Jeno gruñó, maldiciendo con todo su ser al molesto sonido del despertador. En especial siendo un lunes. No es que los odiara, el odiaba tener que levantarse temprano en lugar de quedarse entre la calidez de sus mantas, haciendo lo que más le gustaba: dormir.
Suspiró, su mano extendiéndose para apagar el aparato que se encargaba de despertarlo todas las mañanas, regresando a su lugar, dispuesto a dormir aunque sea los típicos cinco minutos extras.
Y estuvo a punto de hacerlo, hasta que la voz de su hermano se escuchó, seguido de tres golpes en la puerta, la misma abriéndose, mostrando la silueta de su mayor.
—¿Jeno?
El ahora castaño (gracias a las milagrosas manos de su profesor de educación física) se sentó en su cama, frotando sus ojos en un intento por espantar el sueño. —¿Qué pasa, hyung?
—Uhm. — escuchó que el otro murmuraba, sin apartar su mano de la perilla. —Es extraño, pero tú me pediste que especialmente hoy te dijera que "es el gran día". — hizo comillas. —Así que... Es el gran día, Jeno.
El menor rió, asintiendo. Él había hecho eso, porque solía ser un poco olvidadizo. —Muchas gracias, Doyoung hyung. En seguida bajo.
Doyoung asintió, empezando a salir. —Ah. — dijo, deteniéndose un momento. —¿Por qué Jaemin está aquí tan temprano? — preguntó extrañado, volviendo a ver al castaño. —Es raro considerando que son las seis de la mañana. — se quejó, frunciendo el ceño al escuchar lo que probablemente era el ruidoso del ahora rubio en la cocina de su casa.
Jeno se encogió de hombros. —Dile que suba. — pidió, sabiendo que a veces Jaemin podía ser un tanto ruidoso, y no era bueno molestar a Doyoung por las mañanas.
El pelinegro asintió, dándole una última mirada antes de salir de la habitación.
Cuando estuvo solo, Jeno sonrió, tomando su teléfono de la mesita al lado de la cama, y enviándole un mensaje a Donghyuck para preguntarle si estaba listo, al igual que a Mark.
Jaemin entró cuando estaba buscando algo decente para ponerse e ir a la (perra) escuela. —¿Todo listo, Je-? ¡¿Por qué aún no te has bañado?! — exclamó, viendo que el mayor aún seguía con su pijama (que le quedaba linda, por cierto). —Ya sé que eres medio otaku, pero tienes que hacerlo, Jeno, es por un bien mayor. — declaró, poniendo sus manos sobre los hombros del castaño y empujándolo hacia el baño.
Jeno rodó los ojos, dándole una mirada ofendida al rubio, pero dejándose hacer de todas formas. —No es como si fueran a darte algo a ti. — recordó, viendo al menor abrir la puerta y arrastrándolo dentro.
—Pues no. — aceptó, tomando los botones de la camisa del mayor y desabrochándolos, para seguidamente deslizar la tela por sus hombros, quitándola, dejando sus manos descansar en los hombros del mayor. —Pero seguramente Mark hará algo ridículo, así que estoy ansioso por ver. — dijo con una sonrisa, misma que fue correspondida por Jeno.
Y era verdad. Ellos lo llamaban el "gran día" porque:
1. Mark finalmente se había dignado en hacer algo.
2. Sería algo estúpidamente vergonzoso, ya que estamos hablando de Mark.
3. Querían ver lo que haría Donghyuck.
Solamente eso, no hay más razones que la de querer burlarse del canadiense por un rato.
Jaemin salió del baño con la camisa en la mano, observándola y preguntándose porqué demonios había hecho algo así con Jeno; con el sonido del agua cayendo junto a la melodiosa voz del mayor de fondo.
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Cupido | Markhyuck
Fanfiction¿Qué pasa cuando dos personas que se aman son tan estúpidas como para admitirlo, o tan siquiera notarlo? Exacto, es momento de que Cupido entre en escena. O donde Jungwoo notó que esos dos se amaban, pero uno era demasiado tímido para admitirlo, y e...