37. El trabajo de Cupido.

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lean la nota al final, por favor.

•°• 💘 °•°

Donghyuck abrió los ojos lentamente, frunciendo ligeramente el ceño al percibir la luz del sol filtrándose por la ventana de la habitación y llegando a sus sensibles orbes. Intentó moverse, mas se vio incapaz por unos brazos fuertes que rodeaban su cintura con esmero, manteniéndolo cerca. Sonrió sin poder evitarlo, girándose para encarar a su novio.

Su novio.

Se escuchaba tan bonito... Y se sentía muy bien el poder decirlo ahora.

Su novio. Mark era su novio.

Finalmente.

Si hace muchos meses, cuando todavía no eran más que simples mejores amigos y él no había comenzado a llevarse más con Jungwoo, alguien le hubiese dicho que las cosas terminarían de esta manera, probablemente se habría reído en la cara de esa persona.

Es que era increíble.

El que él estuviera saliendo con Mark, y ahora fueran oficialmente novios se le hacía... irreal. Como uno de los tantos sueños que tuvo como el adolescente enamorado que era, y los cuales sabía muy bien nunca se harían realidad. Pero, al parecer, todas sus creencias estaban completamente erradas, y todo lo que siempre quiso ahora estaba ocurriendo.

Poder abrazarlo, tenerlo a su lado, y muchas cosas más eran algo cotidiano para ellos al conocerse desde que eran niños, pues Donghyuck siempre había sido muy cariñoso. Pero ahora todo era diferente. Ahora podía besar esos labios con los que había fantaseado más de una vez, y los gestos de cariño eran más que amistosos por parte de ambos.

Eso le hacía feliz. Muy, muy feliz. La persona más feliz en todo el mundo, probablemente.

Y es que, contrario a todas sus creencias provocadas por el sutil rechazo que tenía el canadiense por cualquier tipo de acto afectivo en público, Mark era un mimoso. No tanto en el sentido de recibirlo, sino que era también muy cariñoso. Esa era una faceta que, suponía, solamente las personas con las que el canadiense tuvo algo tuvieron el privilegio de conocer. Pero, sabía muy bien que se equivocaba, pues la última persona con la que Mark había salido había decidido terminar las cosas precisamente por eso: falta de atención. Desde su perspectiva, Mark tampoco se vio demasiado afectado por ello, incluso podría decir que le daba exactamente igual.

¿Por qué con él era distinto?

No lo sabía, probablemente nunca lo haría. Pero no importaba, porque, viendo a Mark así, plácidamente dormido (y sin roncar, lo que, en su humilde opinión, era muy, muy extraño), a su lado, le hacía sentir como la persona más afortunada del mundo. Y tampoco se molestaría en preguntar para saciar sus dudas, pues no necesitaba la respuesta. Mark estaba con él, y eso era más que suficiente para él, durase el tiempo que durase.

Tanto tiempo con un amor que él creía unilateral, y lo único que necesitaron fue un pequeño empujoncito...

¿Debería agradecerle a Jungwoo de otra manera?

Se quedó quieto en su lugar, analizando todas y cada una de las facciones del bonito chico que estaba frente a él, y era su novio. Sí, estaba de pesado con eso, pero no pueden culparlo. No podía olvidar la bonita propuesta que Mark hizo el día anterior, y tampoco las razones que tenía para golpearlo.

Cupido | MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora