Chim!; 윤민

n o v e n t a

Lávense las manos y no salgan, lastkm.

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Jeongguk llevaba casi mes y medio sintiéndose bastante mal, su cabeza dolía y se mareaba, estaba harto de nunca sentirse bien, varias veces tomó pastillas para el dolor, pero nunca funcionaba.

Se encontraba en el consultorio del doctor Bong Ki, quien le había realizado exámenes para ver qué sucedía.

— Bien Jeonggukie, veamos — habló el azabache mientras se sentaba detrás del escritorio.

— ¿Es algo malo? — preguntó el menor mientras se rascaba las manos.

— Mm... — leía el resultado —. De acuerdo... — suspiró —, Jeongguk — lo miró fijamente.

— ¿Q-qué sucede?

— Felicidades — sonrió en grande.

— ¡¿Eso le dice a la gente antes de que muera?!

Soltó una risilla — Claro que no. Felicidades, tienes dos meses de embarazo, serás padre.

— Oh menos mal porq- ¿qué?

— Vas a ser padre.

— P-pero..., ¿qué? ¿está seguro?, ¿no confundió mis exámenes?

— No, Ggukie...

— P-pero — lágrimas comenzaron a salir —, s-soy infértil, Bong Ki...

— Lo sé, tampoco podía creerlo..., supongo que tu deseo se cumplió algo tarde. Deberías ir a darle la noticia a Tae Hyung.

— Sí..., eso haré — se puso de pie —, gracias...

— De nada, ve con cuidado y salúdame a Tae.

El castaño caminaba a casa intranquilo, le daba miedo la reacción de Tae Hyung, ellos siempre quisieron tener un hijo, sí, es por eso que adoptaron a Eun Woo, pero dos, nunca lo pensaron y no quería que fuera despreciar a su hijo.

Al llegar a casa su esposo se encontraba ahí, caminó hasta él y lo miró sin saber qué decir.

— Hola, bebé — habló el mayor y plantó un beso en sus labios —, estoy haciendo arroz con carne, ¿quieres?

— Tae... — habló bajito.

— ¿Qué sucede? — apagó la estufa y lo miró, algo preocupado.

— Debo hablar contigo..., es importante — lo tomó de la mano y lo llevó al sofá, ambos se sentaron y se miraron.

— Tienes los ojos rojos, ¿te dijo algo malo, Bong?, ¿necesitas medicinas?

El castaño menor negó con la cabeza y alzó la vista con sus ojos llorosos.

— Entonces, ¿qué sucede?, me asustas...

— Y-yo — soltó un pesado suspiro — estoy embarazado...

Tae parpadeó un par de veces sin decir nada.

— ¿Qué?

— Q-que estoy- — el repentino abrazo del mayor no lo dejó seguir.

— Oh por dios, oh por dios... No lo puedo creer, amor... — se separó y lo miró, ambos con los ojos llorosos — C-creí que no podías...

— Lo sé, yo tampoco podía creerlo... Tengo dos meses...

El mayor le dedicó una enorme y hermosa sonrisa.

— Vamos a ser papás de nuevo, bebé. Eun tendrá hermanito...

Min abrió la puerta con cara de mal gusto, pues estaba recostado con sus dos bebés muy cómodos en su cama.

— ¿Qué necesitas, Tae?

— ¡Hyung le tengo noticias! — él junto a su pareja entraron y tomaron asiento.

— Dime — se sentó en el sofá individual.

— Jeonggukie está embarazado — sonrió enormemente y abrazó a su esposo.

— ¿Qué?, creí que no podía.

— ¡Lo sé!, era por eso que se sentía tan mal, tiene dos mesesitos.

— Guau, Tae. Felicidades...

— ¡Hyuuung! — se escuchó una vocecita bajando las escaleras.

— ¡Chimmy! — le habló Tae.

— Hola, hyungs — se sentó en las piernas de su pareja con su bebé en brazos.

— Chimmy, voy a tener un bebito — contó entusiasmado el conejo.

— ¿Quéeee? — abrió sus ojitos y su boquita se hizo una "O" — ¿Cuándoooo?, ¿es niño o niña?

— Tendrás que esperar unos meses para verlo Chimmy, está en mi pancita. Espero que sea una niña.

— ¡Una niña con orejitaaaas!

— Sí, Chimmy. Como tu bebito.

— ¿Oíste eso, Chamito?, vas a tener una primita como tú — acarició las orejitas de su hijo.

— ¿Por qué todos están teniendo hijos?, Nam hace menos de un mes me mostró a su hijo que adoptó.

— ¿Nam Hyung ya se juntó con Jin?, ¡él nunca me cuenta nada!

— Sí, es un niño de seis años, su nombre es Guk Doo y es un híbrido de perro, es muy lindo en realidad.

Ji Min picó su pecho y lo miró enojado.

— Claro que no es tan lindo como Cha Min.

Su pareja sonrió y se recargó en su pecho.

La pareja de castaños estaba tanto emocionados como asustados, nunca olvidarían el terror que sintieron cuando Ji Min tuvo a Cha Min un mes antes y sus otros bebés fallecieron. Era algo que carcomía la cabeza de Jeongguk desde que se enteró de su embarazo.