v e i n t i s é i s

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Pasó aproximadamente una hora y media. Yoon Gi abría sus ojos con lentitud. Sentía una leve vibración en la cama. Se sentó y observó detenidamente al menor acostado boca abajo, mientras balanceaba sus piernas y al parecer también su cola.

— Por un demonio, lo que faltaba. Tienes... eso — hizo una mueca de disgusto.

El rubio volteó a verlo al escuchar su voz, se sentó con algo de miedo y bajó la mirada.

— Chim...— intentaba pedirle disculpas, pero, simplemente no podía.

Bufó con molestia y rodó los ojos.

— Ven — ordenó y se levantó caminando hacia la puerta de la habitación.

Ambos llegaron a la cocina, el menor se sentó (por orden del pálido) con un poco de dificultad en una de las sillas altas de la cocina.

Calentó algo en el microondas y dos minutos después dejó el plato con arroz y un poco de carne frente al menor.

— Come..., porque no podré tenerte en casa...

El pequeño sintió su corazón crujir, él quería quedarse con el mayor. Pero al parecer ser híbrido estaba mal, como siempre.

Chim!; 윤민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora