Volver al hotel y actuar normal es duro, pero sonreír a cuanto se me cruza y hacer d cuentas que nada ha pasado lo es todavía más.
Este fin de semana ha sido maravilloso. He podido desconectar parcialmente del mundo y centrarme en mi felicidad con Tiago. El cual, cabe aclarar, que ha sido más atento que nunca.
Es cierto que la llamada de su padre nos dejó bastante preocupados y estuve tentada a mandarlo para Nueva York y dejarlo en manos del destino, pero con solo una mirada me indicó que mejor ni pronunciara esas palabras.
Y en efecto, mereció la pena guardarse los remordimientos y disfrutarlo como antes. Al menos todo lo que dure que, aunque no se lo haya dicho, no estoy muy convencida de que sea mucho.
«Flashback»
—He tratado de hacer la tortilla lo más parecida que he podido.—me sirve la comida en el plato y elevo una ceja, examinando lo verde del extremo.—No te fijes mucho que a lo mejor no te la comes.—bromea señalando el plato tratándome de animar, pero solo me sale una mueca.
—Mm...te ha salido muy buena.—miento elogiándolo masticando con cuidado de no romperme un diente.
—No hace falta que me mientas, pequeña. Tu cara me lo dice todo.—me mira apoyando un codo sobre la mesa. Sabía que con Tiago, mi capacidad de actuación no colaría.
—Lo siento, es realmente terrible.—me sincero soltando una risilla por debajo la nariz.—De verdad, ¿desde cuando te enseñé tan mal?—Abre la boca sorprendido, lo que me provoca más risa.
—Mis disculpas, señorita.—se lleva una mano al corazón, haciéndose el ofendido.—Pero ha pasado tanto tiempo desde la última vez, que se me ha olvidado.—se le escapa con naturalidad, pero no se me escapa el peso que estas palabras esconden y se me cae la sonrisa y el buen humor. Tiago lo nota.—No quería sonar así.
—Tranquilo, ha pasado mucho tiempo.—susurro acompañado de un suspiro, restándole importancia.
—Por eso mismo, ahora más que nunca tenemos que descubrir quién es el responsable de nuestra desgracia.—sentencia poniéndose de pie y cambiando de tema.—Tenemos que llegar hasta el fondo del asunto.
—¿Y cómo vamos a hacerlo en menos de cinco días?—pregunto tragando con dificultad el trozo de tortilla.
Si no hemos podido averiguar mucho en estas semanas, menos lo haremos en cinco días.
—No lo sé, ya se nos ocurrirá algo. Pero de que lo hacemos, lo hacemos como me llamo Tiago Pardo.—afirma sin vacilar y lo miro dudosa. Ojalá yo tuviera tanta fe en ello. Quiero creer que podemos, pero la realidad me lo pone muy difícil.
«Fin del Flashback»
El resto del fin de semana nos lo pasamos saliendo y volviendo a pasar tiempo juntos a la vez que exponiendo posible teorías para dar con una solución coherente.
Hay ciertos momentos en los que me siento culpable por no decirle lo que pasó con Christopher, pero no quiero romper la burbuja protectora que hemos creado y me da miedo la reacción que pueda tener.
Por otro lado, he estado en contacto con Nina para ponerme al día de mi hotel ya que en el que estoy ahora mismo, el propietario es Christopher y necesito continuar con mi negocio.
«Flashback»
—¿Y si estamos analizando la situación desde el punto de vista equivocado?—reflexiona con el ceño fruncido y la mirada perdida en la pared de su habitación.
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DOBLE MENTIRA
Teen FictionHan pasado cuatro años desde que la vida de su mejor amiga Angelique cambió radicalmente, y ahora es su turno de luchar por la vida que tanto anhela. Violetta Molina no lo ha tenido todo tan fácil. Estuvo metida en una relación que no terminó bien y...