Chim!; 윤민

s e t e n t a y c i n c o

Me salvé, banda, ya no ando in love 😎🤙

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Después de aproximadamente una hora la pareja de castaños se dignó a regresar a la sala. Al llegar miraron al minino y al azabache bien abrazados, pues hacía pocos minutos también tenido su momento de intimidad.

— Bueno, creo no solo yo me la pasé bien, ¿verdad, hyung? — preguntó Tae burlón mientras se sentaba en el sofá de enfrente con Jeon en las piernas.

Le colocó la sudadera al rubio nuevamente — Nosotros no fuimos tan ruidosos — plantó un pequeño beso en su mejilla.

— Bebito, debo irme a trabajar... — acarició su cintura.

— Pero, hyuuuung — hizo un puchero.

— Se me hará tarde, lindo — le dio un pequeño beso en la frente y lo soltó.

— ¡No, no! — lo abrazó con fuerza —, uno más — hizo mohín con sus labios.

Bufó y dio un piquito.

— ¡Uno bien, hyung!

Sonrió y lo besó con más calma, enrolló su brazo izquierdo en su cintura y lo apegó a él. El menor pasó sus bracitos por detrás de su cabeza sin intensión de separarse.

El sonido que generaban sólo los hacía querer quedarse así más tiempo. El minino al sentir que su pareja se iba a alejar le mordió el labio inferior con algo de fuerza.

— Ahg — se quejó un poco bajo y se separó —, te he dicho que no hagas eso — apretó sus mejillas abultadas con su pálida mano.

— No quiero que se vaya...

— Pero tengo que, así que ya, adiós.

— ¡Espere!, tiene algo aquí — apuntó sus labios.

— ¿Qué cosa? — pasó sus delgados dedos por su labio y tentó las pocas gotitas de sangre provenientes de la mordida —, mhm, graciosito.

El menor lo abrazó, el mayor le correspondió por lo que el menor aprovechó y al morderle el cuello succionó. Yoon Gi al sentir lo que hacía lo separó.

— ¡Ji Min! — gritó entre sorprendido y molesto.

— ¿Qué? — habló con inocencia.

Bufó — Me tengo que ir — se dio la vuelta y azotó la puerta al salir.

— Hey, Min — habló Nam Joon entrando a la zona donde comían.

— ¿Qué? — respondió sin voltear ya que estaba preparando su café.

— El jefe del bloque uno quiere que...

— ¿Quiere que qué? — volteó.

— Dios, tu niño es un precoz.

— ¿De qué hablas?

— ¿Ya miraste tu cuello? — puso su dedo sobre la marca —, parece que te agarró un vampiro.

— ... — sacó su celular y se miró en la cámara —, maldito hijo de... — suspiró y guardó el aparato —. Como sea, ¿qué ocupabas?

— Ah, cierto. El jefe del bloque uno quiere que le mandes los informes de la semana.

— Claro, dile que lo hago en cuanto los termine — se encaminó a la puerta.

— Los quiere para hoy.

— ¿Qué mierda? — se giró a verlo —, apenas es jueves, puedo empezar hoy y terminar mañana.

— Es que él no vendrá mañana.

— Ese no es mi puto problema, debo ayudar a Ji Min con el bebé, además se asusta cuando llego tarde.

— Lo siento, Yoon, yo no puedo hacer nada...

Bufó — Puta mierda — salió de ahí directo a su oficina.

Dejó su taza en el escritorio y fue al elevador para ir a la planta baja. Caminó hasta la oficina de Seung Cheol, jefe del bloque uno.

Entró a la oficina sin tocar, asustando un poco al mayor.

— Se toca antes de entrar, Min — habló con el ceño un poco fruncido.

— Poco me importa eso ahora — cerró la puerta y caminó hasta recargar sus manos en el escritorio —. ¿Crees que no tengo vida fuera de este lugar?, no putas puedo entregarte todos los informes de la semana hoy y lo sabes.

— No es la primera vez que haces todo en un día, no veo el inconveniente.

— Sucede que eso pasaba cuando no tenía hora de salida, y eso era porque no tenía nada que hacer fuera, pero no puedo salir más tarde de las cuatro...

— ¿Se puede saber el motivo?

Suspiró con pesadez y frunció el ceño — Pues mira, me esperan en casa, mi pareja es ansiosa en cuanto a mi llegada, créeme que si llego tarde es capaz de una estupidez y mi hijo es un bebé, por lo tanto, si mi pareja se estresa no puede cuidar del niño, así que le pido que me deje empezar hoy y terminar mañana como putas siempre...

— Vaya, entonces sí tienes vida fuera de aquí... — sonrió —, yo digo que vayas notificando que llegarás algo tarde, porque necesito esos oficios con todo y locación.

— Eres un hijo de..., uhg, ojalá le pase algo a tu puto esposo un día que salgas tarde — salió echando humos de la oficina rumbo a la suya.

Eran aproximadamente las siete y media de la tarde, Min por fin terminó los oficios que le habían pedido e iba ya camino a casa. Se sentía cansado y también algo extraño, pues su pareja no le había respondido los mensajes ni le había enviado fotos de Cha Min como de costumbre.

Llegó a casa y al entrar su corazón casi se detuvo.

— ¿Qué te pasó? — cerró la puerta y caminó hasta su pareja quien estaba sentado en el primer escalón con el pequeño en brazos.

— Me caí — hizo un puchero.

— ¿Estás bien? — notó las lágrimas secas en sus mejillas.

— Creo que sí..., aunque mi pie no tanto... — lo levantó un poco —, no creo que mis dedos deban apuntar hacia ese lado.

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Marcha para romperle su madre al jefe de Yoon Gi 🤘