Chim!; 윤민

n o v e n t a y c u a t r o

Hola, sí actualicé dos viernes seguidos, omggg

Eran las siete con treinta minutos en la mañana, el minino y el can se encontraban en el carro del padre del mayor camino a la escuela, era una de las pocas veces que Yoon Gi no podía llevar al rubio.

Ambos se estaban quedando dormidos, pues al ser lunes, habían pasado un fin de semana de desvelo.

Iban en salones distintos debido a la diferencia de edad, pero en los recesos Guk siempre iba en busca del menor, quien usualmente se encontraba con un grupito de niños de su misma edad.

— Pórtense bien — Dijo Nam viéndolos bajar del auto —. Ji Min vendrá por ustedes.

El menor se giró con cara de espanto.

— ¿M-mi papá Chim?, ¿por qué?, ¿están seguros?, ¿acaso no se acuerdan de lo que pasó la última vez?

— Tranquilo, Cha Min. Sólo tomarán un autobús que los dejará en mi trabajo. Tu papá y yo saldremos tarde y no hay nadie que pueda venir por ustedes.

— ¿Y mi tío Tae Hyung? — preguntó con esperanzas.

— Está cuidando a Toggi y Jeongguk fue a un viaje escolar con Eun Woo. Así que ya, Ji Min vendrá. Ya sabe qué autobús tomar, no pasará nada — finalizó la charla y se fue con prisa al trabajo.

Min suspiró y rascó su cabeza con preocupación.

— No pasa nada, Chamito — habló el can despreocupado mientras le dio unas palmadas en la espalda al menor.

— Guk, la vez pasada terminamos en Hongdae...

— Fue increíble cómo llegamos hasta allá con cinco mil wons — se carcajeó.

El menor volvió a suspirar y se adentró a su aula, despidiéndose del can agitando su mano en el aire.

El pequeño Ji Min se encontraba parado frente a la entrada del colegio de su hijo, esperando a que salieran Guk Doo y su bebé.

Miraba con curiosidad a los otros híbridos que salían de la institución, tantos tipos diferentes que él no acostumbraba a ver.

— ¡Papá! — escuchó a lo lejos a su pequeño y volteó a buscarlo con la mirada.

Cha Min al ser tan pequeño se perdía fácilmente entre los demás alumnos, pero Ji Min veía perfectamente a Guk Doo, que estaba a su lado. Ambos menores llegaron con el minino mayor, quien los recibió con una enorme sonrisa y un abrazo.

El rubio menor le contó a ambo sobre unos origamis que lo habían puesto a hacer durante la clase de arte y se los mostraba con entusiasmo, explicaba cómo los había hecho y por qué eligió el color azul cielo. Ji Min lo escuchaba encantado, mientras que Kim iba cansado de oírlo, pues era la tercera vez que lo escuchaba contar sobre eso en el día.

Llegaron a la parada de autobús y fue donde el más pequeño de todos dejó de hablar y volteó a ver a su padre.

— Papá... — le habló un poco bajito, llamando su atención —, ¿estás seguro de qué bus tomar?

— ¡Claro!, papá Yoon Gi me escribió el número en el celular — metió su manita al bolsillo de su sudadera e hizo una mueca de confusión.

— Tío..., no traes tu celular, ¿verdad?

— Hmm..., okay pequeña falla, ¡pero!, recuerdo perfectamente el número — habló con fingida confianza el mayor.

— Si tuvieron que escribirlo en tu celular, no creo que lo recuerdes...