s e t e n t a y s i e t e

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Supongamos que el capítulo F8 no existe, ¿ok?, ok.








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El azabache se encontraba recostado en su cómoda cama descansando. Estaba a punto de quedarse dormido, de no ser por los maulliditos de su pareja.

— ¿Qué sucede? — preguntó con la voz algo ronca.

— Mi piecito, hyuuung — hizo un puchero.

— ¿Te duele aún?

— No..., pero pobrecito.

— No es tu culpa haberte resbalado, pudo pasar algo peor — se sentó con la espalda recargada en la cabecera —. Traías a Cha Min abrazado, al menos él no se lastimó.

— ¿Me voy a poner bien? — se acomodó como pudo entre las delgadas piernas del mayor y se acurrucó en su pecho.

— Ya te dije que sí, para eso es el yeso, tu pie estará bien, solo se paciente.








— JeonggukieEeE — alzó la voz el rubio desde el sofá.

— ¿Qué pasa, Chimmy? — se acercó a él.

— Es hora de que Chamito coma — acarició la cabecita del mencionado.

— Bien, deja preparo el biberón.








Yoon Gi le había pedido de favor a Jeon que se quedara a cargo de sus bebés mientras él trabajaba, ya que el rubio mayor al estar lastimado, no podía estar yendo de un lugar a otro.

Ji Min se desesperaba demasiado, pues él amaba estar caminando por la casa y ya no podía hacerlo. Estar tirado en el sofá mirando la tele era algo que le agradaba, pero sentía que sus piernas se entumecían por estar tanto tiempo sentado o acostado en el mismo lugar.

Jeon era quien le llevaba lo que pedía.

— ¿Quieres arroz, Chimmy? — preguntó el castaño desde la cocina.

— ¡No! — frunció el ceño.

— ¡Tiene pork belly!

Sus ojos brillaron al escuchar esas palabras — ¡Quiero, quiero, quiero!

Soltó unas risillas y sirvió la comida en un plato junto a un vaso con jugo de naranja. Caminó hasta el minino, colocó el plato sobre sus ya no tan delgadas piernas y el vaso en la mesita de enfrente.

— ¡Graciaaaas! — comenzó a comer gustoso.










Eran aproximadamente las cinco de la tarde, el azabache iba caminando en dirección a su hogar. Iba algo retrasado a comparación de la hora en la que usualmente ya está en casa, pero era debido a que llegó a una pequeña tienda a comprar snacks para consentir a su bebé más grande.

Se imaginaba lo agobiante que debía ser estar sentado todo el día con el pie alzado.










Al llegar a su hogar se encontró al híbrido castaño en el sofá utilizando su celular.

— ¿Y Ji Min? — cerró la puerta detrás de él.

Volteó a verlo — Acabo de llevarlo a su habitación, se sentía cansado.

— De acuerdo, gracias por venir, Jeongguk.

— De nada, hyung — se levantó y se acercó a la puerta —. Vuelvo mañana, cuide de Chimmy, adióooos.

En cuanto Jeon cerró la puerta se dispuso a subir hasta el cuarto.

— ¡Bebée! — entró a la habitación.

— ¡Hyuuung! — alzó sus bracitos sin levantarse. Se encontraba boca arriba y con el pie sobre la almohada.

— ¿Cómo están mis hermosos bebés? — se sentó en la orilla de la cama.

— Estamos bien — se sentó despacio y cargó a Cha Min —. Este bebé comió mucho hoy — habló refiriéndose al menor.

— Tú siempre comes mucho.

— ¡Hyung!, me refería a Chamito...

Rio bajito — Lo sé, lindo — besó su mejilla.

— ¿Qué es eso? — preguntó apuntando la bolsa.

— Te compré comida, bonito — le entregó la bolsa.

— ¡Cheetos! — sonrió en grande —, gracias, hyuung — plantó un sonoro beso en sus labios.

— Te amo, lindo.

— Yo lo amo más, hyung...



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Raza, me vicié bien feo con Apex):

Este cap cuenta como el que les iba a publicar el viernes pasado, en la tarde (si es que no se me olvida y me pongo a jugar) hago el de hoy.

Chim!; 윤민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora