo que su hijo podía ser un poco... atrevido. Así que él estaba para evitar cualquier cosa no apta para menores que pudiera ocurrir.

—Estoy siendo cruel y olímpicamente ignorado. — murmuró un pelinaranja, viendo a la pareja hablar (o discutir, ya ni sabía) desde su cómodo lugar en el pequeño sofá que el peliplata tenía en su habitación.

—No es tan malo, ¿no? Al menos no están comiéndose. — murmuró en respuesta el alto, mirando de igual manera a la pareja, obteniendo un asentimiento del mayor como respuesta.

¿Por qué Lucas también estaba ahí?

Jungwoo le había contado lo que había pasado, porque, aunque Jungwoo estuvo presente en la cita a petición de Donghyuck, Lucas no había podido ir en esa ocasión por razones que estaban fuera de su dominio. El chino había insistido demasiado en acompañarlo a cuidar de Donghyuck, y Jungwoo simplemente era muy débil cuando de Lucas se trataba.

A veces odiaba que fuera así. Como en ese momento, después de darse cuenta de que se había quedado ensimismado observando al chino.

Y ahí estaban, viendo a Donghyuck colgándose de Mark después de haber prácticamente discutido. Jungwoo por ratos no los comprendía, pero debía admitir que tenían una relación hermosa. Envidiable, podría decir.

Él no se consideraba una persona necesitada de amor. Es más, le gustaba más darlo, que recibirlo. Pero, por momentos, se encontraba a sí mismo imaginándose en algo con cierta persona. No podían culparlo. Estaba enamorado, lo sabía. Muy a pesar suyo, lo estaba. Y no había nada que pudiera hacer, porque sabía que no era recíproco.

Cupido | MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora