POV TIAGO:
—No tendrías que haberle mentido.—interrumpe Chantel en medio el silencio del coche.
—No le he mentido.—rebato seco mirando por la ventana.
Después de discutir un poco más sobre mi serio problema de impuntualidad, Chantel me recriminó no haberle dicho a Violetta que en el trabajo todos piensan que somos pareja.
No le he dado mucha importancia porque no la tiene en absoluto y solo veo a Chantel como mi amiga, pero sé positivamente que Violetta no lo va a ver así.
—Le has escondido la verdad.—rebate mirándome con desaprobación.—En lo que a mí respecta, eso es una mentira.
—No voy a preocuparla por cosas insignificantes para que se ponga mal.—sentencio mirándola rotundamente.
—¿Insignificantes dices?—ríe incrédula.—Dime una cosa Tiago, ¿que va a pasar cuando venga y se entere? ¿Qué le vas a decir entonces?
—¡No se va a enterar! ¿Queda claro?—la interrumpo elevando la voz y provocando un repentino silencio.—No quiero herirla y ahora está tan feliz...—murmuro sonriendo levemente al recordar su expresión llena de felicidad al darle la noticia.
—Yo no quiero estar en medio, Tiago.—farfulla no muy convencida sin quitar la vista de la carretera arrugando la frente.
—Y no lo vas a estar porque no hay medio.—pronuncio mirándola tajante.—Aquí no hay nada y punto, es solo una tapadera para que ese Kai te deje en paz.
—¿Y hacía falta decirle que somos novios?—insisto sin gustarme por donde está yendo la situación.—Podrías haberte inventado cualquier otra cosa.
—¡Fue lo primero que se me ocurrió! ¿Vale?—grito fuera de mis casillas sin poder contenerme más.
Me paso las manos por el rostro, repentinamente cansado del asunto. Yo solo quería ayudar a Chantel y presentarme como su novio, en ese momento me pareció la mejor opción.
Claro está que ahora no lo tengo tan claro y siento que estoy engañando a Violetta. No porque le esté siendo infiel, no. Nunca lo haría a sus espaldas, pero no me gusta esta sensación de estar escondiendo cosas de la persona que quiero. Me produce un malestar del que no me puedo librar.
—Anda, ya hemos llegado.—larga Chantel interrumpiendo mis turbulentos pensamientos.
No espero ni dos segundos antes de abrir la puerta y salir escopeteado, ni siquiera la espero a que me alcance.
Puede que esté huyendo de sus duras palabras porque es la verdad, pero no me veo capaz de afrontarlo ahora. Quiero pensar que todo va bien y que Violetta está más que entusiasmada por su gran éxito.
Decido tomar las escaleras en vez del ascensor con la esperando que Chantel tome el ascensor y me deje pensar y aclararme las ideas antes de sonreír hasta que me duelan las mejillas.
Claro que la suerte no puede estar de mi parte y la chica me sigue escaleras arriba.
—Te vas a cansar de subir tantas escaleras.—empiezo sin volverme ni pararme para mirarla.
—Me da igual.
—Te van a doler los pies con estos zapatos de tacón.—insisto con voz monótona acelerando el ritmo.
—Me da igual.
Me contesta de la misma forma que que yo lo hago y me paro en seco para mirarla conteniendo un gran suspiro.
—¿Qué es lo que quieres, Chantel?—se me nota el fastidio en la voz.—Ya te he dicho que no voy a meterte en ningún compromiso.
Me mira entrecerrando los ojos y aguardo, cruzado de brazos, a que termine de analizar los pros y los contras de seguir con la farsa.
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DOBLE MENTIRA
Teen FictionHan pasado cuatro años desde que la vida de su mejor amiga Angelique cambió radicalmente, y ahora es su turno de luchar por la vida que tanto anhela. Violetta Molina no lo ha tenido todo tan fácil. Estuvo metida en una relación que no terminó bien y...