o c h e n t a y n u e v e

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Me quedé dormida 😔👊






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Min le había comentado a la maestra sobre el problema de habla que tenía su hijo, ella encantada aceptó ayudarlo y en ocasiones le dejaba algunos pequeños cuentos para que los repitiera después de ella. Algunos niños se ponían algo celosos de que Cha Min siempre se llevara toda la atención.

El pequeño híbrido de ya cuatro años (no recuerdo cuándo cumplía años, por eso no escribo caps de eso, jajs) estaba esperando a su padre en el comedor de su escuelita, se encontraba comiendo una manzana con miel que le había preparado su adorada maestra.

— Hola, bebito — habló Yoon Gi detrás de él y se hincó a su lado —. ¿Nos vamos ya?

— P-peraaa, toy com-comiendo, ¿queres? — le ofreció un trozo de manzana, el mayor lo aceptó gustoso y le sonrió.

Cuando su hijo terminó su fruta, se fueron tomados de la mano hasta el auto. Lo subió en el asiento de enfrente con el cinturón puesto y él se subió listo para conducir.









Ji Min estaba recostado en el sofá mirando la tv, esperaba ansioso por la llegada de su niño y pareja, como todos los días.

Al escuchar el auto entrar se levantó y fue corriendo a abrir la puerta, miró a su mayor bajar al minino en brazos y caminar hacia él. Abrió sus brazos para recibirlos, el mayor le dio un corto beso y el menor soltó una risilla mientras se pasaba a sus brazos.

— ¿Cómo le fue, hyung?

— Bien, amor. Hoy no me dieron tanto trabajo, por eso pude ir por Cha Min a su hora de salida.

— Que bien porque los extrañaba mucho — apretujó a su hijo en sus brazos.

— Por cierto, Nam me dijo que quiere que vayamos a casa de Jin, nos quiere mostrar algo con él.

— Me gusta Nam Hyung.

Min volteó a verlo con el ceño fruncido.

— ¡No así, hyuung!

— Ven a darme un beso o me enojaré.

El minino dejó a su hijo en la alfombra que había en el centro de la sala y se acercó a su mayor. Pasó sus brazos por detrás de su cuello y lo besó con una gran sonrisa.

— Lo amo, hyung.

— Y yo a ti, bebé — besó su mejilla varias veces con cariño y acarició su cadera.













Llegaron a la casa de Kim, se encontraban en la puerta esperando a que les abrieran. Fueron recibidos por Seok Jin, quien al verlos sonrió en grande y le habló a Nam Joon.

Pasaron a la sala y se sentaron en uno de los sofás, Ji Min tenía a su hijo sentado en sus piernas. Los tres estaban algo impacientes (sobre todo el minino mayor) por saber qué les iban a mostrar.

— Yoon, quizá pensarás que fue apresurado — comenzó a hablar Nam —, pero Jin y yo adoptamos un niño...

— ¿En serio? qué lindo, ¿dónde está?

De la cocina salió un niño de seis años, tenía un gorro en la cabeza, sus cabellos eran de un negro intenso. Se encontraba comiendo un sándwich y apenas se percató de los tres desconocidos se detuvo y volteó a ver a su ahora padre.

— Ven — le habló Seok Jin y extendió su brazo izquierdo. El niño caminó hasta él y se sentó en su pierna continuando con su comida.

— ¿Seguro que es adoptado, Nam?, es idéntico a ti — habló Min algo sorprendido por las muy similares facciones entre el menor y Kim.

— Claro que lo es. Pero mira esto — quitó de un jalón el gorro del menor, haciendo que unas negras y largas orejas saltaran hacia arriba.

Yoon Gi y Ji Min se quedaron con la boca abierta, esperaban todo menos eso. El mayor recordaba que Jin una vez comentó que quería un hijo y que le parecieron tiernas las orejas de Cha Min, pero ¿en serio adoptaron un niño híbrido?, estaban sin palabras.

— Aaah..., bueno no sé qué decir, no esperaba eso — habló el azabache sin dejar de ver las grandes orejas del chico.

— Yoon Gi deja de verlo así, lo harás sentir mal — dijo Seok Jin mientras acariciaba la cabeza de su hijo.

— Lo siento — aclaró su garganta —, ¿cómo se llama?

— Guk Doo.











Ambas familias se encontraban comiendo en el patio de los dueños de la casa.

— Ni siquiera sabía que ya vivían juntos — habló Min y agarró un bocado de su comida.

— Llevamos como medio año viviendo aquí, sabes que mi departamento era una mierda y no iba a permitir que mi hijo viviera en ese vejestorio. Y Jin me ofreció mudarme con él, ahora nos repartimos gastos y eso.

— Me parece bien y sí, tu departamento era lamentable, pero porque nunca lo limpiabas, ¿cómo eras capaz de llevar a Jin ahí?

— Las pocas veces que lo llevé le pagué a mi sobrino para que lo limpiara — soltó una risilla.

— Ya no más, amor. Aquí sí limpias y lo sabes — habló Seok Jin mientras lo veía con una adorable sonrisa.

— Lamentablemente, sí...









— ¿Cómo te llamas? — preguntó el niño de cabellos oscuros mientras se sentaba en el césped a lado del rubio.

— ...Cha Min — respondió bajito y jugó con sus manos.

— Me llamo Guk Doo — sonrió en grande, dejando ver sus colmillos.

El menor abrió sus ojos en demasía.

— ¿Q-qu-qué animalito e-eres?

— Soy un perro, mira mis orejotas — agarró la punta de sus propias orejas y las bajó hasta sus mejillas, luego las soltó y brincaron hacia arriba.

— S-s-son muy muy g-grandes..., las m-mías no... — acarició sus pequeñas orejas.

— Pero son bonitas — con sus grandes manos acarició las felinas orejas del otro, sacándole un ronroneo involuntario — ¿Por qué vibras? — puso su mano en el pecho del menor.

— ¿V-vi-vibra?

— Oh, ya no, ya no vibras.

El pequeño Cha Min no entendía varias de las palabras que el can le decía, pero en algunas ocasiones fingía que sí y sólo asentía mientras sonreía.

— Míralos, ya son amigo — habló Seok Jin mientras todos veían a los dos pequeños.

— Oye Nam, tu hijo es un perro ¿verdad? — preguntó Min algo preocupado.

— Sí, ¿por qué?

— Me da miedo que muerda a Cha Min o algo, él es más grande y Cha Min de por sí es de cuerpo pequeño...

— No te preocupes — intervino Jin —, yo voy a decirle sobre eso a Guk y le diré que no se lleve pesado con Cha Min, además son niños no creo que se haga daño.

Chim!; 윤민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora